Paralizada la expulsi¨®n a Siria de dos islamistas del 11-S
En ambos casos la situaci¨®n en el pa¨ªs ha sido determinante para parar la repatriaci¨®n
Mohamed Needl, sirio de 46 a?os, cumpli¨® ocho a?os y medio de prisi¨®n por pertenencia a banda armada, una c¨¦lula yihadista a la que se vincul¨® con los atentados terroristas del 11-S, pero al salir de la c¨¢rcel le entregaron una orden de expulsi¨®n durante 10 a?os por razones ¡°de seguridad nacional¡±. Nayat, su mujer, ceut¨ª, era la due?a de la casa de Morata de Taju?a donde los terroristas montaron las bombas que acabaron con la vida de 192 personas en los cuatro trenes de Atocha el 11 de marzo de 2004. ¡°La hemos vendido por debajo de su precio para poder pagar al abogado¡±, asegura ¨¦l.
La expulsi¨®n de Needl la acord¨® el pasado mes de febrero la Delegaci¨®n del Gobierno de Madrid, pero su abogado ha conseguido paralizarla mediante la presentaci¨®n de un recurso contencioso administrativo en el juzgado n¨²mero 31 de Madrid en el que advierte de que ¡°en Siria le est¨¢ esperando primero la tortura y la c¨¢rcel, y luego la muerte, como ha ocurrido con tantos de sus compatriotas¡±. El juez todav¨ªa no se ha pronunciado.
El expreso es un hombre bajo, educado y vivaracho que habla un perfecto espa?ol. Vive en Espa?a desde hace 19 a?os, aunque no tiene la nacionalidad, y tiene cuatro hijos espa?oles. Antes de ser detenido en 2001 era el due?o de una empresa de reformas y decoraci¨®n en la que trabajaban ocho empleados. ¡°Las c¨¢rceles en Siria son centros de tortura. En seis por seis metros meten a un mont¨®n de personas. All¨ª me espera la muerte. Ya me advirti¨® el jefe de seguridad de la embajada en Madrid: ¡®T¨² te vas directamente a la c¨¢rcel nada m¨¢s llegar a Damasco¡±, asegura mientras toma un caf¨¦ en un bar cercano a su domicilio en el distrito madrile?o de Ventas.
Mohamed Needl fue juzgado y condenado junto a los miembros de la c¨¦lula del tambi¨¦n sirio Imad Eddin Barakat, Abu Dahdad. Su abogado, Jos¨¦ Luis Abascal, recuerda en el recurso que ha paralizado la expulsi¨®n que entonces fueron acusados de pertenecer a los Hermanos Musulmanes, un hecho ¡°que ni en Espa?a ni en Inglaterra es constitutivo de delito pero que conlleva una casi segura sentencia de muerte en Siria, tal y como viene advirtiendo desde hace tiempo Amnist¨ªa Internacional (AI)¡±.
AI hizo una campa?a para detener la expulsi¨®n de Mohamed Zaher, de 44 a?os, otro sirio condenado a la misma pena que Needl y miembro de la misma c¨¦lula juzgada en la Audiencia Nacional en el primer macrojuicio contra el terrorismo islamista celebrado en Espa?a tras los atentados del 11-S. ¡°Llegamos juntos a Espa?a en 1991¡±, recuerda Needl. A los dos se les acus¨® de viajar a un campo entrenamiento terrorista en Bosnia, algo que ambos niegan.
Zaher es carpintero, su mujer Habiba es ceut¨ª y tienen un hijo. ¡°En mi pa¨ªs si entras a la c¨¢rcel no ves la luz. Si tienes suerte, mueres, si no, puedes perder una mano o un ojo en la tortura¡±, declaraba a este peri¨®dico hace un a?o.
El pasado mes de abril un juzgado de Granada acord¨® paralizar su expulsi¨®n, tambi¨¦n por ¡°motivos de seguridad nacional¡±.
La situaci¨®n que se vive en Siria y la persecuci¨®n del Gobierno de Bashar Asad a los Hermanos Musulmanes ha sido determinante en la decisi¨®n, seg¨²n fuentes cercanas a la familia de Zaher.
La ley sobre libre circulaci¨®n y residencia en Espa?a de ciudadanos de la UE y de otros Estados establece que cuando la expulsi¨®n se adopte por razones de orden p¨²blico o de seguridad ciudadana deber¨¢ estar basada en la conducta personal y constituir una amenaza real, actual y suficientemente grave. Para la polic¨ªa, autora de los informes en los que se argumenta la orden de expulsi¨®n, Needl y Zaher constituyen un peligro. ¡°Solo quiero rehacer mi vida y sacar a mis cuatro hijos adelante¡±, afirma el primero.
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