Colonialismo de carbono en Kenia
Un proyecto multimillonario se enfrenta a la pol¨¦mica en el pa¨ªs africano: la ONG Survival International acusa a sus responsables de mantener ¨¢reas de conservaci¨®n de la naturaleza con m¨¦todos arbitrarios e incluso violentos
La legalidad, credibilidad y utilidad de un proyecto multimillonario para el comercio de cr¨¦ditos de carbono que fuerza a pueblos pastores de Kenia a abandonar pr¨¢cticas culturales ancestrales est¨¢n siendo cuestionadas. Un informe publicado el pasado mes de marzo por la ONG Survival International califica el plan de err¨®neo, abusivo, potencialmente peligroso, carente del verdadero consentimiento de los propietarios de las tierras y condenado al fracaso. Sin embargo, el proyecto ha conseguido el visto bueno de asesores internacionales y grandes empresas, que ya han comprado cr¨¦ditos. La organizaci¨®n impulsora de la iniciativa ha ganado millones de d¨®lares a pesar de no ser propietaria de las tierras y de no haber sido capaz de demostrar si el plan almacena carbono en el suelo, ni c¨®mo lo hace. Survival International ha diseccionado el Proyecto de Carbono de Pastizales del Norte de Kenia (NKCP por sus siglas en ingl¨¦s) dejando al descubierto sus fallos, deficiencias e incapacidad de cumplir lo que promete en su informe Blood carbon (carbono de sangre).
El proyecto, que abarca unos dos millones de hect¨¢reas de una de las regiones m¨¢s remotas y ¨¢ridas de Kenia, incluye unas 13 ¨¢reas de conservaci¨®n que habitan m¨¢s de 100.000 personas, en su mayor¨ªa de las comunidades samburu, borana, mas¨¢i y rendille. Sus habitantes dependen de los pastos naturales, y necesitan agua y otros recursos vitales para la ganader¨ªa extensiva, su medio de sustento. Habitan un ecosistema fr¨¢gil que les ha llevado a practicar un uso ind¨ªgena racional y pragm¨¢tico de los recursos y aplicar un sistema de gesti¨®n que sit¨²a a los ancianos en el puesto de mando. Actualmente, los pastores pasan apuros por las sequ¨ªas derivadas del cambio clim¨¢tico, que provocan hambrunas y la muerte de miles de cabezas de ganado.
En este contexto, la organizaci¨®n Northern Rangelands Trust (NRT) ha basado su proyecto de comercio de carbono. Fundada en 2004 por Ian Craig, NRT afirma que mejora la vida de la gente, crea y sostiene la paz y conserva el medioambiente, y presume de contar con 43 ¨¢reas de conservaci¨®n comunitarias repartidas en 63.000 kil¨®metros cuadrados (m¨¢s del 10% de la superficie terrestre de Kenia).
Su labor conservacionista ha atra¨ªdo a un sector adinerado de Occidente. Las cantidades que recibe son enormes, tanto que otras organizaciones verdes podr¨ªan ponerse todav¨ªa m¨¢s verdes, pero de envidia: solo la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ha donado aproximadamente 32 millones de d¨®lares (29 millones de euros) desde 2004. Este apoyo le ha proporcionado visibilidad como entidad dedicada a la conservaci¨®n de la naturaleza: ha sido descrita por la Uni¨®n Europea como el modelo en el que pretende basar un pr¨®ximo gran programa de financiaci¨®n de conservaci¨®n en 30 pa¨ªses africanos bajo la bandera de NaturAfrica.
Con semejante apoyo, NRT ha ido a?adiendo nuevos objetivos a su cometido conservacionista con iniciativas en el ¨¢mbito de la paz y la seguridad ¨Dque han suscitado revuelo entre los kenianos, quienes se preguntan por qu¨¦ una entidad no gubernamental tiene unidades armadas y asume un mandato que la Constituci¨®n del pa¨ªs otorga exclusivamente al Estado¨D.
El proyecto parte de la idea de que si los pastores abandonan el pastoreo tradicional por uno rotativo, la vegetaci¨®n tendr¨ªa m¨¢s posibilidades de (re)crecer. Esto favorecer¨ªa el almacenamiento de carbono en los suelos, que, vendidos como cr¨¦ditos de carbono, podr¨ªan generar entre 300 y 500 millones de d¨®lares, seg¨²n Survival
El centro estadounidense de investigaci¨®n Oakland Institute documenta la supuesta implicaci¨®n de guardas armados de NRT en ejecuciones extrajudiciales y otras violaciones de derechos humanos. Su informe asesta un golpe devastador a su imagen, afirmando que NRT y sus socios se apropiaron de tierras ancestrales de pastores a base de corrupci¨®n, violencia e intimidaci¨®n con el fin de crear y mantener ¨¢reas de conservaci¨®n de la naturaleza. Seg¨²n este informe, la organizaci¨®n puso en marcha el proyecto de carbono hace casi una d¨¦cada, cuando las cr¨ªticas contra ella comenzaron a trascender a la opini¨®n p¨²blica. Es ambicioso: parte de la idea de que si los pastores abandonan el pastoreo tradicional ¡°no planificado¡± por un pastoreo rotativo ¡°planificado¡±, la vegetaci¨®n tendr¨ªa m¨¢s posibilidades de (re)crecer. Esto favorecer¨ªa un mayor almacenamiento de carbono en los suelos de la zona, que, vendidos como cr¨¦ditos de carbono, podr¨ªan generar ingresos de entre 300 y 500 millones de d¨®lares (entre 274 y 457 millones de euros), seg¨²n estimaciones de Survival.
