Zapatero, tras Su¨¢rez en Ajuria Enea
La visita del presidente recuerda a la del fundador de UCD hace 31 a?os antes de dejar el poder
Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero ser¨¢ el segundo presidente del Gobierno de la democracia espa?ola que visite el Palacio de Ajuria Enea, la residencia del lehendakari del Gobierno vasco. El primero fue Adolfo Su¨¢rez, hace casi 31 a?os. Zapatero se entrevistar¨¢ con Patxi L¨®pez, y ofrecer¨¢n una rueda de prensa conjunta. Despu¨¦s, tomar¨¢ la palabra en un acto del PSE, en un hotel de Vitoria, organizado como reconocimiento a su papel en el fin del terrorismo de ETA. Euskadi es la comunidad en la que Zapatero es m¨¢s reconocido. Su visita a Vitoria es su despedida de los socialistas vascos, con los que ha mantenido un lazo especial en su mandato.
Esta visita no tiene parang¨®n con la que realiz¨® Su¨¢rez. Zapatero visita Ajuria Enea dos semanas despu¨¦s de que ETA haya anunciado su cese definitivo y tras m¨¢s de dos a?os sin asesinatos ni atentados. Y, adem¨¢s, con una situaci¨®n econ¨®mica ins¨®lita: Euskadi est¨¢ por debajo de la media europea en desempleo.
Nada que ver con el Pa¨ªs Vasco que visit¨® Adolfo Su¨¢rez hace casi 31 a?os. El primer presidente democr¨¢tico visit¨® Ajuria Enea en el curso de una gira de tres d¨ªas a Euskadi ¡ª9, 10 y 11 de diciembre de 1980¡ª, un a?o que se cerr¨® con 92 asesinatos de ETA, en el que Euskadi encabezaba las listas de paro y mes y medio antes de que dimitiera de su cargo, el 29 de enero de 1981.
Tras su dimisi¨®n sucedieron hechos muy graves. El mismo d¨ªa de su dimisi¨®n, ETA secuestr¨® al ingeniero de la central nuclear de Lemoiz Jos¨¦ Mar¨ªa Ryan, al que asesin¨® el 6 de febrero, lo que origin¨® una gran movilizaci¨®n callejera contra ETA. Justo una semana despu¨¦s mor¨ªa en la c¨¢rcel, como consecuencia de torturas en la comisar¨ªa, el militante de ETA Joseba Arregi, lo que neutraliz¨® la movilizaci¨®n anti-ETA que hab¨ªa generado el asesinato de Ryan.
Antes, el 4 de febrero, el rey Juan Carlos visit¨® la Casa de Juntas de Gernika y sufri¨® una sonora protesta de los junteros de Herri Batasuna, que fueron desalojados por los servicios de seguridad en medio de gran tensi¨®n. Unos d¨ªas m¨¢s tarde, el 23 de febrero, el coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero asalt¨® el Congreso e invoc¨® el terrorismo y la situaci¨®n vasca como excusas para intentar un golpe de Estado.
Garaikoetxea hizo escuchar a un sorprendido Su¨¢rez el himno del PNV
La visita de Su¨¢rez al Pa¨ªs Vasco, tan s¨®lo unos d¨ªas antes de aquellas jornadas tan dram¨¢ticas, reflej¨® la enorme tensi¨®n que entonces se viv¨ªa en Euskadi, como consecuencia, sobre todo, de la virulencia del terrorismo de ETA. Y sin olvidar la desafecci¨®n del nacionalismo. En ese momento, sus reivindicaciones se centraban en el Concierto econ¨®mico y la polic¨ªa aut¨®noma, que se estaban negociando.
Desde que pis¨® Vitoria, a primera hora del 9 de diciembre de 1980, Su¨¢rez se encontr¨® con la par¨¢lisis total de la actividad de 108 Ayuntamientos guipuzcoanos y vizca¨ªnos, gobernados por el PNV, "por la total ineficacia de esta visita, que se produce sin resultados positivos en cuanto al desarrollo auton¨®mico, en el aspecto concreto de los conciertos econ¨®micos". La par¨¢lisis se materializ¨® en decretos firmados por los alcaldes y sin convocatoria previa de plenos.
