Anodinos, inodoros y aburridos
La campa?a en las redes sociales, igual de aburrida que en los m¨ªtines. Pero hay alternativas
Las campa?as electorales suelen ser sopor¨ªferas por previsibles. Desde la transici¨®n a nadie, salvo a los periodistas que rellenan las p¨¢ginas de Nacional, les preocupan lo m¨¢s m¨ªnimo los programas electorales. Son conscientes de que est¨¢n destinados a incumplirse como si en el universo de la pol¨ªtica funcionaran las leyes al rev¨¦s: si una promesa se pone sobre el papel es se?al de que se transgredir¨¢. Los candidatos lo saben perfectamente as¨ª que han decidido levitar hace tiempo sobre la realidad mediante consignas gen¨¦ricas tipo ¡°Por una Sanidad digna¡±, ¡°No dejes que la Educaci¨®n de tu hijo caiga en esas manos¡±. Y como incluso estas les parecen ya demasiado espec¨ªficas, ¨²ltimamente han optado por el vac¨ªo ideol¨®gico, obamizando sus consignas hasta hacerlas m¨¢s et¨¦reas que el propio ¨¦ter. El #peleaporloquequieres o el #sumatealcambio con las que concurren PSOE y PP, respectivamente, a los comicios del #20N son buenos ejemplos de esta pr¨¢ctica. ?Se dar¨ªa alguien cuenta si los intercambi¨¢ramos?
Ante tanta simpleza, esta campa?a ofrece, a priori, una v¨ªa de escape para el elector comprometido o comprometedor: las redes sociales. Internet no es un desconocido electoral. Desde los tiempos en que Gaspar Llamazares ensayaba m¨ªtines en Second Life ¨Caquel espacio virtual del que todo el mundo hablaba y en el que no hab¨ªa nadie- han llovido muchos post. Pero los pol¨ªticos siguen sin cogerle la medida a Internet.
En televisi¨®n, por ejemplo, lo tienen mucho m¨¢s claro. Mantienen la tradici¨®n de convocar a los ac¨®litos (generalmente cargos p¨²blicos o cesantes de cargos p¨²blicos) a los m¨ªtines, pero les avisan en el teleprompter cuando deben soltar el eslogan para el corte que emitir¨¢n teles y radios. El mitin es una mera excusa, una escenograf¨ªa montada expresamente para los treinta segundos de gloria del noticiario. En las redes sociales a¨²n no le han cogido el truquillo. Y cuando intentan soltar la frase rotunda que les eleve a trending topic les sale el tuit por la culata y las huestes cibern¨¦ticas les montan unos hashtag incendiarios.
Solo hay que ver al pobre Esteban Gonz¨¢lez Pons al que se le ha ocurrido decir lo que cualquier votante cabreado del PP te dir¨ªa tomando una ca?a: ¡°No hay ning¨²n espa?ol tan idiota que quiera la continuidad que el PSOE ha dado estos a?os¡±. La frase, pronunciada en un mitin en Valencia, brinc¨® a Twitter y se lio parda. El portavoz del PP ha tenido que excusarse en su Twitter (¡°El PSOE me acusa de insultarles. No es verdad. Pero no le voy a dar vueltas. Si alguien se siente ofendido retiro la palabra. Mis disculpas¡±) pero eso no ha impedido que le lluevan tuits de punta. Ni siquiera era un precursor en lo de atizar al voto enemigo. Ya Pedro Castro, alcalde socialista de Getafe durante d¨¦cadas, se pregunt¨® hace unos a?os porqu¨¦ ¡°tanto tonto de los cojones vota todav¨ªa a la derecha¡±, parafraseando la t¨®pica ¡°no hay nada m¨¢s tonto que un obrero vote a la derecha¡±, que hemos escuchado mil veces sin que nadie se rasgue las vestiduras. El mismo @Pedro_Castro ha aprovechado la metedura de Pons para reivindicarse en la red de microblogging y recordar que existe.
Y si Pons copia las imprecaciones a Castro, el PSOE hace lo propio con el PP a la hora de valorar la utilidad de las redes sociales y la consideraci¨®n que le merecen sus seguidores. Los responsables de la campa?a socialista han puesto en marcha un programa de puntos para los usuarios de Twitter y Facebook que contribuyan a la difusi¨®n del mensaje de su candidato, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba. Se pueden conseguir desde barras de b¨¢lsamo labial hasta tazas t¨¦rmicas. El #puntosRubalcaba recuerda la iniciativa del PP que pidi¨® a sus seguidores que le cediesen sus cuentas durante la convenci¨®n que celebr¨® en M¨¢laga. Lo de ¡°un hombre, un voto¡±, ha dado paso al mucho m¨¢s mercantilista: ¡°Un follower, una taza¡±.
En general, la campa?a en las redes sociales es tan tediosa y sus mensajes tan anodinos como en los m¨ªtines. Los aplausos y los v¨ªtores se truecan aqu¨ª en retuiteos pelotas de una legi¨®n de militantes, simpatizantes o blogueros mamporreros de uno y otro bando (PP y PSOE, fundamentalmente). Para sacar algo en claro o ingenioso hay que buscar el desliz o al que se queda fuera de juego.
Por ejemplo, el s¨¢bado d¨ªa 23, en la cuenta oficial del Partido Popular aparec¨ªa el siguiente tuit; ¡°(@PPopular No estoy aqu¨ª para cubrirte las espaldas" #sonmisamigos despu¨¦s de darme una hostia en un bar". El inquietante mensaje suscit¨® una verdadera pesquisa entre los tuiteros para descifrar su significado y qui¨¦n se escond¨ªa detr¨¢s del mismo. ?Era un l¨ªder del PP el traicionado? ?O era el traidor? ?Se trataba de una agresi¨®n f¨ªsica o solo una salida de tono? Y, sobre todo, en ?qu¨¦ bar se dirimen las conspiraciones del PP de cara a la formaci¨®n del nuevo Gobierno? Ni se molesten en buscarlo. El PP pidi¨® disculpas y retir¨® en apenas unos minutos el mensaje.
No todo est¨¢ perdido. Twitter y Facebook son remansos de ociosos, sobre todo, en horario de oficina. Y el ocio saca punta al ingenio. Seguir la campa?a electoral por algunos de los frikis m¨¢s l¨²cidos puede resultar un suced¨¢neo mucho m¨¢s gustoso que el original. Entre mis favoritos est¨¢ la @Sra_Rancio. En los pr¨®ximos d¨ªas les seguir¨¦ ofreciendo m¨¢s bibliograf¨ªa alternativa.
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