Justicia con may¨²sculas
Ha resultado muy duro compartir en la Sala el sufrimiento de las v¨ªctimas ante la presencia y actitud de los m¨¢s que presuntos asesinos
Estos d¨ªas hemos seguido muy de cerca la celebraci¨®n en la Audiencia Nacional, en Madrid, del juicio contra los presuntos asesinos del compa?ero y concejal de UPN en el Ayuntamiento de Leiza, Jos¨¦ Javier M¨²gica. Su viuda, Reyes Zubeld¨ªa, con admirable valent¨ªa, honrando la memoria de su marido, ha tenido que relatar el abominable crimen en dos ocasiones culminando con un gesto sin precedentes al mirar cara a cara a los etarras. Doble testimonio desgarrador, doble momento de recuerdo doloroso y doble tambi¨¦n la indiferencia y la actitud inhumana y cruel mostrada por los terroristas de ETA.
Reyes, con su mirada de libertad y justicia les ha dicho, sin pronunciar una sola palabra, que el asesinato de Jos¨¦ Javier no ha ca¨ªdo en saco roto. Que ella, su familia y toda la sociedad navarra y espa?ola deseamos vivir en paz y en libertad y que eso se va conseguir. Su mirada ha sido la m¨¢s impresionante de las que hasta ahora jam¨¢s hab¨ªamos visto y algo que ya nunca olvidaremos.
Ha resultado muy duro compartir en la Sala el sufrimiento de las v¨ªctimas ante la presencia y actitud de los m¨¢s que presuntos asesinos de Jos¨¦ Javier. Actitud que por otra parte, ha sido la de siempre: no reconocer el tribunal que los juzga y no querer declarar nada. ?No dec¨ªan que est¨¢bamos en un tiempo nuevo? ?No dec¨ªan que hab¨ªa cesado la violencia terrorista? ?No dec¨ªan que deb¨ªa asumirse el da?o causado? ?No dec¨ªan que no se iba a causar m¨¢s dolor? Pues no, todo lo contrario, m¨¢s de lo mismo.... la misma estrategia y comportamiento.
?Alguien puede comprender que se siga actuando con el mismo desprecio ante el relato desgarrador de una esposa y madre que ha perdido a su marido? ?Alguien puede entender la indiferencia y pasividad de unos individuos que asesinan a una persona por pensar de forma diferente, por representar a sus vecinos en un ayuntamiento, en este caso el de Leiza, por ser de UPN?
En el mundo en que vivimos, y m¨¢s a¨²n en cualquier pa¨ªs democr¨¢tico, es inadmisible matar para defender unas ideas pol¨ªticas. Pa¨ªses democr¨¢ticos que garantizan adem¨¢s los derechos fundamentales, defensa y la presunci¨®n de inocencia, de los que cometen una de las mayores aberraciones que puede cometer un ser humano, como es acabar con la vida de un semejante por razones pol¨ªticas e ideol¨®gicas. Vamos, nazismo en estado puro.
Han sido muchos a?os de dolor y sangre, muchos a?os de sufrimiento y horror, que hoy no pueden ser relegados por alimentar las pretensiones y la farsa de victimismo de los terroristas y de quienes les amparan. Hace unos a?os -no nos podemos olvidar- las v¨ªctimas de ETA, las ¨²nicas v¨ªctimas, viv¨ªan pr¨¢cticamente en silencio la p¨¦rdida de un ser querido. La sociedad miraba para otro lado. ¡°Durante d¨¦cadas falt¨® una pedagog¨ªa de solidaridad con las v¨ªctimas¡±, se?ala Florencio Dom¨ªnguez, coautor de ¡°Vidas rotas¡±, que re¨²ne las semblanzas de las casi 900 v¨ªctimas de ETA. Afortunadamente, dicha situaci¨®n termin¨® y hoy en d¨ªa las v¨ªctimas son reconocidas y amparadas por un Estado de Derecho que las ha venido situando en el lugar que se merecen.
Han sido cientos de asesinatos de ciudadanos que vieron truncadas sus vidas por ser guardias civiles, militares, polic¨ªas, trabajadores, periodistas, cargos p¨²blicos, jueces; por defender un sistema democr¨¢tico; y por no sucumbir a la sinraz¨®n etarra. Por ello, el Estado de Derecho debe seguir impartiendo justicia, juzgando a los asesinos y a quienes les amparan. El silencio de los cementerios no debe perturbar la necesaria memoria y justicia que requieren las v¨ªctimas, merecedoras de una dignidad que nunca deben perder.
Dicen que las pistolas y las bombas se han silenciado, aunque ni se hayan disuelto ni las hayan entregado, pero lo que nunca podr¨¢ silenciarse y desaparecer son el recuerdo y el reconocimiento a las v¨ªctimas que ha dejado tras de s¨ª el terrorismo etarra, y cuyo ejemplo y dignidad siempre ser¨¢n uno de los pilares del fortalecimiento ¨¦tico, moral y legal de la democracia espa?ola.
La paz, como dijo el Fiscal Superior de Navarra Javier Mu?oz, parafraseando a John Russell, deber¨¢ ser con honor, y ese ¡°honor¡± debe pasar por la disoluci¨®n de ETA y entrega de las armas, por la aplicaci¨®n del C¨®digo Penal en toda su extensi¨®n, y por recomponer la situaci¨®n de las v¨ªctimas y darles satisfacci¨®n moral. Esta ser¨¢ nuestra responsabilidad y compromiso con las v¨ªctimas. El juicio contra quienes acabaron con la vida de Jos¨¦ Javier M¨²gica, aunque no devuelve al ser querido, ni al compa?ero que fue, s¨ª busca hacer justicia. Justicia con may¨²sculas.
Alberto Catal¨¢n Higueras es el presidente de Navarra y vicepresidente de UPN y Eradio Ezpeleta Iturralde es parlamentario navarro y director de seguridad de UPN
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