El Gobierno elimina el plazo de 24 horas para enterrar a un fallecido

Una mujer no tendr¨¢ que esperar 24 horas para enterrar a su hermano fallecido. Podr¨¢, adem¨¢s, elegir entre cualquier funeraria de Espa?a para que se ocupe de todo. Esta tendr¨¢ que entregarle un presupuesto gratuito y vinculante que desglose los gastos a afrontar. Si el fallecido ten¨ªa un seguro de decesos, que cubre los gastos y las gestiones, la compa?¨ªa aseguradora tendr¨¢ que ofrecer a la familia varias funerarias para elegir. As¨ª lo dice el proyecto de ley de servicios funerarios, aprobado el 17 de junio en el Consejo de Ministros. La normativa, que pasa ahora a las Cortes, busca abrir el mercado de las funerarias, un sector tradicionalmente muy cerrado y opaco; y garantizar que los ciudadanos puedan escoger la mejor empresa, la que les da un mejor precio y servicio.

Los servicios funerarios est¨¢n liberalizados desde 1997. Ese a?o se permiti¨® a las empresas privadas entrar en el sector, lo que acab¨® ¡ªal menos te¨®ricamente¡ª con el monopolio de un mercado al que no le faltan clientes (unas 380.000 personas mueren al a?o) y que cada ejercicio mueve mil millones de euros. Sin embargo, en la pr¨¢ctica, siguen existiendo trabas que obstaculizan la creaci¨®n de nuevas funerarias, y que complican que las que ya hay operen en varias comunidades o municipios. Actualmente, por ejemplo, solo puede trasladar a un fallecido una funeraria autorizada en el municipio donde se le va a enterrar o desde el que llega.

Con la nueva ley, el Gobierno prev¨¦ eliminar algunas de esas cortapisas, muchas en forma de cargas administrativas que deben afrontar las empresas. El objetivo, aseguran, es que el ahorro econ¨®mico ¡ªcifrado en unos 18,3 millones de euros al a?o para todo el sector¡ª derivado de la reforma repercuta en el consumidor.

No solo eso, la reforma tendr¨¢, seg¨²n el Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda que ha elaborado la norma junto al de Sanidad, un impacto en la competencia y en los precios. Las facilidades lograr¨¢n que entren nuevas empresas en el sector, y tambi¨¦n que las que ya existen den a los clientes precios m¨¢s competitivos. Actualmente, los gastos b¨¢sicos que supone un fallecimiento ¡ªcoche f¨²nebre, gastos del tanatorio y una corona de flores¡ª est¨¢n entre 1.800 y 2.000 euros, seg¨²n la Asociaci¨®n Nacional de Servicios Funerarios Panasef. La medida del Gobierno afectar¨¢ a las m¨¢s de 1.600 funerarias registradas en Espa?a.

Al sector, sin embargo, le incomoda la nueva ley. ¡°Estamos de acuerdo en que se eliminen cargas administrativas; pero no tantas. Hay que buscar un t¨¦rmino medio¡±, opina Carlos S¨¢nchez, secretario de Panasef. El proyecto de ley elimina para las empresas la exigencia de disponer un m¨ªnimo de personal, coches f¨²nebres o salas de velatorio para abrir un negocio. Algo que no gusta a Panasef, que sostiene que con la reforma ser¨¢ igual de f¨¢cil abrir una funeraria que una peluquer¨ªa. ¡°Esto puede provocar el nacimiento no ya de nuevas empresas, sino de intermediarios. Y si esto ocurre, en lugar de bajar los precios se incrementar¨¢n y bajar¨¢ la calidad¡±, argumenta S¨¢nchez.

Pero una de las aplicaciones m¨¢s ¨²tiles del proyecto de ley, la anulaci¨®n de la medida que prohib¨ªa trasladar al fallecido hasta 24 horas despu¨¦s de su muerte, no tiene razones econ¨®micas sino pr¨¢cticas. Ese sistema provocaba que si una persona mor¨ªa a las seis de la tarde no pudiera ser enterrada, en muchos casos, hasta dos d¨ªas despu¨¦s porque el horario del traslado ¡ªseis de la tarde del d¨ªa siguiente¡ª y el del cementerio no cuadraban.

