El rechazo de trabajadores y empresarios marca el estreno del contrato temporal

Cuando puso l¨ªmite al encadenamiento de los contratos temporales, en 2006, el Gobierno lo hizo con la intenci¨®n reducir la precariedad laboral. Tan solo cinco a?os despu¨¦s, esa inestabilidad se ha convertido en un deseo, en el reflejo de un mercado laboral gravemente enfermo necesitado de terapias de choque, sobre todo para los j¨®venes. Pero el remedio que el Ejecutivo ha pretendido insuflar en el sistema con la reforma laboral que resucita la interinidad indefinida (al menos hasta el 31 de diciembre de 2013) no ha gustado a casi nadie y hasta ha puesto de acuerdo a empresarios y trabajadores en su rechazo frontal. A falta de conocer c¨®mo repercutir¨¢ en las dram¨¢ticas estad¨ªsticas del paro, EL PA?S inicia hoy una serie de entrevistas a los principales afectados por esta medida, aprobada tambi¨¦n gracias a la abstenci¨®n del PP en el Congreso.?

El objetivo del ministro de Trabajo, Valeriano G¨®mez, es claro. Lo anunci¨® la ¨²ltima semana de agosto, cuando el Consejo de Ministros adopt¨® la reforma. ¡°Preferimos tener un trabajador temporal antes que un parado¡±, dijo, y CEOE y Cepyme ya ten¨ªan lista su reacci¨®n. El mensaje de los empresarios tambi¨¦n es sencillo. El Gobierno ha ¡°perdido una oportunidad¡± de reactivar el mercado laboral al no contemplar modificaciones relativas al contrato a tiempo parcial. Fuentes de la patronal insisten en que este modelo permitir¨ªa ¡°acercarnos a la regulaci¨®n de otros pa¨ªses y de manera que se presente como una alternativa adecuada a la contrataci¨®n temporal", que consideran "menos justificada¡±.

Los aut¨®nomos tambi¨¦n han rechazado la reforma por carecer de medidas que fomenten el autoempleo. Desde la Federaci¨®n de Trabajadores Aut¨®nomos (ATA) apuntan que, por ejemplo, ¡°se deber¨ªa haber establecido una bonificaci¨®n del 100% de la cuota a la seguridad para los j¨®venes¡± que quieran abrir una actividad. Seg¨²n Lorenzo Amor, presidente de la organizaci¨®n, ¡°se ha echado en falta un plan que facilite la incorporaci¨®n de los j¨®venes al empleo aut¨®nomo¡±. Por ello, consideran, ¡°no conseguir¨¢ reducir el n¨²mero de parados ni generar empleo estable¡±.

Preferimos tener un trabajador temporal antes que un parado Valeriano G¨®mez

Muchos expertos tampoco ven muy acertado este cambio en el modelo de contrataci¨®n. El an¨¢lisis del economista Florentino Felgueroso, docente de la Universidad de Oviedo e investigador de la Fundaci¨®n de Estudios de Econom¨ªa Aplicada (FEDEA), es sintom¨¢tico porque refleja una opini¨®n bastante difundida. En primer lugar, explica, ¡°la reforma supone un paso en una direcci¨®n contraria a la que venimos siguiendo, y tambi¨¦n un paso en una direcci¨®n equivocada¡±. A su juicio, se trata de un retroceso en la contrataci¨®n ("se empleaba ya antes de la crisis y no funcion¨®") y ¡°una forma de forma de evitar lo ineludible, es decir, la reforma de la negociaci¨®n colectiva y el contrato ¨²nico¡±. La medida puede convertirse, en definitiva, en una ¡°forma para mantener precario el empleo¡±.

Menos estabilidad

La postura de los sindicatos, si bien var¨ªa en los matices, comparte fondo y pesimismo. Las centrales no cuentan, de momento, con una estimaci¨®n de las consecuencias concretas de la reci¨¦n aprobada reforma laboral, aunque s¨ª vaticinan que, como han defendido desde el inicio, ni ayudar¨¢ a la creaci¨®n de m¨¢s puestos de trabajo, ni dar¨¢ estabilidad al empleo. Tanto para CC OO como para UGT es prematuro y resulta complicado saber c¨®mo repercutir¨¢ exactamente.

Para el secretario de Acci¨®n sindical de UGT, Toni Ferrer, el ¨²nico dato referenciable es el de los cuatro puntos en los que se rebaj¨® la temporalidad tras la reforma de 2006, cuando se limit¨® el encadenamiento de contratos temporales. Sin embargo, la situaci¨®n econ¨®mica era muy diferente a la actual y, a su juicio, no se puede pensar que la consecuencia de la nueva reforma ¨²nicamente ser¨¢ la de la subida en cuatro puntos de la temporalidad porque, tal como apunta, el ¡°stock¡± actual de temporales ya es de m¨¢s de un mill¨®n y las medidas no llevar¨¢n a los empresarios a recuperar todos estos puestos.

Para CC OO, la reforma solo contribuir¨¢ a que el "fraude" desaparezca?

Ferrer sostiene adem¨¢s que la nueva reforma ¡°externaliza los costes empresariales y los desv¨ªa al erario p¨²blico¡± por lo que, a su juicio, incluso podr¨ªa existir una competencia desleal entre los empresarios que se acojan a la reforma, con un coste social cero, y los que lo hicieron acarreando con un gasto social. ¡°Es tanto como hacer una llamada a que todo el empleo sea temporal¡±, sentencia.

Para CC OO, la reforma solo contribuir¨¢ que el ¡°fraude¡± que estaban cometiendo los empresarios (despidiendo despu¨¦s de un a?o y diez meses de contratos temporales para no tener que convertirlo en indefinido y volviendo a contratar poco despu¨¦s) desaparezca. ¡°Ahora ya podr¨¢n seguir encadenando¡±, se?alan fuentes del sindicato. La secretaria de Empleo de CC OO, Paloma L¨®pez, sostiene que aunque los contratos temporales que se convert¨ªan en indefinidos no son muchos, ¡°algunos hab¨ªa¡±. Seg¨²n los datos que maneja el sindicato, en 2011, hasta el mes de agosto, se hab¨ªan convertido en indefinidos 294.000 contratos que, en parte, proceden de la limitaci¨®n del encadenamiento de los temporales y que, con la aplicaci¨®n de la reforma, seguir¨ªan como temporales. Sin embargo, L¨®pez indica que no es posible conocer exactamente cu¨¢ntos contratos temporales se han convertido en indefinidos por el l¨ªmite del encadenamiento.