¡°Culturalmente destructivo¡±
Antes de ofrecer los cr¨¦ditos de carbono a los compradores, el proyecto se someti¨® al Sistema Verra de verificaci¨®n de cr¨¦ditos de carbono, que parece contar con un ¡°conjunto riguroso de reglas y requisitos¡±. La documentaci¨®n revela que los auditores nombrados para validar el proyecto batallaron durante a?os para obtener respuestas sobre los graves problemas que detectaron. Algunas dudas nunca se aclararon, pero sorprendentemente al final el proyecto se aprob¨®. Desde entonces ha generado unos 3,2 millones de cr¨¦ditos de carbono, que los agentes de NRT han estado vendiendo hasta enero de 2022. A pesar de que se desconocen los ingresos brutos que ha obtenido la organizaci¨®n, Survival calcula que ha generado entre 21 y 45 millones de d¨®lares (19 y 41 millones de euros), y que parte de los cr¨¦ditos se han transferido a empresas como Netflix y Meta.
El informe califica de ¡°deficiente¡± la credibilidad de las compensaciones de carbono y de ¡°negativo¡± su impacto en las comunidades pastoriles. El ¨¦xito (o fracaso) del proyecto depende de si logra forzar a las comunidades a aceptar un cambio radical del m¨¦todo de pastoreo tradicional que practican desde tiempos inmemoriales, adoptando el que la organizaci¨®n considera que producir¨¢ las compensaciones de carbono requeridas. Para Survival esto pondr¨ªa en peligro los medios de sustento y la seguridad alimentaria de los pastores, aparte de ser ¡°culturalmente destructivo¡±.
El ¨¦xito con que estas ONG consiguen millones para financiarse depende de si son capaces de incluir a personas blancas, bien como fundadoras, bien como miembros de sus consejos o del personal directivo
La exigencia de NRT de un cambio de pautas de pastoreo parece insensible a los problemas que experimentan los pastores con los crecientes trastornos clim¨¢ticos. Es un ejemplo t¨ªpico de lo que afrontan las comunidades en ?frica cuando se ven forzadas a desempe?ar actividades dif¨ªcilmente compatibles con su supervivencia e intereses. Para muchos kenianos concienciados, pese a que NRT se fund¨® en Kenia, su filosof¨ªa y actividades son ajenas y trasplantadas desde Europa, y reaviva una situaci¨®n colonial en que los blancos no ven nada malo en utilizar la fuerza y el dinero para introducir cambios que no benefician a las comunidades africanas, pero que alteran profundamente su vida.
Sin pruebas emp¨ªricas
En lo que respecta al proyecto de comercio de carbono, Survival ha demostrado que existe una dicotom¨ªa entre lo que afirma NRT ¡ªcon mucha ret¨®rica¡ª en la documentaci¨®n del proyecto y la realidad sobre terreno: NRT no inform¨® correctamente a las comunidades sobre sus planes y mucho menos ¡°obtuvo su consentimiento libre, previo e informado¡±. En el aspecto legal, plantea si NRT tiene derecho o no a comerciar con el carbono almacenado en el suelo de tierras que no son de su propiedad. NRT no puede eludir la acusaci¨®n de colonialismo de carbono, como tampoco pueden hacerlo las empresas contaminantes, que no ven qu¨¦ hay de malo en tratar con un intermediario en vez de hacerlo con los due?os de las tierras donde se basa el proyecto.
A pesar de todo, se plantea la cuesti¨®n de si la organizaci¨®n merece los millones de d¨®lares que le han pagado Netflix y otras empresas. En primer lugar, se?ala el informe, el proyecto se basa en la presunci¨®n de que las formas de pastoreo tradicionales causan la degradaci¨®n del suelo y de que ¨²nicamente el proyecto de carbono puede remediarlo. Y NRT no respalda con ninguna prueba emp¨ªrica la afirmaci¨®n de que la degradaci¨®n se debe al ¡°pastoreo no planificado¡±, seg¨²n el estudio de Survival.
Al mismo tiempo, la actividad principal del proyecto, el ¡°pastoreo rotativo planificado¡±, no parece que se est¨¦ realizando. ¡°La escasa informaci¨®n facilitada por el proyecto para demostrar un declive de la calidad de la vegetaci¨®n antes de iniciarse el proyecto no lo demuestra en absoluto¡±, dice el informe. ¡°En todo caso, las pruebas presentadas por NRT revelan que la calidad de la vegetaci¨®n ha empeorado¡±. Las conclusiones de Survival apuntan que esto parece indicar que el carbono almacenado en el suelo tambi¨¦n est¨¢ disminuyendo en gran parte de la zona.
Del informe se desprende que el proyecto se adhiere a la larga tradici¨®n de ONG conservacionistas en Kenia que falsean datos para asegurarse la financiaci¨®n de quienes, en Occidente, est¨¢n dispuestos a tirar de chequera. Uno no se explica c¨®mo ha sido capaz NRT de obtener el visto bueno de los consultores y una enorme cantidad de dinero de empresas. La explicaci¨®n hay que buscarla en otra parte: el ¨¦xito con que estas ONG consiguen millones para financiarse depende de si son capaces de incluir a personas blancas, bien como fundadoras, bien como miembros de sus consejos directivos. El proyecto de carbono de NRT no es diferente: falsea datos, al tiempo que su valor de verdad y su valor real son cuestionables. Uno es incapaz de decidir si el conjunto del proyecto est¨¢ basado en una mentira cuidadosamente ama?ada, obtenida mediante un algoritmo complicado, o si es lisa y llanamente una farsa.
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