¡°Antes se esperaba 24 horas por temas del Registro Civil, y por si no hab¨ªa una muerte efectiva. Hoy en d¨ªa hay medios suficientes para saber cuando hay muerte cerebral efectiva¡±, explican fuentes del ministerio de Econom¨ªa. La tecnolog¨ªa, que permite ver si hay actividad cardiorespiratorio o cerebral, es ahora muy superior a las de hace 40 a?os, cuando surgi¨® la medida. Adem¨¢s, con la nueva ley, explica esa misma fuente, se dejan de exigir tratamientos de conservaci¨®n para los cuerpos si no hay riesgo para la salud p¨²blica. ¡°Por razones medioambientales no es conveniente que los cad¨¢veres que no lo necesitan sean sometidos a m¨¦todos de conservaci¨®n qu¨ªmica¡±, dice.

Para el Gobierno, que define el sistema actual como ¡°obsoleto¡±, la reforma era ya muy necesaria. El desconocimiento del sector y la situaci¨®n de vulnerabilidad hacen que las familias tomen decisiones precipitadas y sin informaci¨®n. Y la organizaci¨®n del negocio de la muerte no ayuda a lo contrario, seg¨²n describe el informe sobre el impacto de la nueva ley, que realiz¨® Econom¨ªa. ¡°La gente en esos momentos paga lo que le piden al estar bajos de defensa¡±, reconoci¨® el vicepresidente primero, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba tras la aprobaci¨®n del texto.

Una din¨¢mica que, seg¨²n el Gobierno, aumenta el poder de negociaci¨®n de las funerarias y fomenta la adquisici¨®n de paquetes cerrados, con servicios no deseados o innecesarios. La nueva ley obligar¨¢ a las empresas a entregar a las familias un cat¨¢logo informativo que d¨¦ cuenta de los servicios que ofrecen, con informaci¨®n detallada y con los precios finales de todo. Incluso los impuestos. Algo que, seg¨²n el secretario general de Panasef, ahora no ocurre.

Eso comprende tambi¨¦n a las aseguradoras. Compa?¨ªas como Ocaso, Santa Luc¨ªa o Mapfre tienen un importante peso en el sector: el 60% de los fallecidos en 2009 ten¨ªa una p¨®liza de decesos, seg¨²n la patronal Unespa. Y m¨¢s all¨¢: 21 millones de personas en Espa?a est¨¢n cubiertas por los que com¨²nmente se conocen como seguros de muertos. As¨ª, estas compa?¨ªas tendr¨¢n que ofrecer a la familia del fallecido no solo los servicios de aquella funeraria con la que trabajen normalmente, sino una relaci¨®n de ellas. Eso, dice Econom¨ªa, fomentar¨¢ la libertad de elecci¨®n.

La medida no supone ning¨²n problema para las aseguradoras, seg¨²n fuentes de Unespa. De hecho, dicen, muchas compa?¨ªas ya ofrecen varias opciones seg¨²n lo contratado por el fallecido. ¡°Si hay que abrir la oferta se har¨¢. Y si al cliente no le interesa ninguna de las compa?¨ªas que le ofrecemos se le dar¨¢ su dinero para que busque el entierro que le guste¡±, explica una fuente de Unespa.

Las asociaciones de consumidores valoran la nueva ley. Sin embargo, echan de menos referencias expresas al derecho del consumidor. ¡°Deber¨ªa tambi¨¦n incluir sanciones para garantizar la libre competencia y la libertad de elecci¨®n. Es la ¨²nica manera de que las empresas no se aprovechen de la situaci¨®n de dolor de las familias que tiene que actuar con rapidez y desconocimiento¡±, explica Eugenio Rib¨®n, responsable de servicios jur¨ªdicos de CEACCU. Su organizaci¨®n propuso, adem¨¢s, que se incluyera un apartado en la ley que impidiese a los comerciales de las funerarias ¡°abordar¡± a la familia del reci¨¦n fallecido. Estas empresas suelen tener una furgoneta habilitada como oficina a la salida de los hospitales y en algunos casos, incluso, una mesa en recepci¨®n.

Pero a¨²n no es tarde para incluir ese punto. Ahora es el turno del Congreso de los Diputados, que analizar¨¢ la ley y posiblemente introduzca enmiendas. Otra de las posibles, seg¨²n fuentes del sector, tratar¨¢ de que los hospitales y geri¨¢tricos ¡ªdonde se produce el 80% de las defunciones¡ª den a las familias un listado de posibles funerarias y no solo el n¨²mero de aquella que se haya instalado a sus puertas. Medida que ya estuvo sobre la mesa en el trabajo previo al proyecto de ley.??