Masacres en Melilla y Libia: nada nuevo en las fronteras europeas
Las organizaciones de derechos humanos, los medios de comunicaci¨®n, los pol¨ªticos e incluso el Tribunal Europeo de Derechos Humanos han documentado las expulsiones ilegales de inmigrantes y el peligro creciente de las rutas que se ven obligados a tomar
Por sorprendente que parezca, la evidencia creciente de que los Estados europeos violan el derecho internacional y emplean la violencia contra las personas migrantes no ha frenado las pol¨ªticas de externalizaci¨®n y securitizaci¨®n de las fronteras; en cambio, se ha convertido en una raz¨®n para expandir las restricciones.
Las organizaciones de derechos humanos, los medios de comunicaci¨®n internacionales, algunos pol¨ªticos y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos han documentado las expulsiones ilegales de inmigrantes y el peligro creciente de las rutas que se ven obligados a tomar. Nosotros, el p¨²blico, al igual que nuestros l¨ªderes, hemos visto estas im¨¢genes y, sin embargo, la situaci¨®n no ha hecho m¨¢s que empeorar.
?Cambiar¨¢ algo la cobertura de las recientes muertes en Melilla y Libia, o la revelaci¨®n de que el atleta brit¨¢nico Mo Farah fue v¨ªctima de la trata de personas en el Reino Unido cuando era un ni?o, el acuerdo entre el Reino Unido y Ruanda? ?Empujar¨¢n estos hechos a la opini¨®n p¨²blica europea y a nuestros l¨ªderes a reexaminar la violencia incrustada en nuestras pol¨ªticas de migraci¨®n? ?O seguiremos sentados contemplando las masacres de migrantes?
Masacre en Melilla y sed en el desierto de Libia
Una valla de alambre de espino de seis metros de altura, equipada con c¨¢maras de v¨ªdeo y torres de vigilancia, separa Marruecos de Melilla. En la madrugada del viernes 24 de junio, hasta 2.000 personas intentaron entrar en Espa?a escalando estas vallas, con el resultado de al menos 23 africanos muertos y un n¨²mero indeterminado de heridos, seg¨²n cifras oficiales. La mayor¨ªa eran sudaneses y sursudaneses que pretend¨ªan escapar del conflicto armado en sus regiones.
En una infame declaraci¨®n inicial que luego matiz¨®, el presidente del Gobierno espa?ol, Pedro S¨¢nchez, culp¨® de la tragedia a las ¡°mafias¡± y felicit¨® a Marruecos por un episodio ¡°bien resuelto¡±. Unos d¨ªas m¨¢s tarde, admiti¨® no haber visto las im¨¢genes de v¨ªdeo.
Solo cuatro d¨ªas despu¨¦s de la masacre de Melilla, fueron hallados los cuerpos de 20 migrantes fallecidos en el desierto libio
Solo cuatro d¨ªas despu¨¦s de la masacre de Melilla, fueron hallados los cuerpos de 20 migrantes ¨Cdos libios y el resto chadianos¨C fallecidos en el desierto libio. Su ¨²ltima llamada telef¨®nica se realiz¨® dos semanas antes del descubrimiento de sus cuerpos. Estas muertes eran tr¨¢gicamente evitables. Murieron simplemente de sed. Kidane, de Eritrea, describi¨® su propio viaje de Sud¨¢n a Libia:
¡°Viajamos durante tres d¨ªas por el Sahara para llegar a Libia. Nuestros hermanos se caen y mueren de sed. Se les deja all¨ª. Hay veces en las que ni siquiera se les entierra adecuadamente... El Sahara es dif¨ªcil. Se pierde a un hermano por la sed, pero no se puede hacer nada por ¨¦l cuando pide agua. Incluso cuando les dices que alguien se est¨¢ muriendo de sed, no te escuchan... Y habiendo pasado por todo esto, ?viste el miedo que ten¨ªamos al mar? Sin embargo, est¨¢bamos ansiosos por tocar el mar, porque eso significaba que est¨¢bamos saliendo de esa vida.¡±
Externalizaci¨®n y securitizaci¨®n: violencia y riqueza
Dos tragedias en el norte de ?frica, con menos de una semana de diferencia. Por desgracia, no se trata de una coincidencia, sino de un ejemplo del creciente peligro y violencia que enfrentan los migrantes en sus viajes a Europa. A lo largo de los a?os, la UE ha impuesto un modelo de ¡°fronteras verticales¡± que opera en los pa¨ªses de origen, tr¨¢nsito y destino. Ambos casos son una manifestaci¨®n extrema de un sistema concebido para disuadir a toda costa a las personas que intentan el viaje. Las fronteras de Ceuta y Melilla se encuentran entre las m¨¢s peligrosas y fuertemente fortificadas de Europa. A pesar del riesgo que entra?a el intento de cruzar estos confines ¨Clos riesgos del desierto y la explotaci¨®n a manos de los traficantes¨C, los migrantes siguen consider¨¢ndolos preferibles ante las sombr¨ªas circunstancias de su pa¨ªs.
