La revitalizaci¨®n de un idioma moribundo ayuda a cambiar algunos prejuicios sobre la vejez
Una iniciativa intenta recuperar el forro, el criollo de Santo Tom¨¦ y Pr¨ªncipe, a la vez que lucha contra la marginaci¨®n de los ancianos acusados de brujer¨ªa
¨DEl mal de ojo entra por la espalda. Por eso tantas madres se empe?an en que sus hijos nunca se quiten la camiseta cuando juegan en la calle. O los esconden en casa cuando divisan a lo lejos a un feiticeiro.
¨D?Y c¨®mo se sabe que una persona es brujo?
¨D No es f¨¢cil saberlo. Pero se dice que suelen ser ancianos que viven solos, normalmente en el mato (selva), que justo por ser brujos han sido abandonados por sus familias.
La conversaci¨®n tiene lugar delante de la casa de Ant¨®nio Dias en Ferreira Governo, un peque?o pueblo no lejos de la capital de Santo Tom¨¦ y Pr¨ªncipe. Aqu¨ª se dan casos de ancianos que son acusados de brujer¨ªa o de poder provocar el mal, normalmente cuando padecen alguna enfermedad, y son condenados al ostracismo. Una da?ina superstici¨®n que se da tambi¨¦n en otros pa¨ªses de ?frica, pero que es una excepci¨®n al tradicional respeto del que gozan las personas mayores en la mayor¨ªa de las diferentes culturas del continente.
Los ancianos que son acusados de brujer¨ªa en Santo Tom¨¦ y Pr¨ªncipe son a veces, sin embargo, abandonados por sus allegados m¨¢s cercanos. Cuando son empujados fuera de la casa familiar, no les queda m¨¢s remedio que retirarse a zonas aisladas, normalmente en medio a la selva, donde malviven. Y si se acercan a las aldeas, generan miedo, de ah¨ª que lleguen a ser insultados e invitados a abandonar los n¨²cleos habitados. ¡°Es un trato bastante inhumano el que reciben estas personas la mayor¨ªa de las veces¡±, comenta la valenciana Maria Montroy, que participa en un proyecto para cambiar la percepci¨®n que se tiene de estos mayores, acusados de ser feticeiros (hechiceros).
Sentado en una habitaci¨®n construida con chapas de zinc pintadas de verde, delante de la casa familiar, Dias comenta que cuando ¨¦l era ni?o las cosas no eran as¨ª. ¡°Al cruzarte con un anciano, siempre te pon¨ªas la mano en el pecho y hac¨ªas una peque?a genuflexi¨®n en se?al de respeto¡±. Para recuperar la estima hacia los mayores y acabar con supersticiones, Dias colabora con la iniciativa de Montroy que busca acercar a ni?os y ancianos a trav¨¦s de la realizaci¨®n de actividades conjuntas que rompan perjuicios. Uno de los instrumentos que utilizan es la ense?anza del forro, el criollo propio de la isla de Santo Tom¨¦, que est¨¢ en peligro de extinci¨®n.
A los ancianos que padecen enfermedades degenerativas en Santo Tom¨¦ y Pr¨ªncipe los se?alan habitualmente como brujos, conden¨¢ndoles al ostracismo
Montroy desembarc¨® en el pa¨ªs en 2016 como parte de una iniciativa que pretend¨ªa ofrecer conocimientos b¨¢sicos de ingl¨¦s a gu¨ªas tur¨ªsticos locales. Enseguida le llam¨® la atenci¨®n que muy pocos j¨®venes hablasen el forro. ¡°Me interesan todas las lenguas minorizadas, porque yo hablo una, el valenciano. Aqu¨ª se refer¨ªan al forro como una ¡®lengua de viejos¡¯ y a partir de ah¨ª comenc¨¦ mi investigaci¨®n¡±, detalla. Licenciada en Traducci¨®n e Interpretaci¨®n por la Universidad Jaume I de Castell¨®n, decidi¨® centrar su doctorado en ese idioma. Ahora, como becaria Margarita Salas (una ayuda concedida por su universidad, en colaboraci¨®n con la C¨¢tedra Unesco de Patrimonio Ling¨¹¨ªstico de la Universidad del Pa¨ªs Vasco), contin¨²a su indagaci¨®n. A trav¨¦s de talleres intenta contribuir a la revitalizaci¨®n del forro y, al mismo tiempo, acercar a personas mayores y j¨®venes de la comunidad. Los primeros utilizan el criollo para hablar entre ellos; y los segundos, el portugu¨¦s. Esto no solo que crea una distancia ling¨¹¨ªstica y generacional, sino que adem¨¢s pone en riesgo de extinci¨®n al idioma local, pues no se transmite a las nuevas generaciones.
