¡°Los partidos no pueden dejar solos a los sindicatos¡±
El exministro ve con preocupaci¨®n los ¡°ataques¡± a la escuela p¨²blica ¡°por parte de la derecha¡±
Jos¨¦ Mar¨ªa Maravall (Madrid, 1942) fue ministro de Educaci¨®n entre 1982 y 1988. Bajo su mandato se extendi¨® de facto la ense?anza obligatoria hasta los 14 a?os y el bachillerato y la FP fueron gratuitos. Regul¨® las subvenciones p¨²blicas a los centros privados (los conciertos), organiz¨® la ense?anza compensatoria y la atenci¨®n a los ni?os con necesidades educativas especiales. Ahora ve con preocupaci¨®n los ¡°ataques¡± a la escuela p¨²blica ¡°por parte de la derecha¡± y el ¡°dif¨ªcil papel en que se encuentran los sindicatos¡±. Cree que los pol¨ªticos, la izquierda, se entiende, no les est¨¢n apoyando suficientemente. Y reta a los j¨®venes: ¡°Tienen toda la raz¨®n y el derecho de estar indignados, pero no pueden decir que el PSOE y el PP son lo mismo, en educaci¨®n ha quedado patente. Si no creen en las promesas, bien, pero que echen la vista atr¨¢s. Y vean lo que han hecho unos y lo que est¨¢n haciendo otros¡±, dice, en referencia al Gobierno de Esperanza Aguirre, sobre todo.
Pregunta. ?El recorte de docentes en la escuela p¨²blica madrile?a es una cuesti¨®n de ahorro por la crisis?
Respuesta. No, la cuesti¨®n es la escuela p¨²blica. Si fuera por ahorro suprimir¨ªan las desgravaciones fiscales por escolarizar en centros privados. El objetivo es promover la concertada en detrimento de la p¨²blica. Y los sindicatos est¨¢n en una situaci¨®n dif¨ªcil. Ellos son el sost¨¦n fundamental de la p¨²blica. Deben protestar, claro, pero con cuidado para no contribuir al descr¨¦dito de la escuela, sin presentarla como algo problem¨¢tico, porque estar¨ªan abundando en el objetivo de la derecha. La voz de los partidos es la que me ha parecido m¨¢s d¨¦bil y los partidos no pueden dejar solos a los sindicatos. El PSOE ha tenido un compromiso de siempre con la escuela p¨²blica... En educaci¨®n, el PP es como Atila.
P. ?Y los estudiantes? En sus tiempos se manifestaron mucho.
R. No est¨¢n teniendo un papel activo en estas protestas.
P. ?Ad¨®nde va un pa¨ªs si la escuela p¨²blica va al desastre?
R. El fundamento de una naci¨®n es su escuela, donde se aprende tolerancia y f¨®rmulas de cohesi¨®n social y de integraci¨®n de grupos heterog¨¦neos. Este pa¨ªs ha hecho unos esfuerzos enormes en eso, por ejemplo, con los inmigrantes. La escuela y la sanidad p¨²blicas son pilares de un Estado democr¨¢tico. No se puede atentar contra eso.
P. En tiempos de crisis, ?est¨¢ justificado cobrar a las familias en algunas etapas educativas, como parece proponer Aguirre?
R. Estoy en contra de que el Estado tenga que financiar la gratuidad de la escolarizaci¨®n de cero a tres a?os y tambi¨¦n para bachillerato y FP sea cual sea el centro. Pero s¨ª tiene la obligaci¨®n de ofrecer plazas escolares de cero a tres a?os, y a partir de los 16, en una red p¨²blica, gratuita y que atienda la demanda suficientemente. Y tambi¨¦n tiene la obligaci¨®n de que esos centros p¨²blicos sean mejores que los privados. Si alguien quiere ir a un privado que vaya y pague por ¨¦l.
P. ?Pero si no hay plazas suficientes hay que subvencionar a los privados para que presten sus aulas?
R. Siempre que cumplan las condiciones establecidas de calidad, igualdad de acceso y no discriminaci¨®n.
Hay una invasi¨®n de la? escuela concertada en detrimento de la escuela p¨²blica¡±
P. La LODE se aprob¨® en su mandato y se establecieron condiciones, que no se cumplen. Los centros concertados siguen bajo las acusaciones de seleccionar su alumnado y de cobrar a los padres bajo cuerda.
R. Una de las instituciones que fallan es la Alta Inspecci¨®n, que no existe en las autonom¨ªas y es la garant¨ªa de que la ley se cumpla y de que no se la salten a la torera, como est¨¢ pasando. En esas condiciones prefiero que la ley no sobreviva y que existan solo centros p¨²blicos y privados de pago.
P. ?Otras reformas?
R. Una ley que ampare programas federales desde el Gobierno central, por ejemplo de educaci¨®n compensatoria. En EE UU existe, cada Estado tiene competencias, pero al Gobierno Federal le corresponde asegurar ciertos objetivos. En Espa?a est¨¢ muy claro, cuando la Constituci¨®n dice que a los poderes p¨²blicos les corresponde garantizar la igualdad¡ Pues no es posible que los poderes p¨²blicos sean todos menos el Gobierno de Espa?a.
P. ?Sugiere que se recuperen ciertas competencias?
R. No. Que se clarifiquen competencias que nadie ejerce. No se trata de arrebatar competencias, sino de que el Gobierno asuma aquellas que le corresponden y que no se ejercen, como la Alta Inspecci¨®n.
P. En ocasiones, como en Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa, el Gobierno observaba que las comunidades se saltaban la ley, pero no iba a tribunales. ?Qu¨¦ opina de la actuaci¨®n de esos ministerios?
