Una fot¨®grafa para salvar de la extinci¨®n a la vaquita marina
Cristina Mittermeier descubri¨® hace 25 a?os el poder de las im¨¢genes para preservar los oc¨¦anos. Adem¨¢s de publicar en ¡®National Geographic¡¯ y ¡®Time¡¯ y fundar la plataforma SeaLegacy, acaba de ser nombrada embajadora de la fundaci¨®n espa?ola Ocean Born por su defensa del medio ambiente
En la vida de Cristina Mittermeier (Cuernavaca, M¨¦xico, 1966) existen varias im¨¢genes que marcaron un antes y un despu¨¦s en su trayectoria como fot¨®grafa y activista medioambiental. Una de ellas es la que captur¨® en 2017 y que dio la vuelta al mundo como la cara m¨¢s amarga del cambio clim¨¢tico: la de un oso polar fam¨¦lico que apenas puede andar, que arrastra su cuerpo, convertido en un saco de huesos de pelaje irregular, en la isla de Somerset, en el ?rtico canadiense, y que apareci¨® en la revista National Geographic. ¡°Despu¨¦s de publicarla recib¨ª una avalancha de mensajes en los que la gente me escrib¨ªa y me preguntaba por qu¨¦ no le di de comer, por qu¨¦ no hice algo para tratar de salvarlo... Ah¨ª me di cuenta de que el poder de la gente es m¨¢s grande que la gente en poder¡±, explica la tambi¨¦n bi¨®loga marina a trav¨¦s de una videollamada que contesta desde el despacho de su casa, en la isla de Vancouver (Canad¨¢).
Despu¨¦s de aquella bomba viral, fue cuando Mittermeier y el equipo de SeaLegacy ¨Cuna plataforma de expediciones y narraci¨®n de historias para salvar los oc¨¦anos que Cristina fund¨® junto a otros socios en 2014¨C se plantearon crear Only One. Esta es otra aplicaci¨®n por la que, adem¨¢s de recibir informaci¨®n, tambi¨¦n se puede participar en la defensa del medio ambiente con campa?as y donaciones. ¡°La idea es proporcionar la oportunidad a los ciudadanos de hacer algo de manera diaria a trav¨¦s del tel¨¦fono, m¨¢s all¨¢ de informarse: una peque?a donaci¨®n para restaurar un arrecife o compartir una petici¨®n para salvar una especie en concreto... Queremos crear una armada de ciudadanos que se imagina un planeta viviente y est¨¢ dispuesta a tomar acci¨®n para lograrlo¡±, asegura Mittermeier, que acaba de volver de su ¨²ltima misi¨®n en el Golfo de M¨¦xico, donde ha seguido la pista a tres ballenas azules.
El poder de la gente es m¨¢s grande que la gente en poderCristina Mittermeier
Esas mismas ballenas azules que hace unas semanas persegu¨ªa Mittermeier en el Pac¨ªfico norte son los ejemplares marinos protagonistas de su primera foto bajo el agua. Para Cristina, el oc¨¦ano es un espacio de meditaci¨®n; una inmensidad que le imprime un profundo respeto y donde a esta licenciada en Ingenier¨ªa Bioqu¨ªmica en Explotaci¨®n de Recursos Marinos ¨Clo m¨¢s cercano, asegura, a la Biolog¨ªa Marina que hab¨ªa para licenciarse en la Universidad de M¨¦xico en su ¨¦poca universitaria¨C se le ocurren las mejores ideas. ¡°Puedes tardar horas para que un animal se te acerque y poder fotografiarlo. Estos ejemplares son tan poderosos, con un cuerpo de m¨¢s de 24 metros, que de un coletazo est¨¢n a tu lado y de otro ves algo blanco, resplandeciente como una pared; vuelves a abrir los ojos y ya se fue¡±, expresa Mittermeier. ¡°En todos estos a?os no me ha vuelto a salir una foto igual¡°, a?ade contenta de su suerte.
Esta energ¨ªa contagiosa que transmite en el relato de sus experiencias con la fauna marina, adem¨¢s de su ¡°pasi¨®n por la defensa del medio ambiente¡±, en palabras de Carolina Manhusen Schwab, fundadora de la Fundaci¨®n Ocean Born, es lo que ha llevado a esta organizaci¨®n a nombrarla su nueva embajadora. ¡°Es un honor para m¨ª pertenecer a una fundaci¨®n que el 100% de lo que gana con la venta de su cerveza vaya a la conservaci¨®n de los mares. Creo que es una excelente ejemplo de c¨®mo otras corporaciones deber¨ªan invertir m¨¢s en nuestro planeta¡±, asegura Mittermeier, que alega que el peor enemigo para los oc¨¦anos es el capitalismo.
