Said Khatib, fotoperiodista de Gaza: ¡°Israel considera enemigos a todos los reporteros palestinos¡±
Este fot¨®grafo de la Franja, que recibi¨® el jueves el premio Mingote del diario ABC, lamenta que el trabajo de los periodistas gazat¨ªes merezca menos credibilidad y tenga menor impacto que el de los extranjeros, a los que Israel niega la entrada
Said Khatib (Rafah, 47 a?os) siente que no est¨¢ en Espa?a porque su cabeza sigue en Gaza y no puede despegarse de las noticias ni dejar de escribir cada ma?ana a sus hermanos y a los colegas de profesi¨®n que sobreviven en campos de desplazados. Tampoco logra comer m¨¢s de una vez al d¨ªa, como ha hecho durante meses por la falta de alimentos que castiga a la Franja. ¡°Ya me he acostumbrado¡±, dice, encogi¨¦ndose de hombros durante una entrevista con este diario en Madrid, donde ha recogido el premio Mingote concedido por el diario ABC por una fotograf¨ªa tomada en noviembre.
Casado y padre de cinco hijos, Khatib trabaja para la agencia de noticias France-Presse (AFP) desde hace 20 a?os y fue evacuado en abril a Doha. Durante meses, se debati¨® entre su oficio y el deseo de quedarse al lado de sus hijos para protegerlos. ¡°Cuando un periodista trabaja en un lugar de conflicto, normalmente tiene a su familia en otro lugar, pero en el caso de Gaza, mi trabajo y mi familia estaban ah¨ª¡±.
En la guerra ha perdido amigos y familiares, pero garantiza que su propio sufrimiento no le ha hecho perder la lucidez a la hora de contar. ¡°No he aumentado ni rebajado ning¨²n dolor, solo he tratado de describir la realidad¡±. Seg¨²n Reporteros Sin Fronteras, el ej¨¦rcito israel¨ª ha matado a m¨¢s de un centenar de periodistas gazat¨ªes desde octubre.
Pregunta. ?Qu¨¦ sinti¨® al salir de Gaza?
Respuesta. Sentimientos encontrados. Llevo meses pensando que vivo lo mismo que vivieron mis padres cuando fueron expulsados de su aldea natal en 1948, que estaba muy cerca de Gaza, hoy en Israel. Ellos se refugiaron en la Franja, donde yo nac¨ª, y yo nunca pens¨¦ padecer el destierro. No me quer¨ªa ir de mi tierra, pero mi empresa ya no pod¨ªa protegerme m¨¢s y sal¨ª por mis hijos y mi esposa, que hab¨ªan logrado ser evacuados a Doha dos meses antes.
P. ?Est¨¢ justific¨¢ndose porque se fue?
R. Hay un cierto sentimiento de culpa en los que se marchan. A m¨ª no se me quita de la cabeza. Es como si siguiera viviendo en Gaza, aunque mi cuerpo est¨¢ en otra parte. Pese a tener alimentos, no consigo comer m¨¢s de una vez al d¨ªa desde hace meses. Me he acostumbrado. Abro el grifo para lavarme, bebo agua y pienso con dolor en gente muy cercana y muy querida que est¨¢ all¨¢ sufriendo y que no tiene ni agua sucia.
P. Como periodista, ?cu¨¢l ha sido su mayor desaf¨ªo desde que comenz¨® la guerra octubre?
R. Cuando un periodista trabaja en un lugar de conflicto, normalmente tiene a su familia en otro lugar, pero en el caso de Gaza, mi trabajo y mi familia estaban ah¨ª. Yo sal¨ªa a trabajar y no sab¨ªa si iba a volver y tampoco sab¨ªa si ellos estar¨ªan vivos a mi vuelta. Yo tem¨ªa que mi oficio los expusiera a un peligro a¨²n mayor. En esta guerra he sentido que Israel considera enemigos a todos los reporteros palestinos, aunque solo estemos haciendo nuestro trabajo.
Abro el grifo para lavarme, bebo agua y pienso con dolor en gente muy cercana y muy querida que est¨¢ all¨¢ sufriendo y que no tiene ni agua sucia
P. Israel no est¨¢ permitiendo la entrada de periodistas extranjeros en Gaza. ?Qu¨¦ efecto tiene esto en los periodistas gazat¨ªes?
R. Creo que se duda m¨¢s de lo que cuenta un periodista palestino que de lo que narrar¨ªa un periodista extranjero. En general, se da menos credibilidad a las informaciones hechas por nosotros, pero nuestro desaf¨ªo es seguir contando con honestidad.
P. ?Qu¨¦ transmite para usted la fotograf¨ªa que gan¨® el premio Mingote?
R. La p¨¦rdida. La hice al este de la ciudad de Rafah, en noviembre, en una zona que hab¨ªan bombardeado la noche anterior. Hab¨ªa familias que volv¨ªan para llevarse lo que pod¨ªan y ni?os buscando ropa, cuadernos o juguetes entre los escombros. Toda la vida que hab¨ªan conocido esos cr¨ªos era pasado. Ya no hab¨ªa nada: ni casas, ni escuelas, ni amigos... Quise explicar esa p¨¦rdida a trav¨¦s de la mirada de las ni?as que aparecen en la imagen.