Para llevar a cabo su proyecto, Montroy se ali¨® con la ONG Cooperaci¨®n Bierzo-Sur, presente en el pa¨ªs desde 2011. Esta organizaci¨®n puso en marcha una iniciativa intergeneracional para cambiar la percepci¨®n que se tiene de las personas mayores. El fin era com¨²n.
Ahora, la promoci¨®n del forro ha entrado como una actividad m¨¢s del proyecto, junto a las que ya realizaba la asociaci¨®n. Entre ellas, mostrar a la comunidad que lo que generalmente se considera brujer¨ªa o posesi¨®n de esp¨ªritus no es m¨¢s que una condici¨®n propia de la edad. ¡°Enfermedades cognitivas, degenerativas o neurol¨®gicas (demencia, p¨¢rkinson, alzh¨¦imer, artrosis o retinopat¨ªa diab¨¦tica, por ejemplo) aqu¨ª son vistas como brujer¨ªa; y son un motivo para expulsar a las personas que las padecen de la comunidad, porque se cree que van a contagiar a los ni?os, o con cualquier otra excusa¡±, explica Carmen ?lvarez, presidenta de la ONG y enfermera.
Os escuteiros (grupos scouts), implantados en todas las poblaciones del archipi¨¦lago, son claves en el proyecto intergeneracional. Son ellos los que detectan los casos de ancianos abandonados, los localizan en sus nuevos asentamientos y les garantizan ayuda y apoyo. Formados por los miembros de Cooperaci¨®n Bierzo-Sur, han adquirido las capacidades para trabajar con ellos. Adem¨¢s, ejecutan las actividades y talleres que ponen en contacto a los ancianos con los m¨¢s peque?os y se interesan por hablar el forro y transmitirlo. Sin ellos, la iniciativa de Montroy y de la ONG ser¨ªan inviables.
El proyecto intergeneracional, adem¨¢s de concienciar a las familias, organiza actividades con los dos grupos. Se anima a los ancianos a contar historias y cuentos populares que encandilan a los m¨¢s peque?os. A estos se les invita a visitar a los mayores y hacer trabajos sencillos con ellos.
Las impulsoras de esta iniciativa han impartido incluso un taller de doblaje con los ancianos, con el apoyo de la emisora local, Radio Lobata. Gracias a esta formaci¨®n, han traducido al forro dibujos animados para ni?os y se interpretan obras de teatro en las que se intercala el portugu¨¦s con el forro. Este proyecto tambi¨¦n recupera recetas tradicionales que se van perdiendo. Las mujeres se las ense?an a los m¨¢s j¨®venes al mismo tiempo que les hablan en criollo.
Una iniciativa ha traducido al forro dibujos animados para ni?os y puesto en marcha obras de teatro en las que se intercala el portugu¨¦s con el forro
Hasta ahora, los resultados obtenidos son satisfactorios, dicen las responsables. ¡°Posiblemente, no podremos cambiar la situaci¨®n de abandono de muchos de los ancianos de hoy, pero estamos sentando las bases para que en un futuro no sea as¨ª¡±, comenta ?lvarez.
La conversaci¨®n con el se?or Dias contin¨²a.
¨DKe nomi bo e? (¡±?C¨®mo te llamas?¡±), invita a repetir.
¨DNomi mu sa Chema (¡±Me llamo Chema¡±), replica el interpelado.
Los ni?os presentes se r¨ªen. Ellos s¨ª conocen algunas frases o expresiones comunes en forro, aunque no usen este idioma en su d¨ªa a d¨ªa. Entre ellos se comunican en portugu¨¦s, al igual que con sus padres, algunos de los cuales consideran un atraso hablar con sus hijos en el idioma local. Tampoco se aprende el criollo en las escuelas ni hay una instituci¨®n que lo promueva. Solo algunos poetas lo emplean ocasionalmente en sus versos. Sin embargo, dos de los grupos musicales santotomenses m¨¢s conocidos y con proyecci¨®n internacional, Calema y Familia Forte, lo usan de vez en cuando en sus canciones y tienen mucho ¨¦xito. ¡°Adem¨¢s, es curioso comprobar c¨®mo la gente se siente orgullosa de tener el forro. Aunque al mismo tiempo no lo ense?an a los m¨¢s peque?os. Quiz¨¢s por eso nos apoyan en este tipo de actividades, y les gusta que sus hijos aprendan el idioma¡±, comenta Montroy.
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