Una huida hacia la nada

Miles de personas que han cruzado la frontera desde Sud��n a Sud��n del Sur por el paso fronterizo de Joda buscan refugio en este ��ltimo pa��s el 2 de noviembre de 2023. Hasta seis millones de personas se han visto desplazadas a la fuerza desde que la guerra en Sudan estallara hace siete meses. A Sud��n del Sur han entrado al menos 263.000 de ellas.Ala Kheir (ACNUR)

El centro de tr��nsito de Renk, en Sud��n del Sur, est�� repleto de charcos de agua estancada y contaminada, con el consiguiente riesgo para la salud. Este lugar tiene capacidad para 3.000 personas, pero acoge a 16.000. La mayor��a no tiene ni un techo donde cobijarse.Lola Hierro

Una olla con agua sucia y restos de alguna comida, en el suelo del descampado de Joda, ya en territorio sursudan��s, donde miles de personas aguardan para ser trasladadas a un campo de refugiados. Lola Hierro

Un ni?o se protege del sol con un trozo de cart��n en Joda, en la frontera entre Sud��n del Sur y Sud��n. En los tres primeros d��as de noviembre, al menos 10.000 personas accedieron a Sud��n del Sur huyendo de la guerra en el pa��s vecino. Lola Hierro

Feyrouz Faiz, sudanesa procedente de Omdurm��n, vive en el centro de tr��nsito de Renk, en Sud��n del Sur, desde que huy�� de su pa��s a causa de la guerra.Ala Kheir (ACNUR)

Unos ni?os se asoman entre los barrotes del cami��n que les transportar�� desde Joda a Renk, en Sud��n del Sur, desde la frontera con Sud��n. Los refugiados que se agolpan en la frontera deben esperar semanas para les saque de all�� alguna organizaci��n humanitaria, pero estas est��n desbordadas.Lola Hierro

Una mujer subida en el cami��n con destino a Renk, en Sud��n del Sur, recoge a su hija, que ha estado en brazos de un se?or mientras ella acced��a al veh��culo. La Agencia de la ONU para los refugiados (Acnur) y la Organizaci��n Internacional de las Migraciones (OIM) se encargan del traslado de refugiados, pero no tienen medios suficientes para dar una respuesta humanitaria adecuada.Lola Hierro

Miles de personas esperan en Joda, paso fronterizo entre Sud��n y Sud��n del Sur, a que les toque subirse a un cami��n para ser trasladados al centro de tr��nsito de Renk. El llamamiento de Naciones Unidas para financiar la respuesta humanitaria en Sud��n del Sur no ha tenido mucho ��xito: hasta ahora solo se ha recaudado el 40% de la cantidad solicitada.Lola Hierro

Varias mujeres refugiadas hacen cola para obtener agua limpia en uno de los puntos de suministro del centro de tr��nsito de Renk, en Sud��n del Sur.Lola Hierro

En siete meses que lleva activa la guerra en Sud��n, 203.000 personas han entrado a Sud��n del Sur por este paso fronterizo, el de Joda. Al fondo, el cartel que separa ambos pa��ses.Lola Hierro

La mayor��a de quienes vagan por Joda son retornados sursudaneses que cuando las cosas estaban peor en su pa��s se marcharon al vecino. Ahora, con el estallido de violencia, han decido regresar a sus lugares de origen en la medida de lo posible. El resto son sudaneses que han decidido cruzar la frontera por primera vez y buscar refugio aqu��.Lola Hierro

En el paso fronterizo de Joda, entre Sud��n y Sud��n del Sur, la bandera sursudanesa marca la linde entre los dos pa��ses.Lola Hierro

Recinto de Joda, en el punto fronterizo entre Sud��n del Sur y Sud��n, donde esperan miles de personas a que les den refugio. No hay nada. Tras casi una d��cada sumido en conflictos internos y pese a los intentos de implementar una paz duradera, la violencia, la inseguridad alimentaria y las devastadoras inundaciones resultantes del cambio clim��tico sacuden a Sud��n del Sur. Y lo hacen hasta el punto de que a��n tiene dos millones de desplazados internos y otros 2,3 millones de sursudaneses acogidos en pa��ses vecinos. El 74% de la poblaci��n, unos 9,4 millones de personas, depende de la ayuda humanitaria.Lola Hierro

Una mujer, con sus escasas pertenencias, espera en un descampado del punto fronterizo de Joda, entre Sud��n y Sud��n del Sur, a ser seleccionada para que la trasladen a un refugio.Lola Hierro

Varios refugiados junto a sus pertenencias, en Joda, Sud��n del Sur. A pie o en carros tirados por burros, familias enteras con ni?os de muy corta edad en la mayor��a de los casos cruzaron la frontera. Exhaustos, acalorados, sedientos y fam��licos. A veces, heridos de bala, o golpeados. Ellas, a veces violadas.Lola Hierro

Las personas que llegan a Sud��n del Sur huyendo de la guerra en Sud��n llevan consigo todas las pertenencias que pueden cargar, que suelen ser escasas.Lola Hierro