La madre que no quiso vengar la muerte de su hijo con m¨¢s asesinatos e intenta erradicar esta tradici¨®n en el Alto Egipto
Cientos de personas mueren al a?o en el sur del pa¨ªs en revanchas entre familias. Asociaciones de mujeres y autoridades religiosas tratan de poner fin a las disputas mediante la mediaci¨®n
Amani Abu Sehli creci¨® en un peque?o pueblo de la gobernaci¨®n de Quena, en el Alto Egipto, donde las tradiciones centenarias est¨¢n muy arraigadas y los lazos familiares son algo por lo que merece la pena morir. Por eso estaba acostumbrada a los frecuentes asesinatos por venganza que se produc¨ªan. Pero en 2014, su propia familia acab¨® en el centro de uno de estos casos. El hijo de Amani, de 16 a?os, recibi¨® un disparo cuando se dirig¨ªa a la escuela. Muri¨® en el acto. Este asesinato desencaden¨® una enemistad mortal entre su familia, conocida como Sahalwa, y otra llamada Makhalfa.
¡°Desde entonces y durante cinco a?os, fui testigo de una sangrienta disputa por el asesinato de mi hijo. Al menos 16 miembros de ambas familias fueron asesinados en ese tiempo¡±, declaraba a EL PA?S Abu Sehli, apesadumbrada, a mediados de julio. ¡°Esta enemistad se prolong¨® durante a?os y pas¨® factura a la seguridad del pueblo. Nadie se sent¨ªa a salvo¡±.
Los cr¨ªmenes por venganza implican que la familia de un asesinado puede vengarse matando al asesino o a un pariente. Las familias que no se vengan son a menudo humilladas en sus pueblos, seg¨²n una tradici¨®n omnipresente en el Alto Egipto, en el sur del pa¨ªs, sobre todo en zonas rurales, en las que opera un r¨ªgido sistema de clanes. Algunas de estas reyertas pueden prolongarse durante d¨¦cadas y , seg¨²n c¨¢lculos de medios locales, causa centenares de muertos al a?o. A falta de estad¨ªsticas oficiales, un estudio publicado por la Universidad Ain Shams en 2017 contabilizaba 60 incidentes de este tipo entre 2013 y 2014 solo en la gobernaci¨®n de Quena, una de las siete que componen la regi¨®n.
En los ¨²ltimos a?os, autoridades religiosas, el Gobierno y asociaciones de mujeres han lanzado iniciativas dirigidas a corregir una costumbre asociada a la pobreza. Seg¨²n explica a este diario el abogado defensor de los derechos humanos Hany Sameh, las venganzas y los cr¨ªmenes asociados con ellas en el Alto Egipto ¡°est¨¢n profundamente arraigados y alimentados por el fanatismo tribal, la falta de educaci¨®n y la falta de respeto por la ley y el Estado¡±.
Tras la muerte de su hijo, Abu Sehli se sinti¨® resentida durante un tiempo, pero la disputa entre su familia y los Makhalfa constituy¨® la piedra angular de su proyecto, Alto Egipto Sin Venganza, que fund¨® en 2019 para poner fin al derramamiento de sangre que destroz¨® su vida durante cinco a?os.
Comit¨¦ de Reconciliaci¨®n de las Mujeres
Abordar tradiciones tan arraigadas no es tarea f¨¢cil, asegura Abu Sehli. Por un lado, iniciar conversaciones entre las familias enfrentadas es un reto, y predicar contra esa pr¨¢ctica ilegal es inmensamente dif¨ªcil. ¡°En el Alto Egipto, las costumbres y las tradiciones siguen controlando la vida de la gente. Rigen las leyes del Alto Egipto, no las del Estado¡±, explica.
Durante siglos, los asesinatos por represalia en el Alto Egipto han sido la respuesta natural de muchas familias para recuperar su dignidad, en una regi¨®n que representa casi un tercio de la poblaci¨®n egipcia, compuesta por 106 millones de personas, en la que abundan las armas de fuego.
A menudo, el asesino o sus allegados huyen para evitar ser las siguientes v¨ªctimas, por lo que otros miembros varones de esa familia corren el riesgo de ser asesinados. La ¨²nica forma de poner fin a una disputa es que el asesino entregue la mortaja a la familia de la v¨ªctima y pida reconciliaci¨®n y perd¨®n. Alguien llamado ¡°el juez de la sangre¡± organiza una reuni¨®n entre las dos familias. El proceso puede durar a?os, y aunque trae la ansiada paz, la entrega del sudario se considera una derrota humillante.
Una tarde, durante una sesi¨®n multitudinaria entre centenares de hombres, las dos familias se reconciliaron y el derramamiento de sangre ces¨® por finAmani Abu Sehli, madre de un adolescente asesinado
Abu Sehli no sab¨ªa qu¨¦ la consolar¨ªa tras la muerte de su hijo, pero estaba segura de que no era otra muerte. ¡°Supon¨ªa desafiar las tradiciones de mi familia, pero me propuse negarme a vengar la sangre de mi hijo¡±, explica. Durante todo 2015, aun¨® esfuerzos con organismos gubernamentales y de seguridad para celebrar sesiones de reconciliaci¨®n entre su familia y la del asesino de su hijo. Las conversaciones fueron largas y agotadoras, ¡°pero una tarde, durante una sesi¨®n multitudinaria entre centenares de hombres, las dos familias se reconciliaron y el derramamiento de sangre ces¨® por fin¡±, relata Abu Sehli.
