Por qu¨¦ no es posible cuidar del planeta sin proteger a las trabajadoras textiles
Contemplar el impacto social que el nuevo modelo de reciclaje textil trae consigo es fundamental para minimizar los da?os ambientales de la industria y mejorar la calidad de vida de sus trabajadores
Dicen que el hombre es el ¨²nico animal que tropieza dos veces en la misma piedra y parece que nos empe?amos en demostrarlo cada vez que podemos.
La industria de la moda, desde la producci¨®n del tejido hasta su uso, es la segunda m¨¢s contaminante del mundo despu¨¦s de la del petr¨®leo. Tambi¨¦n es la segunda que m¨¢s empleo proporciona despu¨¦s de la agricultura, con un 9,3% de la poblaci¨®n del planeta. Muchas veces no en las mejores condiciones.
Los problemas medioambientales van desde la sobreexplotaci¨®n de los recursos como el agua, hasta la contaminaci¨®n del suelo y emisiones de gases de efecto invernadero. Adem¨¢s, el vertido indiscriminado de tintes y otros t¨®xicos y la liberaci¨®n de microfibras durante el lavado contaminan el agua. As¨ª, m¨¢s de un mill¨®n de toneladas de desechos llegan cada a?o de los vertederos textiles, contaminando el suelo y emanando gases a la atm¨®sfera.
En la actualidad, una gran cantidad de recursos y esfuerzos se destinan a desarrollar una industria del reciclaje textil que minimice todos estos da?os. Y aunque se han conseguido grandes avances, esta labor ha generado un impacto social negativo en los trabajadores. Entonces, cabe preguntar: si estamos generando una industria pr¨¢cticamente nueva, ?no pod¨ªamos tomar en cuenta su impacto social?
Si se va a considerar a la econom¨ªa circular como un modelo a seguir, las empresas y los responsables pol¨ªticos deben contemplar su impacto social
La ciudad de Panipat, en la India, se ha convertido en el centro para el sector del reciclaje del pa¨ªs. Este emplea actualmente a unas 20.000 personas, y genera m¨¢s de 62 millones de euros en ingresos anuales. Pero si bien Panipat puede ayudar a gestionar los desechos del planeta, su impacto social deja mucho que desear.
Seg¨²n el estudio El Impacto social de la econom¨ªa circular en la cadena de valor textil, la industria del reciclaje de tres pa¨ªses: India, Espa?a y Holanda, parece seguir la estructura lineal del sector de la moda en t¨¦rminos de comportamientos y pr¨¢cticas. En esta se siguen reproduciendo los mismos desequilibrios y desigualdades sociales que vemos en toda la cadena hoy.
A pesar de ser la columna vertebral de la cadena de valor del reciclaje en la India, los trabajadores/recicladores de residuos textiles suelen estar desorganizados, sin derechos, ni voz, y en su mayor¨ªa son pobres. Adem¨¢s, desarrollan sus labores con un alto nivel de informalidad y formas de empleo no reguladas. ¡°La mayor¨ªa de estas empresas funcionan en condiciones de explotaci¨®n. Los empleados se ven obligados a subsistir con salarios baj¨ªsimos y a desempe?arse en un entorno plagado de graves riesgos laborales. Asimismo, es com¨²n el uso de mano de obra infantil¡±, registra el documento.
Una vez m¨¢s, la dimensi¨®n social se ha definido principalmente por la cantidad de puestos de trabajo creados, sin considerar el tipo de trabajo, su calidad o los potenciales impactos entre diferentes tipos de asalariados.
El estudio aborda el impacto en la sociedad de las diferentes estrategias circulares implementadas en este sector y desarrolla un marco novedoso de evaluaci¨®n: la flor SIAF-CE?, en donde cada capa de p¨¦talos representa una dimensi¨®n social y cada uno de ellos representa un indicador.
Este es un primer intento de generar un marco de evaluaci¨®n del impacto social para la circularidad, incluyendo las perspectivas de los trabajadores desde cuestiones como la desigualdad de g¨¦nero, la inclusi¨®n y la transici¨®n justa. La herramienta mide 15 indicadores compuestos y trabaja sobre las dimensiones de la calidad del trabajo (naranja), el bienestar y medios de vida (rosa) y la igualdad de g¨¦nero e inclusi¨®n (morado).
El objetivo de esta herramienta es documentar y monitorizar el desarrollo de diferentes trabajos circulares e identificar medidas para mejorar la calidad de vida de los trabajadores en este sector. Todo esto se lleva a cabo a trav¨¦s de un proceso de recopilaci¨®n de datos de los trabajadores desglosados por g¨¦nero.
Con una muestra de m¨¢s de 100 trabajadores encuestados y 40 gerentes entrevistados en India, se ha determinado el impacto social que cada uno de los eslabones de la cadena de valor del reciclaje tiene sobre estas personas. Entre sus conclusiones destacan que las condiciones laborales de las mujeres trabajadoras de este sector es significativamente peor que las de sus hom¨®logos masculinos para el mismo puesto.
La informalidad es cr¨ªticamente alta para los trabajadores de reparaci¨®n y reventa donde el nivel de informalidad y los bajos ingresos son recurrentes, as¨ª como el menor acceso a activos financieros. De esta manera, el informe es capaz de identificar a los grupos m¨¢s vulnerables, siendo las m¨¢s expuestas las trabajadoras migrantes informales activas en la reventa y el reciclaje.
Estos hallazgos muestran la necesidad de una transici¨®n justa e inclusiva hacia la econom¨ªa circular. Si se va a considerar a este nuevo modelo econ¨®mico y social como un referente a seguir, las empresas y los responsables pol¨ªticos deben trabajar de la mano para establecer una definici¨®n del impacto social que esto genera.
Aplicar el marco que propone el informe es un primer paso y una oportunidad para no volver a cometer las mismas injusticias que nos llevaron, no hace tanto, al desastre y verg¨¹enza del hundimiento del Rana Plaza.
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