Un debate cl¨¢sico del verano y una fotograf¨ªa

Es verano. Y vuelve un debate cl¨¢sico desde que comenz¨® la crisis. ?Hay que subir impuestos o no? La abri¨® el lunes el ministro de Trabajo, Valeriano G¨®mez. Esta vez no ha sido el ministro de Fomento, Jos¨¦ Blanco, el primero en abrir fuego. Es lo que manda la tradici¨®n. Aunque pronto se ha subido al carro. Y esta misma ma?ana, el mismo protagonista y el secretario general de UGT, C¨¢ndido M¨¦ndez, han protagonizado una nueva sesi¨®n. G¨®mez ha insistido en que los sueldos ¡°obscenos¡± de los banqueros tendr¨ªan que tener unos impuestos m¨¢s altos. Y M¨¦ndez ha terciado en la discusi¨®n pidiendo una reforma fiscal amplia y criticando: "Sobre los impuestos se han dicho muchas soplapolleces, que si subir impuestos es de izquierdas o bajar impuestos era de derechas".

M¨¦ndez y G¨®mez han llegado a la sesi¨®n inaugural de un curso de verano sobre reformas laborales precedidos de unas palabra de la vicepresidenta Elena Salgado en las que ven¨ªa a decir que no es el momento de abrir el debate: "Hemos hecho unas modificaciones en los impuestos hace poco tiempo, ahora es necesario que el consumo se recupere y le puedo asegurar que a corto plazo no habr¨¢ ninguna modificaci¨®n de los impuestos, ni directos ni indirectos". Pero ni uno ni otro se han sentido muy concernidos por estas declaraciones de la ministra de Hacienda.

El di¨¢logo de M¨¦ndez y G¨®mez, viejos conocidos, hab¨ªa comenzado de forma informal y gestual (como puede verse en la foto) minutos antes. Las im¨¢genes hablan de una conversaci¨®n acalorada. Por el calor, m¨¢s que otra cosa. Han hablado de los largos paseos del l¨ªder sindical los fines de semana o del simb¨®lico significado que tiene que el rector de la Universidad Complutense sea el hijo del hist¨®rico dirigente comunista Santiago Carrillo, cuentan conocedores del encuentro.

El debate se ha trasladado al aula. Se trataba de hablar de reformas laborales, pero se ha acadado perorando de impuestos. Las ¡°soplapolleces¡± de M¨¦ndez se han llevado los titulares en las p¨¢ginas web. Han oscurecido la demanda de una reforma fiscal o sus ataques a la banca, a la que le ha recordado que es la segunda vez en 30 a?os que ¡°la sociedad paga los platos rotos de una crisis financiera que necesit¨® el 12% del PIB entre 1978 y 1982¡±.

Con G¨®mez las cosas estaban m¨¢s claras desde el principio. En su discurso ha habido tiempo para todo. 48 minutos. Pero lo que importaba era si contestaba a Salgado o no; si insist¨ªa en que hab¨ªa que subir los impuestos a los ¡°obscenos¡± sueldos de los directivos de banca (lo ha hecho); si apuntaba a una pr¨®xima reforma fiscal (tambi¨¦n se ha atrevido).

En la rueda de prensa posterior, el tema no ha cambiado. G¨®mez y M¨¦ndez han vuelto a hablar de impuestos. Los periodistas lo han demandado. Y all¨ª el ministro se ha alineado con Salgado. La subida fiscal tiene que ser para todos los ejecutivos, banqueros o no, que cobran mucho y no se trata de hacerlo ya, ¡°es una reflexi¨®n a largo plazo¡±. Con estas palabras ha hecho bueno el lamento de M¨¦ndez: ¡°El debate de los impuestos se plantea en verano y se olvida en oto?o¡±.