R. D¨¦bil. D¨¦bil. ?C¨®mo que no pueden hacer nada? Cuando yo era ministro, al llegar a alg¨²n territorio hab¨ªa quien me preguntaba qu¨¦ hac¨ªa yo all¨ª. Yo soy el ministro de Educaci¨®n de Espa?a, les dec¨ªa. Y le aseguro que las relaciones, por ejemplo con Catalu?a, fueron muy buenas. Ellos asum¨ªan sus competencias, pero el Gobierno no hac¨ªa dejaci¨®n de las suyas. Insisto, no pido recortes ni redise?o de competencias, s¨ª un mayor activismo para ejercer competencias que siguen correspondiendo al Gobierno.
P. Pasa con los conciertos educativos. En la LOE, la ley actual, se hizo un intento para que los concertados no pudieran cobrar a los padres ni seleccionar al alumnado, pero aquellos art¨ªculos cayeron. ?Lo cambiar¨ªa?
R. Lo cambiar¨ªa para que solo existieran conciertos con aquellos centros que cubrieran necesidades reales de escolarizaci¨®n y que tuvieran la calidad exigible. La LODE lo dice, pero deb¨ªa de haberse aclarado. Los conciertos deben ser subsidiarios respecto a la ense?anza p¨²blica. Por el contrario, lo que hay ahora es una invasi¨®n de la escuela concertada en detrimento de la p¨²blica.
P. Pero si no se construyen centros p¨²blicos porque es m¨¢s caro, es la propia Administraci¨®n la que alienta los conciertos.
R. No es m¨¢s caro.
P. ?Por qu¨¦ no se construyen, entonces?
R. Porque no se ha querido. Se ha abandonado el impulso que exist¨ªa. Cuando yo sal¨ª del ministerio hab¨ªa 189 institutos en Madrid, de ellos, los socialistas hicimos en seis a?os 101.
P. ?Qu¨¦ m¨¢s cambiar¨ªa?
R. Deber¨ªa quedar bien claro que no pueden cobrarse cantidades adicionales a las familias en los centros concertados. Todos los criterios con los que se pon¨ªa coto al abuso por parte de los centros concertados han ido salt¨¢ndose a la torera. Esto deber¨ªa corregirse.
P. Se intent¨® en la LOE, pero finalmente Rubalcaba se reuni¨® con los religiosos de la ense?anza y todo qued¨® como estaba... ?Qu¨¦ es lo que pasa en este pa¨ªs con la Iglesia y la educaci¨®n?
R. No es la Iglesia, que puede llevar a medio mill¨®n de personas a la calle a protestar... El problema es que la ley queda ambigua y los tribunales han hecho una interpretaci¨®n muy sesgada.
?La actuaci¨®n de los ministerios cuando no se cumple la ley?
D¨¦bil, d¨¦bil"
P. Pero ?no ser¨¢ que los Gobiernos se amilanan cuando la Iglesia sale a la calle?
R. El problema de fondo son los acuerdos con la Santa Sede. Bastar¨ªa con revisarlos.
P. ?Hasta qu¨¦ punto es necesario, dada la actual situaci¨®n educativa?
R. Pues, tal como han ido evolucionando las cosas, ser¨ªa conveniente. Respecto a la Iglesia y la educaci¨®n, creo que no se ha recuperado un terreno que se ha ido perdiendo porque la derecha y la Iglesia juntas son como una gota malaya, d¨ªa a d¨ªa.
P. ?Ve muchas diferencias en educaci¨®n por los distintos territorios?
R. Hay dos comunidades particularmente pat¨¦ticas en educaci¨®n, Madrid y Valencia.
P. ?Peligra la educaci¨®n publica en Espa?a, concebida como un sistema de calidad?
R. Peligrar ser¨ªa una expresi¨®n melodram¨¢tica. Pero es obvio que en la concepci¨®n educativa de la derecha la escuela p¨²blica ocupa un papel secundario. Desde ese punto de vista, no espero a?os dorados. Pero creo que la p¨²blica es s¨®lida y podr¨¢ cobrar fuerzas de nuevo.
P. ?Por qu¨¦ los espa?oles opinan que la sanidad p¨²blica es la mejor y, sin embargo, en educaci¨®n est¨¢ produci¨¦ndose ese trasvase a la concertada?
R. No es culpa de los ciudadanos... La educaci¨®n ha ocupado en la pol¨ªtica un lugar completamente invisible o muy peque?o. Los debates sobre educaci¨®n y su calidad han estado mal enfocados. Y es absurdo creer que se hace pol¨ªtica educativa solo aprobando leyes. Hace tiempo hab¨ªa un impulso en la sociedad y en el mundo pol¨ªtico que se ha deshilachado. Hay que recuperarlo.
P. ?Y qu¨¦ hay de la Universidad? ?Debe ser m¨¢s cara?
R. No creo que el problema fundamental de la Universidad radique en su financiaci¨®n. Aun duplicada, todo seguir¨ªa igual si se dejaran de lado los graves problemas de su calidad, su gesti¨®n, la selecci¨®n del profesorado, el acceso de los estudiantes, de las exigencias a los unos y los otros. Debe atenderse el coste real de las ense?anzas para estudiantes de familias adineradas, porque no hay raz¨®n para que lo financien contribuyentes con ingresos inferiores. Pero es fundamental un ambicioso programa de becas para los alumnos sin recursos. ?Cu¨¢l es el programa de la derecha? Si solo se tratara de una subida de las tasas las universidades se convertir¨ªan en un refugio de las clases acomodadas. Pero tampoco puede ser un hangar donde permanecer durante 20 a?os para sacar una carrera. Los rectores tienen p¨¢nico a estas cuestiones. Eso produce m¨¢s miedo que la Iglesia cat¨®lica.
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