P. ?En alg¨²n momento sinti¨® que necesitaba parar de hacer fotos?
R. Como periodista y como palestino no pod¨ªa permitirme ese lujo, a pesar de mi sufrimiento. Somos reporteros y tambi¨¦n v¨ªctimas de lo que est¨¢ pasando, pero aun as¨ª, yo creo que no he perdido la lucidez y la neutralidad a la hora de contar. No he aumentado ni rebajado ning¨²n dolor, solo he tratado de describir la realidad.
Somos reporteros y tambi¨¦n v¨ªctimas de lo que est¨¢ pasando, pero aun as¨ª, yo creo que no he perdido la lucidez y la neutralidad a la hora de contar.
P. Su ciudad natal, Rafah, ha recibido a decenas de miles de personas que se han desplazado desde octubre. Su casa se convirti¨® tambi¨¦n en un refugio.
R. S¨ª, yo recib¨ª en mi casa a parientes y a mis compa?eros de la Agencia France-Presse. ?ramos 80 personas en mi piso y los de mis hermanos. El edificio fue bombardeado el 19 de junio. No queda nada. Mis cinco hermanos est¨¢n en Al Mawasi, una zona cercana a la ciudad de Jan Yunis, viviendo en tiendas de campa?a. Pero han decidido permanecer separados unos de otros de manera consciente, de forma que si cae una bomba no mate a toda la familia y haya alg¨²n superviviente del clan.
P. Todo el mundo en Gaza ha perdido amigos, personas queridas. Usted tambi¨¦n.
R. S¨ª. Recuerdo un momento especialmente duro: una ma?ana recib¨ª una llamada de mi sobrino Ahmad, de 17 a?os. Estaba bajo los escombros de su casa, que hab¨ªa sido bombardeada, y me ped¨ªa desesperado que fuera a sacarlo de ah¨ª. Fui r¨¢pidamente, ayud¨¦ a los equipos de rescate, que trabajan pr¨¢cticamente con las manos y logramos liberarlo, muy malherido. Su madre y un hermano, Mohammad, murieron. Su padre y otra hermana resultaron heridos. En ese momento, dejas de ser periodista, sueltas la c¨¢mara y eres solo un ciudadano m¨¢s, un ser humano.
P. Hay un pu?ado de periodistas que siguen contando lo que ocurre cada d¨ªa en Gaza.
R. Su situaci¨®n es dur¨ªsima. Viven en tiendas, salen cada ma?ana a trabajar y no saben qu¨¦ les puede pasar a ellos y si encontrar¨¢n a sus familias vivas al volver. Adem¨¢s, tienen que ocuparse de la log¨ªstica: encontrar agua, comida... Y las conexiones son un desastre. Transmitir un v¨ªdeo, por ejemplo, requiere mucho tiempo debido a los cortes de internet decretados por Israel y eso les pone tambi¨¦n en peligro.
P. ?Hay alguna fotograf¨ªa que haya tomado en estos meses que le haya marcado especialmente?
R. Soy incapaz de elegir una. Y finalmente creo que todas se parecen: ni?os perdidos, padres llorando, gente bajo los escombros, equipos de rescate trabajando, desesperaci¨®n, pobreza, muerte... Es la misma pel¨ªcula horrible que no termina nunca.
P. ?Fue a la frontera con Israel el 7 de octubre de 2023, el d¨ªa en que Ham¨¢s lanz¨® sus cruentos ataques en territorio israel¨ª?
R. S¨ª. Llegu¨¦ varias horas despu¨¦s a hacer fotos y tengo una imagen en la cabeza: la frontera abierta, sin ej¨¦rcito israel¨ª y la valla de separaci¨®n destrozada. La gente entrando y saliendo, un tanque israel¨ª quemado y j¨®venes gazat¨ªes encima de ¨¦l. Nunca hubiera imaginado escenas as¨ª.
P. ?Temi¨® desde ese momento la magnitud de la respuesta de Israel?
R. En aquel momento no. Creo que todos tardamos en darnos cuenta, el primero Israel, que nunca hab¨ªa sido agredido de esa manera. Luego, cuando comenzaron los bombardeos, pens¨¦ que ser¨ªa como en otras ocasiones, que durar¨ªa algunos d¨ªas o tal vez semanas. Pero muy pronto, escuchando a responsables israel¨ªes, sent¨ª que esto iba a ser diferente porque hablaban de ocupar Gaza y desterrar a sus habitantes.
P. ?C¨®mo est¨¢n sus hijos ahora?
R. Aparentemente bien, pero cuando pasa un coche r¨¢pido creen que es un misil y cuando oyen un avi¨®n piensan que sobrevuela la casa para bombardearla. Intento calmarles pero es dif¨ªcil. Si a m¨ª tambi¨¦n me asaltan esos pensamientos, ?c¨®mo no les va a pasar a ellos? Tampoco logramos proyectarnos en el futuro. Gaza es hoy un lugar totalmente inhabitable. Hubo ministros israel¨ªes que dijeron que lo convertir¨ªan en un lugar donde los palestinos no podamos vivir y as¨ª est¨¢ siendo. Solo limpiar los escombros costar¨¢ a?os.
Puedes seguir a Planeta Futuro en X, Facebook, Instagram y TikTok y suscribirte aqu¨ª a nuestra ¡®newsletter¡¯.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.