Ignacio P¨¦rez Arriaga: ¡°El acceso a la electricidad es un imperativo moral¡±
Este ingeniero espa?ol trabaja desde hace d¨¦cadas por un acceso universal a la energ¨ªa. Con ese fin ha elaborado planes en decenas de pa¨ªses del Sur Global, ha asesorado a gobiernos y ha impulsado normas transparentes en ?frica para atraer las inversiones
¡°Una cosa es trazar un plan con lo que hay que hacer para llevar electricidad al lugar m¨¢s remoto de ?frica y otra cosa muy distinta es decidir qui¨¦n lo va a implementar y financiar¡±. La frase de Ignacio P¨¦rez Arriaga (Madrid, 76 a?os) resume d¨¦cadas de trabajo de este ingeniero, que ha elaborado proyectos energ¨¦ticos en decenas de pa¨ªses y ahora, en lugar de hacer vida de jubilado, est¨¢ empe?ado en allanar el camino para que puedan ponerse en pr¨¢ctica y mantenerse en el tiempo.
Acaba de aterrizar de Nairobi, anteriormente estuvo en Ghana y en un par de d¨ªas vuelve a hacer las maletas. Lleva m¨¢s de 10 a?os viviendo as¨ª, entre el Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en ingl¨¦s), donde es profesor desde 2008, Madrid y decenas de lugares inesperados de todo el mundo. En su ah¨ªnco de favorecer el acceso universal a la energ¨ªa ha encadenado responsabilidades y proyectos internacionales que va desgranando conforme avanza esta entrevista.
¡°La electricidad es un facilitador del desarrollo, el acceso a la electricidad es un imperativo moral. Por ejemplo, sin energ¨ªa no puedes tener saneamiento, no hay salud y los profesores no quieren ir a dar clase a ese poblado¡±, dice a este diario en los pasillos de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid, donde se licenci¨® como ingeniero en 1970 y con la que est¨¢ vinculado hasta hoy. ¡°Y Europa est¨¢ ciega al no darse cuenta de que el problema no son las fronteras, sino los 1.000 millones de vecinos m¨¢s que tendremos en 25 a?os en el ?frica subsahariana. Hay que intentar resolver los problemas de estas personas all¨¢ donde viven¡±, agrega.
Su discurso es llano. Tal vez por ser un veterano en la materia o por su mentalidad de ingeniero, huye de la grandilocuencia y del idealismo y se concentra en los hechos. P¨¦rez Arriaga ha tenido responsabilidades en Espa?a, donde elabor¨®, por ejemplo, el Libro Blanco para la reforma de la regulaci¨®n del sector el¨¦ctrico, pero sobre todo en el extranjero. Durante 30 a?os ha aconsejado a gobiernos y compa?¨ªas en regulaci¨®n el¨¦ctrica en m¨¢s de 40 pa¨ªses, ha sido profesor e investigador en varias universidades, ha dirigido decenas de proyectos de investigaci¨®n y tesis doctorales y ha sido responsable de formaci¨®n en la Escuela de Regulaci¨®n de Florencia, un centro integrado en el Instituto Universitario Europeo que tiene por fin mejorar la calidad de la regulaci¨®n y la pol¨ªtica europeas.
Europa est¨¢ ciega al no darse cuenta de que el problema no son las fronteras, sino los 1.000 millones de vecinos m¨¢s que tendremos en 25 a?os en el ?frica subsahariana. Hay que intentar resolver los problemas de estas personas all¨¢ donde viven
¡°Ese runr¨²n de aplicar lo que yo s¨¦ para reducir la desigualdad lo tuve siempre, desde que estudiaba. Los ingenieros tenemos que hacer puentes y carreteras, pero tambi¨¦n podemos aplicar la ciencia para ayudar a los m¨¢s desfavorecidos. Tuve que esperar a llegar al MIT y a tener dinero para hacer proyectos para que todo fuera tomando forma¡±, explica.
En Massachusetts impuls¨® la creaci¨®n de un laboratorio para el acceso universal a la energ¨ªa, conjuntamente con la Universidad Pontificia Comillas. Y en sus primeros viajes a la India germin¨® la idea de crear un programa inform¨¢tico llamado REM (Reference Electrification Model) que, gracias a an¨¢lisis t¨¦cnicos y econ¨®micos, al estudio exhaustivo del terreno, im¨¢genes v¨ªa sat¨¦lite y hasta a la inteligencia artificial, elabora un plan detallado de lo que habr¨ªa que hacer para electrificar una zona, c¨®mo llegar a cada casa y cu¨¢nto costar¨ªa. ¡°Es la bomba, es muy bueno¡±, celebra P¨¦rez Arriaga. ¡°Primero ganamos un concurso para hacer un plan de electrificaci¨®n de Ruanda, convocado por el Banco Mundial. Despu¨¦s fue Mozambique y despu¨¦s, Indonesia. Decidimos crear una peque?a empresa, que se llama Waya, que desde 2019 ha hecho planes nacionales para 22 pa¨ªses: Bolivia, El Salvador, Panam¨¢, Ecuador, Gambia, Pakist¨¢n o Camboya¡±, cita.
Proyectos en un caj¨®n
Algunos pa¨ªses, como por ejemplo Ruanda, un Estado peque?o y con fondos internacionales ¡ªdos aspectos cruciales para esta tarea¡ª est¨¢n llevando a la pr¨¢ctica el plan elaborado por el equipo de P¨¦rez Arriaga. Pero el experto admite que a menudo sus proyectos se quedan en un caj¨®n de un ministro por no saber qui¨¦n puede llevarlo a la pr¨¢ctica y con qu¨¦ dinero.
