Estamos a tiempo de que esto no desborde. Cerremos el grifo ya
Hay que seguir demostrando que existen caminos alternativos para una vida que merezca la pena ser vivida. La realidad hace cada vez m¨¢s complicado transmitir esa visi¨®n positiva, pero nos va el futuro en ello
El cambio es necesario y urgente, pero sobre todo, posible. Podemos construir un mundo m¨¢s justo, inclusivo, igualitario y sostenible. Si caemos en la desesperanza y el s¨¢lvese quien pueda, las consecuencias ser¨¢n terribles, para todo el mundo.
No queda otra opci¨®n que seguir demostrando que existen caminos alternativos por los que transitar si queremos una vida que merezca la pena ser vivida. Aunque nuestro empe?o sea inquebrantable, la realidad a la que nos enfrentamos hace cada vez m¨¢s complicado transmitir esa visi¨®n positiva, pero nos va el futuro en ello. La situaci¨®n empeora y hay que impulsar las transiciones necesarias, aunque quienes tienen que tomar las decisiones se lo toman con calma, con mucha calma, como si tuvi¨¦ramos todo el tiempo del mundo. Pareciera que con peque?os cambios todo se fuera a arreglar, cuando en realidad necesitamos transformaciones profundas a todos los niveles. Es como si tuvi¨¦ramos una ba?era que se est¨¢ desbordando y nos dedic¨¢ramos a sacar agua con vasos.
Pareciera que con peque?os cambios todo se fuera a arreglar, cuando en realidad necesitamos transformaciones profundas a todos los niveles
S¨ª, la ba?era ya est¨¢ desbordada por el cambio clim¨¢tico, cuyas consecuencias ya est¨¢n aqu¨ª. Lo hemos visto este verano: olas de calor con miles de muertes asociadas, incendios como no se hab¨ªan conocido antes, sequ¨ªa... Desbordada porque estamos retrocediendo en cuestiones sociales en las que hab¨ªamos conseguido avances hist¨®ricos en las ¨²ltimas d¨¦cadas, poniendo de manifiesto su fragilidad y su escasa consolidaci¨®n. Desbordada por una pandemia que nos ha hecho retroceder en materia sanitaria y educativa, por poner dos ejemplos. O por la invasi¨®n a Ucrania, que ha activado una cadena de acontecimientos que ha desembocado, entre otros, en un aumento del hambre que afecta a millones de personas, especialmente en ?frica. La inflaci¨®n castiga, como siempre, a las personas m¨¢s vulnerables, mientras unos pocos se enriquecen con beneficios que dicen ca¨ªdos del cielo. Tambi¨¦n contribuye a que la ba?era se desborde toda una serie de temas en los que seguimos sin avanzar al ritmo adecuado: igualdad, movilidad sostenible, cultura democr¨¢tica y participaci¨®n ciudadana, derechos humanos...
Mientras la ba?era se desborda, en vez de cerrar el grifo para que no entre m¨¢s agua, lo que se sigue proponiendo es sacar peque?as cantidades de agua. En un momento de emergencia, achicar es necesario, aunque no puede ser la soluci¨®n del problema a largo plazo. Est¨¢ bien apagar los escaparates por la noche, sin embargo, hace a?os que esto deber¨ªa estar en marcha como parte de una pol¨ªtica ambiciosa contra el derroche de energ¨ªa. Est¨¢ bien ver c¨®mo rebajar los precios de alimentos b¨¢sicos, pero llevamos d¨¦cadas necesitando una revisi¨®n del funcionamiento de la cadena de producci¨®n y distribuci¨®n de alimentos, para hacerlas m¨¢s sostenibles y reducir su enorme impacto social y ambiental. Est¨¢ muy bien poner impuestos extraordinarios a las empresas que se est¨¢n enriqueciendo con la crisis, no obstante, nuestro sistema impositivo seguir¨¢ siendo injusto mientras no gane en progresividad y no evite que los tipos reales para los que m¨¢s tienen sean irrisorios gracias a la ingenier¨ªa fiscal.
Y no solo es que saquemos agua con recipientes de poca capacidad y durante tiempo limitado, es que algunas de las medidas tomadas en vez de reducir el nivel lo que hacen es subirlo. La subvenci¨®n indiscriminada a los carburantes es un buen ejemplo: el descuento de 20 c¨¦ntimos es el mismo tanto para la persona que utiliza su peque?o utilitario para trabajar como para el que utiliza el coche de alta gama y cilindrada para ir a comprar el pan. Por no hablar de una ayuda que beneficia a un sector que es, inequ¨ªvocamente, uno de los grandes responsables del cambio clim¨¢tico. La falta de coherencia entre las pol¨ªticas para alcanzar un desarrollo sostenible tambi¨¦n contribuye a llenar la ba?era.
?Qu¨¦ hacemos entonces? ?Cu¨¢l es la soluci¨®n? Nosotras lo tenemos claro. Tenemos una hoja de ruta transformadora para que en menos de una d¨¦cada el desarrollo sea realmente sostenible. Se llama Agenda 2030. En Espa?a, durante esta legislatura ha habido algunos avances en la materia que es justo reconocer. Tambi¨¦n los ha habido a nivel internacional. Pero es imprescindible retomarla con mayor convencimiento y rechazar viejas y peligrosas f¨®rmulas como la energ¨ªa nuclear y el aumento del gasto militar. Necesitamos, en definitiva, un cambio sustancial en las pol¨ªticas p¨²blicas que sean coherentes con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Como dice Robe Iniesta, de Extremoduro, quisi¨¦ramos que nuestra voz fuera tan fuerte que a veces retumbaran las monta?as y que los gobiernos adormecidos oyeran nuestras propuestas y las de la ciudadan¨ªa que nos impulsa. No nos queda duda -y volvemos a mostrar nuestra cara m¨¢s positiva- que si escuchan las demandas que hacemos, todav¨ªa estamos a tiempo de cerrar el grifo antes de que la casa entera se inunde.
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