A aquella ni?a de Cuernavaca, una poblaci¨®n en el interior de M¨¦xico, a tres horas de distancia del mar, su amor por los oc¨¦anos le naci¨® despu¨¦s de pasar largas temporadas con su familia en Tampico, ciudad costera y natal de su padre; pero tambi¨¦n a trav¨¦s de los libros de aventuras y piratas de Sandok¨¢n, el personaje que popularizar¨ªa Emilio Salgari, y El Mundo Submarino de Jacques Costeau. Estos ejemplares estaban vetados en casa para ella; regalos expresamente dirigidos a su hermano mayor, Cristina los robaba para poder devorarlos y so?ar.
Su amor por el mar le naci¨® despu¨¦s de pasar largas temporadas en Tampico y a trav¨¦s de los libros de aventuras y piratas de Sandok¨¢n y ¡®El Mundo Submarino¡¯ de Jacques Costeau
¡°Pienso en el planeta como si fuera una peque?a nave espacial y todos nosotros sus tripulantes; de haber una emergencia, cada pasajero tiene una responsabilidad de ayudar y de tratar de sobrevivir; y creo que estamos en ese momento: de tratar de que nuestra nave no se colapse¡±, reflexiona Mittermeier, que reconoce que cuando empez¨® en el activismo hace a?os se sent¨ªa como si estuviera gritando sola al mundo: mayday, mayday. ¡°Nuestros problemas ambientales son masivos y no vamos a ganar todas las batallas, pero un buen general, y ah¨ª est¨¢ Volod¨ªmir Zelenski para demostrarlo, es aquel que las va ganando, para poder ganar la guerra¡±, comparando la estrategia militar con la de la lucha contra el cambio clim¨¢tico.
¡°Para m¨ª lo que es m¨¢s duro es asumir que las especies en nuestro planeta son irremplazables, que una vez que las perdemos no las vamos a poder recuperar nunca jam¨¢s¡±, explica Mittermeier, que cuando acab¨® su carrera cient¨ªfica poco se imagin¨® que acabar¨ªa desarrollando su labor principalmente como fot¨®grafa. ¡°Mi primer esposo ¨CRussell Mittermeier¨C siempre llevaba una c¨¢mara; viaj¨¢bamos a lugares remotos, con tribus ind¨ªgenas y a reservas de orangutanes. Yo a veces le cargaba la Nikon y empec¨¦ a tomar fotos. La primera vez que me di cuenta de que ten¨ªa algo de facilidad para la fotograf¨ªa fue cuando ¨¦l expuso en un museo en Houston. De la misma selecci¨®n de diapositivas que les entregamos bajo su nombre, eligieron algunas de las m¨ªas¡±, explica Cristina, del que conserva el apellido y con el que tuvo tres hijos, John, Michael y Juliana.
Unas fotograf¨ªas que jam¨¢s firmar¨ªa con su nombre, pero que tambi¨¦n marcaron su destino, y que la llevaron de nuevo a la escuela a formarse, despu¨¦s de haber sido madre. ¡°Muchas veces los medios de comunicaci¨®n no est¨¢n enfocados en educarnos acerca de c¨®mo funciona nuestro planeta. Es importante que no solo informemos de los problemas, sino tambi¨¦n de las soluciones, y de c¨®mo cada especie juega un papel. La gente no va a preocuparse, a menos de que alguien le provea de esta informaci¨®n¡±, explica Mittermeier, que tiene como referente a la fot¨®grafa mexicana Graciela Iturbide.
Ahora, 25 a?os despu¨¦s del comienzo de su carrera, y haber recorrido cada oc¨¦ano, uno de sus sue?os es regresar a su pa¨ªs, del que sali¨® para casarse en 1991 y al que nunca volvi¨® a residir, y crear conciencia para proteger la biosfera en M¨¦xico: ¡°Ojal¨¢ que mis paisanos sientan, como yo, que los recursos naturales son de todos nosotros y no de un manojo de familias ricas¡±, afirma.
Para hacerlo posible, Mittermeier est¨¢ en contacto con Beta Diversidad y otras asociaciones del Golfo de California, como ORGCAS, que trabajan con las comunidades pesqueras para apoyarlas con formaci¨®n y ayudarlos a proteger la zona de la sobrepesca y las malas pr¨¢cticas que dejan al mar sin vida. La regi¨®n cuenta con m¨¢s de 35 especies diferentes de cet¨¢ceos y delfines. ¡°Vamos a tratar de salvar a la vaquita marina, que es el delf¨ªn m¨¢s peque?o del planeta, y de los que quedan solo entre seis y 10 ejemplares¡±, explica Mittermeier, que asegura que ya se trabaja para adoptar nuevos m¨¦todos para que no mueran atrapados en las redes. ¡°Es muy triste que haya tan pocos, pero mientras quede uno, queda esperanza¡±. Una foto que a¨²n Cristina no ha disparado y que retratar¨ªa, sin duda, un final feliz.
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