¡°Por ejemplo, en el ?frica subsahariana hacen falta entre 160.000 y 200.000 minirredes, es decir, dispositivos de generaci¨®n normalmente solares que brindan electricidad en zonas aisladas, donde no es rentable ni fiable extender la red el¨¦ctrica tradicional. Instalar esas minirredes costar¨ªa unos 20.000 millones de euros. Es un mont¨®n de dinero y no hay fondos p¨²blicos para eso. Hay que recurrir al capital privado, pero ?qui¨¦n va a invertir en un negocio que cuesta m¨¢s de lo que la gente pagar¨¢ en sus facturas?¡±, se pregunta.
Necesitamos planes nacionales y dinero. Y la gente solo invertir¨¢ si hay una buena regulaci¨®n. La regulaci¨®n no instala el panel solar, pero s¨ª allana el camino para que eso ocurra.
La respuesta no vendr¨¢, seg¨²n ¨¦l, de proyectos peque?os, de ONG o agencias de cooperaci¨®n, que dotan de minirredes a una poblaci¨®n, pero carecen de un plan global y muchas veces no pueden garantizar que el dispositivo siga funcionando con el tiempo, una vez que ellos ya no est¨¦n all¨¢. ¡°Hacen un gran trabajo, pero necesitamos planes nacionales y dinero. Y la gente solo invertir¨¢ si hay una buena regulaci¨®n. La regulaci¨®n no instala el panel solar, pero s¨ª allana el camino para que eso ocurra. Y ese es mi trabajo actualmente¡±, explica.
En esta tarea tit¨¢nica, su consigna es pensar en grande porque el problema es inmenso. ¡°M¨¢s de 600 millones de personas en ?frica no tienen electricidad¡±, recuerda el experto. Por ello, tras a?os de grupos de trabajo internacionales, negociaciones y b¨²squeda de fondos, se logr¨® lanzar el pasado septiembre la Escuela de Regulaci¨®n Africana, (ASR, por sus siglas en ingl¨¦s), que ya recibi¨® un espaldarazo rotundo de la Uni¨®n Africana. La ASR tiene su sede provisional en Italia, en la Escuela de Regulaci¨®n de Florencia, pero en los meses venideros ser¨¢ acogida por la Fundaci¨®n Africana para el Desarrollo de Capacidades (ACBF, por sus siglas en ingl¨¦s) en Accra. ¡°Porque es una instituci¨®n africana¡±, insiste P¨¦rez Arriaga, que preside la instituci¨®n de manera temporal, hasta que el 1 de abril asuma las riendas el keniano Frederick Nyang. La organizaci¨®n, que aspira a mejorar la calidad de la regulaci¨®n y la pol¨ªtica energ¨¦tica africanas, cuenta con el respaldo financiero de la Uni¨®n Europea, de la Fundaci¨®n Rockefeller y la Fundaci¨®n Enel, entre otros.
¡°La idea es asesorar a los pa¨ªses sobre c¨®mo organizarse para implementar los planes de electrificaci¨®n: concesiones, privatizaciones, apoyo a empresas mediante subsidios... Y tambi¨¦n ayudarles a definir el entramado del negocio y a c¨®mo crear la confianza de los inversores privados. Adem¨¢s, la escuela brinda cursos, crea espacios de di¨¢logo, hace investigaci¨®n aplicada...¡±, explica el experto.
Transformar la vida de la gente
P¨¦rez Arriaga habla r¨¢pido y sin titubeos. Recita de memoria porcentajes, los millones de personas que viven en tal o tal pa¨ªs o los proyectos exitosos y fracasados. Recuerda a sus exalumnos convertidos hoy en responsables de grandes empresas de energ¨ªa a los que a veces tiene que recurrir, y tambi¨¦n los viajes que le han marcado: el primer pueblo de Ruanda, una comunidad del Estado indio de Bihar...
¡°Hablamos mucho de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que deben concretarse antes de 2030 para ayudar a que todo el mundo tenga un m¨ªnimo de muchas cosas, entre ellas energ¨ªa. Pero ahora ya hay una conciencia de que no se est¨¢n cumpliendo y ni de co?a se van a cumplir¡±, asegura, pragm¨¢tico.
En el MIT y la Universidad Pontificia Comillas han creado un ¨ªndice con los pa¨ªses que de aqu¨ª a 2030 a¨²n pueden lograr un acceso universal a la energ¨ªa y los que no podr¨¢n conseguirlo y para los que habr¨¢ que fijar nuevas metas y nuevos planes, entre ellos, 20 o 25 Estados del ?frica subsahariana. Por ejemplo, Malaui, donde la electrificaci¨®n ronda el 13%, Burundi, con un 12%, o Nigeria, un pa¨ªs de 220 millones, la mitad sin electricidad, ¡°donde se ha privatizado el sector, pero se ha privatizado mal¡±.
¡ª?Y si tuviera que elegir un momento en el que se haya dicho que todo este viaje vale la pena?
¡ª Los momentos buenos no son los estudios, sino ver las cosas que pasan. Por ejemplo, fue bonito conseguir el primer proyecto para Ruanda e ir all¨ª. O viajar a un pueblo de Per¨², con un exalumno que tuvo una idea genial que ha beneficiado ya a decenas de miles de personas: una empresa que suministre kits solares a familias. Esos dispositivos son propiedad de la compa?¨ªa, que es responsable del servicio y de su manutenci¨®n. Los usuarios pagan un poco y el Gobierno asume el resto. Fuimos a esa comunidad perdida y ah¨ª uno se da cuenta realmente de c¨®mo la electricidad puede realmente transformar la vida de la gente.
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