Pero ten¨ªa la sensaci¨®n de que su papel no terminaba ah¨ª. En 2019, puso en marcha la iniciativa Alto Egipto Sin Venganza. ¡°Luego cre¨¦ una p¨¢gina en Facebook llamada Comit¨¦ de Reconciliaci¨®n de las Mujeres, a trav¨¦s de la cual me comunico, con la ayuda de otras mujeres del Alto Egipto, con las familias de quienes perpetran actos de venganza para tratar de poner fin al conflicto¡±, explica Abu Sehli.
Esfuerzos de mujer a mujer
Seg¨²n Abu Sehli, el Comit¨¦ ha conseguido hasta ahora poner fin a centenares de disputas, con la ayuda de organismos del Gobierno. Celebran sesiones de reconciliaci¨®n entre las familias enemistadas y persuaden a las mujeres para que se abstengan de incitar a los hombres a buscar venganza.
¡°En el Alto Egipto, la mujer es la principal impulsora de los asesinatos por represalia. Quiere venganza por su hijo, marido o hermano, y lleva ropa negra toda su vida por el dolor que siente por el fallecido. Tambi¨¦n es la m¨¢s afectada por la tragedia¡±, se?ala Abu Sehli, que explica que su iniciativa es un esfuerzo de mujer a mujer para desarraigar esa tradici¨®n.
¡°Durante cinco a?os hemos sufrido las continuas disputas entre los Sahalwa y los Makhlafa¡±, declaraba a este diario Fathi al Azayzi, un profesor de ¨¢rabe que fue testigo del enfrentamiento desde el principio. ¡°Nuestro pueblo sol¨ªa ser un centro de atracci¨®n para los comerciantes que ven¨ªan a visitar nuestros mercados. Pero empez¨® a apestar a sangre despu¨¦s de que esa disputa se cobrara la vida de 16 hombres en frecuentes actos de venganza con un amplio despliegue de armas. El asesinato por venganza es una bomba de relojer¨ªa que afecta a todo un pueblo, no solo a las dos familias enfrentadas¡±, asegura Al Azayzi.
La iniciativa de Abu Sehli no es la primera. Safaa Asran, una mujer de 30 a?os de la gobernaci¨®n de Quena, fund¨®, en 2013, la Iniciativa Escudo de Tolerancia: Alto Egipto Sin Venganza. ¡°La venganza es un c¨¢ncer devastador que asola nuestras ciudades. Es el peor legado de nuestros antepasados a lo largo de los siglos, que convierte en v¨ªctimas a miles de j¨®venes asesinados injustamente a cambio de la vida de un asesino¡±, explicaba Asran a este diario a mediados de julio.
Conversaciones durante a?os
Asran lanz¨® su iniciativa despu¨¦s de asistir a una sesi¨®n de reconciliaci¨®n entre los hombres de dos familias. ¡°Entonces era dif¨ªcil que permitieran a las chicas asistir, (...) yo quer¨ªa presenciarla por miedo a que estallara de repente una disputa entre las dos familias y se reanudara el derramamiento de sangre¡±, explica.
Sus esfuerzos comienzan con la recepci¨®n de informaci¨®n a trav¨¦s de una p¨¢gina de Facebook, procedente de familias o de los afectados en los pueblos. Asran celebra sesiones con las familias para investigar los detalles del caso. ¡°Adem¨¢s, investigo por la zona y pregunto a la gente que pueda darme pistas, y luego acudo a los organismos de la gobernaci¨®n responsables de la seguridad para aclarar todos los hechos¡±.
A continuaci¨®n, hay que hacer todo lo posible para que las dos familias asistan a las sesiones consuetudinarias para intentar resolver la disputa. Seg¨²n Asran, su iniciativa ha contribuido a resolver conflictos en m¨¢s de 700 casos. ¡°Los intentos de reconciliaci¨®n son muy bien recibidos por las familias, sobre todo aquellas que sienten que se acerca su turno de ser asesinadas despu¨¦s de que otras hayan huido para salvar sus vidas¡±, explica.
En 2014, tras mediar en un importante enfrentamiento entre dos clanes en Asu¨¢n, el Gran Im¨¢n de Al Azhar, es decir, la m¨¢xima autoridad del islam sun¨ª, Ahmed al Tayeb, form¨® un Comit¨¦ Supremo de Reconciliaci¨®n. Este organismo intenta poner fin a las disputas y garantizar que la hostilidad no se intensifique y arrastre a nuevas familias al c¨ªrculo de la venganza. Lo hace sin interferir en el proceso judicial, ya que el agresor es juzgado conforme a la ley, mientras que el comit¨¦ aborda las repercusiones sociales para proteger la paz. El comit¨¦ trabaja en cooperaci¨®n con representantes de los Ministerios de Interior, Solidaridad y Desarrollo Local, y tiene subcomit¨¦s en las gobernaciones.
El abogado Hany Sameh insiste en la necesidad de modificar las leyes egipcias para endurecer y elevar el castigo legal de los asesinatos por venganza. ¡°Las sesiones consuetudinarias que se celebran para establecer la reconciliaci¨®n entre familias enemistadas son inaceptables. Es preferible acabar de ra¨ªz con el concepto de venganza, no ponerle una tirita¡±.
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