Doblegar a la malaria en tiempos de coronavirus
La covid-19 ha supuesto un retroceso de una d¨¦cada en mortalidad y casos de paludismo, pero la pandemia tambi¨¦n puede verse como un modelo, pues los logros sin precedentes observados en su contenci¨®n constituyen un ejemplo a seguir
Que la pandemia de la covid-19 lleg¨® a parar el mundo es solo una verdad a medias. Porque, mientras el virus se expand¨ªa y obligaba a recluirnos en casa, otras enfermedades infecciosas de alcance similar o incluso superior siguieron su curso. Tal es el caso de la malaria, que durante estos ¨²ltimos a?os ha continuado golpeando a las poblaciones m¨¢s vulnerables del planeta, perpetuando la inequidad y las desigualdades sociales en materia de salud global.
La malaria es una infecci¨®n parasitaria cuyo agente causal, el plasmodio, lleva miles de a?os infectando al ser humano, lo que la convierte en una de las lacras m¨¢s antiguas a la que se enfrenta la sociedad. Es una de las causas de enfermedad y muerte m¨¢s importantes a nivel mundial. Los datos m¨¢s recientes muestran que provoca anualmente unos 241 millones de casos cl¨ªnicos en todo el mundo. Esto es entre dos y cuatro millones de cuadros graves y unas 627.000 muertes, especialmente en ?frica y entre los ni?os menores de cinco a?os, grupo que concentra la mayor¨ªa de las defunciones. En los primeros 15 a?os del siglo XXI pudimos asistir a una disminuci¨®n considerable en la tasa de incidencia global de la enfermedad, as¨ª como la interrupci¨®n de la transmisi¨®n y la eventual eliminaci¨®n en muchos pa¨ªses. Sin embargo, y de un modo alarmante, en los a?os previos a la pandemia, la situaci¨®n global de la lucha contra la malaria se estanc¨® en una dif¨ªcil encrucijada, con el riesgo de ver retroceder muchos de sus avances.
En ese delicado contexto, apareci¨® la pandemia del coronavirus. A su inicio, se trataron de predecir las consecuencias que podr¨ªa tener sobre la malaria, con estimaciones que indicaban que, en el peor de los casos, las muertes se podr¨ªan duplicar. Si bien se puede decir que la peor hip¨®tesis se ha evitado, los datos de 2020 indican un aumento del 12% en la mortalidad por paludismo a escala mundial, y hasta 14 millones de infecciones adicionales en comparaci¨®n con el 2019. Hasta dos tercios de esas nuevas defunciones podr¨ªa atribuirse a las interrupciones en la provisi¨®n de servicios de prevenci¨®n, diagn¨®stico y tratamiento de la enfermedad durante la crisis de la covid-19. Se ha observado que ?frica es el ¨¢rea que m¨¢s sufre los estragos de esta patolog¨ªa.
En 2020 hubo un aumento del 12% en la mortalidad por malaria a escala mundial, y hasta 14 millones de infecciones adicionales en comparaci¨®n con el 2019
Aunque en un grado inferior a las previsiones, la covid-19 ha supuesto una regresi¨®n, lo que nos ha devuelto a cifras de morbilidad y mortalidad de hace una d¨¦cada, estado del que nos costar¨¢ a?os recuperarnos por completo. En cualquier caso, es importante resaltar el tremendo esfuerzo que han realizado tanto los actores internacionales como los nacionales. Esto ha supuesto una respuesta extraordinaria para mitigar el impacto en los servicios esenciales contra la malaria de la pandemia.
Para alcanzar los ambiciosos objetivos de control y eliminaci¨®n del paludismo se necesita una nueva perspectiva que mejore nuestra comprensi¨®n de sus aspectos biol¨®gicos, as¨ª como los factores culturales, sociales y pol¨ªticos que puedan afectar a su transmisi¨®n. Adem¨¢s, es necesario optimizar el dise?o de herramientas y estrategias de nueva generaci¨®n para combatir esta enfermedad. Hay que mejorar los programas de financiaci¨®n y los sistemas de informaci¨®n y gesti¨®n de datos. Todo eso deber¨ªa correr siempre en paralelo al fortalecimiento de los sistemas sanitarios y al fomento de la cobertura sanitaria universal, precisamente porque los sistemas sanitarios son m¨¢s d¨¦biles en las zonas donde la malaria sigue siendo muy end¨¦mica.
Por otro lado, la pandemia puede verse no solo como una r¨¦mora, sino como un modelo. Los logros sin precedentes observados en su contenci¨®n constituyen un ejemplo a seguir, dada la extraordinaria velocidad en el avance de medidas preventivas y terap¨¦uticas, junto con las inusitadas estrategias colaborativas que se han presenciado a nivel mundial.
Para conseguir todo esto es imprescindible que la malaria se sit¨²e en la primera l¨ªnea de nuestras prioridades sanitarias, cosa que no ha ocurrido hasta la fecha: el hecho de que esta enfermedad afecte a las poblaciones m¨¢s indefensas de los pa¨ªses m¨¢s vulnerables, como es el caso de los ni?os africanos, puede justificar esta indiferencia. Para revertir esa situaci¨®n es necesario un cambio de mentalidad, algo a nuestro alcance, puesto que la reacci¨®n a la covid-19 tambi¨¦n nos ha ense?ado que el ¨¦xito en la lucha contra una determinada enfermedad es, a fin de cuentas, una cuesti¨®n de voluntad.
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