De Grecia al sem¨¢foro rosa

Cientos de pancartas pend¨ªan ayer de largu¨ªsima verja de hierro forjado que rodea el Parc de la Ciutadella. Y en ellas se le¨ªan frases como esta: ¡°De la acci¨®n a la okupaci¨®n: okupemos el Parlament¡±. O esta otra: ¡°Nuestro miedo es su poder. Cuando venzamos al miedo, venceremos al poder¡±. O esta: ¡°Cerrado por demolici¨®n de derechos sociales¡±. Cartulinas, cartones, vallas, maderas, tochos, hierros. Todo serv¨ªa para trabar las tres puertas de acceso al parque de la Ciutadella, situadas en el Paseo Picasso, la calle Wellington o el paseo Pujades. Los servicios de limpieza se han afanado esta madrugada porque hoy de todo eso no queda ni rastro salvo dos cosas: un sem¨¢foro y una peque?a fuente soportada con unas cari¨¢tides pintada de color rosa y un cartoncito peque?o pendido de una farola en la que se lee: ¡°No a la ley ¨®mnibus¡±.

La polic¨ªa sigue controlando las tres puertas pero la vida retoma la normalidad alrededor del parque aunque no as¨ª en el interior: esta ma?ana numerosas furgonetas policiales estaban aparcadas y decenas de agentes pasean por los silenciosos jardines llenos de flores de lavanda sin turistas ¨C¡°?Por qu¨¦ no podemos pasar?¡±, preguntan a los agentes- y sin ciudadanos practicando footing. Los taxis, eso si, han llegado a las puertas del Parlament donde grupos de diputados que salen a fumar comentan la revuelta. Los alumnos del instituto-escuela est¨¢n en clase sin problema y el Zoo pretende reabrir sus puertas.

Queda la resaca de un d¨ªa ¨²nico y un grito de guerra que fue celebrado con j¨²bilo el mi¨¦rcoles por la tarde por muchos de los indignados que se manifestaban de asamblea en asamblea. ¡°El Gobierno griego ha dimitido en bloque¡±, ?Nosotros podremos hacerlo tambi¨¦n¡±, exclam¨® un hombre ya entrado en a?os ante la algarab¨ªa de los concentrados y el ¨¦xtasis de un hombre que vest¨ªa solo unos calzoncillos de color lila, chanclas, un clavel en el pelo y dispuesto siempre a tomar el meg¨¢fono. El hombre no aclar¨® que el primer ministro griego, Yorgos Papandreu, s¨®lo hab¨ªa expresado su voluntad de abandonar el cargo para facilitar la formaci¨®n de un nuevo Gobierno de coalici¨®n.

La divisi¨®n del movimiento qued¨® reflejada el mi¨¦rcoles por la tarde al desperdigarse por la ciudad el colectivo. Un grupo de unos 200 indignados protagoniz¨® una sentada sobre las v¨ªas del tranv¨ªa, en la parada de Ciutadella-Vila Ol¨ªmpica, junto a la puerta trasera del Zoo, en la que algunos de los j¨®venes mostraban los golpes de los porrazos. Los agentes hicieron ayer dos cargas. Adri¨¤, pelo rastas, con saco de dormir a cuestas, llevaba encima una gran carpeta con dibujos y estaba especialmente orgulloso de uno. Una ilustraci¨®n de vivos colores del palacete que acoge la c¨¢mara con el lema: ¡°Tomem (Tomemos) el Parlament¡±. Adri¨¤ mostraba el dibujo y el latigazo de la porra en el brazo. Lo mismo hac¨ªa Laura, una arquitecta, con un enorme morado junto a una axila. Dicen que quer¨ªan entorpecer el paso de los furgones policiales y que los agentes ¨Cal menos as¨ª lo muestra un video- cargaron sin raz¨®n aparente.

¡°No me pegues: tu lucha es mi lucha¡±, mostraba una chica en una peque?a pancarta con una flor rosa en el pelo. ¡°Resistencia pac¨ªfica¡±, afirmaban otros ante la doble fila de agentes que les controlaban en la parada del tranv¨ªa. Uno de los concentrados anunci¨® que se preve¨ªa una concentraci¨®n en la plaza de Sant Jaume y la sentada se disolvi¨®, a rega?adientes. Y pes¨®, sobretodo, una imagen y una frase que corri¨® como la p¨®lvora: ¡°?Artur Mas ha dicho que da carta libre a los mossos para pegar!¡±. El grupo tom¨® dos direcciones: el colectivo mayor se fue hacia la plaza y otro, ante la duda, prefiri¨® quedarse junto a la puerta principal de la Ciutadella.

Los dos colectivos se fusionaron de nuevo a las 20.30 horas en el Arc del Triomf, junto a la otra puerta del parque, y qued¨® constatada las dos caras del movimiento. Los miembros de la acampada ya hab¨ªan difundido un largu¨ªsimo comunicado por correo electr¨®nico que en la asamblea qued¨® reducido a un pu?ado de l¨ªneas. Con el meg¨¢fono en mano, un chico dijo que lamentaban ¡°gravemente¡± los incidentes; que el plan no era increpar a los diputados y que hab¨ªan contenido a la mayor¨ªa de los m¨¢s encrespados. Fue absolutamente desbordado por la asamblea con frases como ¨¦stas. ¡°?Quien genera la violencia?¡± ¡°?Gravemente? ?No exageres! ?Si no ha pasado nada¡±!; ¡°?Y los detenidos? ?Y los porrazos?¡± ¡°Est¨¢is siguiendo a los medios de comunicaci¨®n: ?Nos han comparado con el 23-F!¡±. Y un joven, de los m¨¢s aplaudidos, avis¨®: ¡°Hay que ir despacio y sin prisa. La revoluci¨®n se hace en dos d¨ªas. En Grecia llevan mucho tiempo luchando y ello podr¨ªan venir a ense?arlos¡±.

El chico del comunicado acab¨® desfilando y la idea de Grecia qued¨® como utop¨ªa. Los concentrados se fueron dispersando mientras esta vez si los polic¨ªas hab¨ªan habilitado una salida protegida con furgonas para que pudieran salir sin problemas los diputados. Sobre las 21.30, una docena de coches policiales abandon¨® el parque y pasadas las 22.00 lo hac¨ªan otros tantos ante un grupo de j¨®venes que les lanzaron insultos mientras los agentes permanec¨ªan en el interior del parque impert¨¦rritos. Un grupo se concentr¨® ante una comisar¨ªa para saber el futuro de los detenidos. No quedaba ni un indignado alrededor del parque. Y esta ma?ana, ni una pancarta, trabajadores limpiando, un sem¨¢foro rosa, un parque vac¨ªo y un movimiento partido en dos.