Ambas masacres son la consecuencia de una pol¨ªtica arraigada en la creaci¨®n de caos y violencia en la frontera, mediante medidas de securitizaci¨®n y externalizaci¨®n. Y el desorden resultante se utiliza para cavar m¨¢s hondo en el mismo agujero, en un ciclo de violencia interminable. Las redes de tr¨¢fico de personas, as¨ª como una industria legal bien orquestada, generan beneficios masivos para quienes saben aprovecharlos. Los l¨ªderes de la UE y las empresas privadas invierten recursos considerables para garantizar que esta narrativa permanezca incontestada.
Los Estados de la UE pagan a terceros pa¨ªses ¨Ccomo Libia, N¨ªger y Turqu¨ªa¨C para que se hagan cargo de los migrantes y de sus rutas
Los Estados de la UE pagan a terceros pa¨ªses ¨Ccomo Libia, N¨ªger y Turqu¨ªa¨C para que se hagan cargo de los migrantes y de sus rutas. Al parecer, funcionarios de N¨ªger enviaron a la UE ¡°listas de la compra¡± que inclu¨ªan coches y helic¨®pteros, a cambio de pol¨ªticas de migraci¨®n m¨¢s estrictas. El reciente acuerdo del Reino Unido con Ruanda, y su dote inicial de 120 millones de libras (141 millones de euros), es otro ejemplo de ello.
La UE e Italia han proporcionado una generosa financiaci¨®n y apoyo a la Guardia Costera libia para que pueda interceptar y devolver las embarcaciones con migrantes. Cerca de 32.425 refugiados y migrantes fueron capturados en el mar y devueltos a Libia en 2021, a pesar de que el Secretario General de la ONU declar¨® que ¡°Libia no es un puerto seguro de desembarco para refugiados y migrantes¡±.
El acuerdo UE-Turqu¨ªa de 2016 estableci¨® que los migrantes que cruzan desde este pa¨ªs a las islas griegas deb¨ªan ser devueltos, a pesar de que Turqu¨ªa niega el estatus de refugiado a no europeos que tienen el derecho a ello. Este es otro ejemplo de c¨®mo la UE orquesta comportamientos que violan el derecho internacional. Hace a?os que se aplican pol¨ªticas de este corte, pero la violencia que propugnan hoy los Estados europeos es nueva.
Devoluciones ilegales: violencia patrocinada por el Estado
Las expulsiones ilegales de migrantes son algo habitual en Europa. Amnist¨ªa Internacional ha declarado que ¡°las expulsiones violentas se han convertido en la pol¨ªtica griega de facto para el control fronterizo en la regi¨®n de Evros¡±. Estas devoluciones violan a menudo la prohibici¨®n internacional de trato inhumano o degradante, y algunas equivalen a tortura. La Comisi¨®n Europea describi¨® estas expulsiones como ¡°deportaciones violentas e ilegales de migrantes¡± y declar¨® que deb¨ªan terminar. Las operaciones son organizadas por las fuerzas de seguridad griegas y por hombres no identificados ¨Cse cree que son algunos de los propios migrantes¨C, obligados por los agentes de seguridad a empujar a las personas de vuelta a Turqu¨ªa.
El Parlamento Europeo y varias organizaciones de derechos humanos han constatado que Frontex (Agencia Europea de Fronteras) ha ignorado los informes sobre devoluciones de migrantes desde Grecia. Frontex es fundamental en la securitizaci¨®n de la pol¨ªtica migratoria de la UE. Su personal act¨²a a menudo sin transparencia y asume funciones ejecutivas de los Estados miembros. El periodismo de investigaci¨®n ¨Ccomo el realizado por Lighthouse Reports¨C ha desempe?ado un papel esencial a la hora de desenmascarar a esta agencia y forzar la dimisi¨®n de su responsable en abril de este a?o.
No hay nada nuevo en este modus operandi. Espa?a ya lo puso en pr¨¢ctica entre 2004 y 2006, durante la crisis de los cayucos, en la ruta de Canarias. Luego fue ampliado por otros pa¨ªses de la UE en la llamada ¡°crisis de los refugiados¡± (2014-2016).
Ucrania nos ha ense?ado un camino mejor
Los gobiernos, las instituciones, las ONG y gran parte del p¨²blico ven la migraci¨®n como una amenaza o como una tragedia humanitaria. Esta narrativa binaria perpet¨²a la idea de que la migraci¨®n es un problema que hay que resolver, un problema que ignora la agencia econ¨®mica y pol¨ªtica de los migrantes y ahoga la generaci¨®n de alternativas.
La salida de este agujero no es imposible. La respuesta que se ha visto en toda Europa al acoger a los refugiados ucranios es un faro de esperanza que deber¨ªa guiar la creaci¨®n de nuevas pol¨ªticas migratorias en beneficio de todos los migrantes. Es cierto que no todos los que huyen de Ucrania recibieron la misma acogida, como atestiguan los estudiantes africanos atrapados en la frontera. Pero este periodo nos ha demostrado que es posible la cooperaci¨®n y la creaci¨®n de v¨ªas de migraci¨®n seguras y legales en un tiempo muy corto y a gran escala. Los l¨ªderes europeos pueden unirse en lugar de recurrir a acuerdos bilaterales, que son lucrativos para una peque?a ¨¦lite y devastadores para los derechos humanos internacionales. Se ha demostrado que el caos y la violencia que las fronteras europeas imponen a los que no son ucranios son innecesarios y pueden ser resueltos.
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