¡°La decisi¨®n ya est¨¢ tomada, no entiendo a qu¨¦ est¨¢ esperando ETA¡±
Los reclusos de la banda aguardan un comunicado en el que la organizaci¨®n anuncie su final El nerviosismo y la impaciencia cunden entre ellos
Los presos de ETA est¨¢n convencidos de que la organizaci¨®n terrorista va a anunciar de manera inminente que ha llegado el momento de ¡°cerrar el ciclo de la lucha armada¡±, de acabar con la violencia. De echar la persiana. Tan seguros est¨¢n entre ellos, seg¨²n conversaciones interceptadas en prisi¨®n, que empieza a cundir el nerviosismo y la impaciencia, incluso la ansiedad, sobre la llegada en breve de ese comunicado. ¡°La decisi¨®n ya est¨¢ tomada, no entiendo a qu¨¦ se est¨¢ esperando¡±, ha llegado a decir uno de ellos hace apenas unas semanas. La situaci¨®n de extrema debilidad de la banda ¡ªen tregua y sin atentar en Espa?a durante casi dos a?os¡ª, la decisi¨®n de la propia ETA de dejar de cobrar la extorsi¨®n del llamado ¡°impuesto revolucionario¡± ¡ªsin dinero, no funciona¡ª y las declaraciones de Arnaldo Otegi en el juicio por el llamado caso Bateragune ¡ªla estrategia de la violencia ¡°sobra y estorba¡±¡ª les han llevado a concluir que el final de la violencia llegar¨¢ a corto plazo. ¡°Si hemos dicho que se ha acabado, se ha acabado, se ha decidido¡±, insisten los presos.
Las conversaciones interceptadas entre algunos de los m¨¢s significativos de los casi 600 presos etarras en Espa?a muestran c¨®mo la firmeza que tradicionalmente mostraba este colectivo se est¨¢ resquebrajando. Esa entereza se est¨¢ transformando en des¨¢nimo, seg¨²n las informaciones que manejan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Un ¨¢nimo alica¨ªdo que los analistas policiales definen como de ¡°nerviosismo e impaciencia¡± a la espera de que la banda declare el fin de la violencia.
El final del cobro del impuesto revolucionario es visto como un paso hacia la disoluci¨®n
Las charlas de los etarras apuntan a que la decisi¨®n de acabar con la violencia, es decir, de que ETA desaparezca, ¡°ya ha sido tomada¡± para buscar desarrollar los objetivos mediante una estrategia basada exclusivamente en v¨ªas pol¨ªticas. Sin embargo, ni ellos tienen informaci¨®n fidedigna de que eso sea as¨ª ni, de momento, los servicios de informaci¨®n antiterrorista de la polic¨ªa y la Guardia Civil han podido contrastar por otras fuentes que ETA tenga la decisi¨®n de desaparecer ya tomada y que solo busque el momento adecuado para anunciar su final.
Lo que los presos dicen se basa en su propio an¨¢lisis de los movimientos de ETA, en los pasos que va ejecutando la izquierda abertzale, tanto la presa como la que act¨²a en la legalidad, y en lo que dicen sus dirigentes.
Pero, sobre todo, lo que los etarras saben muy bien es que sin dinero ninguna organizaci¨®n puede funcionar a largo plazo. Por ello, el dato m¨¢s concluyente sobre que el final est¨¢ pr¨®ximo es el fin del cobro del ¡°impuesto revolucionario¡±, su principal fuente de financiaci¨®n. Y en abril pasado, ETA mand¨® sendas cartas a las principales organizaciones de empresarios vascos (Confebask) y navarros (CEN) en las que se les anunciaba que ¡°la exigencia del pago del impuesto revolucionario que ha solido realizar queda cancelada¡± como consecuencia del alto el fuego ¡°permanente, general y verificable¡± declarado el 10 de enero anterior.
Si nosotros hemos decidido que esto se ha cambiado, se ha acabado
Parte de una conversaci¨®n interceptada a presos etarras
Ese paso, seg¨²n los informes de los investigadores de ETA, ha sido interpretado como un movimiento que lleva a un final de la banda terrorista a corto plazo, a un camino irreversible.
Los presos, adem¨¢s, interpretan lo que oyen a sus jefes y a los dirigentes de la izquierda abertzale, ya que sus antiguos canales de informaci¨®n, de conexi¨®n directa con el n¨²cleo de la banda terrorista, est¨¢n cortados. Las fuerzas de seguridad han acabado con los llamados correos de ETA a trav¨¦s de operaciones como las que dieron al traste con la estructura H-Alboka, de la que supuestamente formaban parte abogados habituales de la banda y que hac¨ªan de correo de informaciones entre la direcci¨®n de la organizaci¨®n terrorista y sus presos.
Hemos estado 50 a?os con la estrategia de la lucha armada; ahora toca cambiar de estrategia
Garikoitz Aspiazu, Txeroki
Pero interpretan lo que oyen. Y han o¨ªdo y han considerado significativas las palabras de Arnaldo Otegi en el juicio del caso Bateragune, cuando dijo eso de que la violencia ¡°sobra y estorba¡±, palabras que luego hicieron suyas otros dirigentes radicales. Y entienden que si Otegi ha dicho eso es porque ETA ha tomado la decisi¨®n de ¡°cambiar la estrategia pol¨ªtico-militar por otra basada exclusivamente en las v¨ªas pol¨ªticas¡±. Si no, conversan entre ellos, no habr¨ªa dicho algo as¨ª.
Por ello, en otra conversaci¨®n, dice uno: ¡°A ver, si nosotros hemos decidido que esto se ha cambiado, se ha acabado, se ha acabado, ?eh!, eso es lo que hemos decidido¡±. Y a?ade otro: ¡°Si hab¨ªa alguna duda, se demostr¨® en las elecciones... Ya lo decidi¨® la sociedad vasca¡±.
Y han o¨ªdo c¨®mo uno de sus jefes m¨¢s significativos, Garikoitz Aspiazu, Txeroki, aseguraba que ¡°la lucha ya no procede¡± y a?ad¨ªa: ¡°Lo mismo que hemos estado 50 a?os con la estrategia de la lucha armada, ahora nos toca cambiar de estrategia, quiz¨¢ por otros 50 a?os¡±. Txeroki, adem¨¢s, fue el hombre que desbanc¨® a aquellos que consideraba blandos en la organizaci¨®n ¡ªFrancisco Javier L¨®pez Pe?a, Thierry¡ª cuando esta decret¨® la tregua al comienzo del Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y abri¨® al llamado proceso de paz ya fracasado.
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