En el aeropuerto de Vitoria le esper¨® a Su¨¢rez el lehendakari Carlos Garaikoetxea, del PNV, que, tras un fr¨ªo apret¨®n de manos, se?al¨® lac¨®nicamente a la prensa: "Espero que esta sea una jornada hist¨®rica, para bien, por supuesto". En el camino a Ajuria Enea, Su¨¢rez pudo ver un cartel de las juventudes del PNV que rezaba: "Su¨¢rez no eres bien recibido". El cartel concordaba con las calles, ausentes de s¨ªmbolos o de expectaci¨®n.
Ya en Ajuria Enea, Garaikoetxea le hizo escuchar, ante las escaleras, a un Su¨¢rez sorprendido, el Eusko Abendaren o Gora ta Gora, el himno del PNV en aquel momento. Por la noche, Su¨¢rez se reuni¨® con la Ejecutiva de UCD de ?lava en su peque?o piso de Vitoria. "Vengo a ver a mis compa?eros de UCD, una UCD castigada, hostigada violentamente por asesinos. S¨¦ lo que es ser hostigado y vapuleado y quiero deciros que estoy emocionado. El recuerdo de todos nuestros compa?eros muertos debe impulsarnos a sacrificarnos por nuestros principios. S¨¦ lo dif¨ªcil que es ser de UCD del Pa¨ªs Vasco", dijo.
En aquel momento, ETA pol¨ªtico-militar protagonizaba una campa?a de asesinatos contra militantes de UCD. Murieron Ram¨®n Baglietto, Jos¨¦ Ignacio Ustaran, Jaime Arrese, Felipe Extremiama y Juan de Dios Doval.
El presidente de la Diputaci¨®n invit¨® a comer al presidente y le dej¨® plantado
Al d¨ªa siguiente, los nacionalistas dieron otro plant¨®n a Su¨¢rez. Almorzaba en la Diputaci¨®n de Vizcaya, invitado por su presidente, Jos¨¦ Mar¨ªa Makua. El PNV organiz¨® una manifestaci¨®n de protesta a la llegada. A Makua, militante del PNV, sus dirigentes le exigieron que no acudiera a la comida. Makua cumpli¨® con la exigencia de su partido, pero pidi¨® a Garaikoetxea que le sustituyera para evitar el plant¨®n. Cuando Su¨¢rez abandon¨® la Diputaci¨®n, algunos grupos le gritaron.
A ¨²ltima hora del d¨ªa, ETA militar interfiri¨® la segunda edici¨®n del Telediario de TVE en Guip¨²zcoa para leer un extenso comunicado relativo a la visita de Su¨¢rez. La imagen se mantuvo sin interferencias y en el momento en que apareci¨® el presidente en la pantalla, la voz se interrumpi¨® y comenz¨® a o¨ªrse el comunicado de la banda.
Su¨¢rez estuvo en aquella visita con los partidos y con numerosas fuerzas sociales. Pocas semanas despu¨¦s, a fin de a?o, cerr¨® el acuerdo sobre el Concierto econ¨®mico y el despliegue de la Ertzaintza. Fue una de sus ¨²ltimas iniciativas importantes antes de dimitir el 29 de enero.
La explicaci¨®n la dio en la rueda de prensa con que culmin¨® su visita: "La pacificaci¨®n que desean el Gobierno espa?ol y la inmensa mayor¨ªa del pueblo vasco se va a lograr, con la dimensi¨®n de tiempo que requiera, con medidas policiales, pol¨ªticas y econ¨®micas y, fundamentalmente, con el desarrollo del Estatuto vasco".
Han pasado 30 a?os para que se inicie la pacificaci¨®n, que ve la luz con el otro presidente que visita Ajuria Enea: Zapatero. Pero se despide de una Euskadi infinitamente mejor de la que se despidi¨® Su¨¢rez.?
Cerrar la Transici¨®n
Los algo m¨¢s de 30 a?os que separan la visita de Adolfo Su¨¢rez al palacio de Ajuria Enea de la que hoy va a cursar Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero marcan un cambio de ciclo en Euskadi y el cierre del principal problema pendiente de la Transici¨®n: el terrorismo de ETA. Quiz¨¢s por eso coincida el que sean los dos ¨²nicos presidentes de Gobierno democr¨¢ticos que han visitado el palacio presidencial del Gobierno Vasco.
Su¨¢rez fue a Ajuria Enea en los a?os de plomo ¡ªen 1980 se bati¨® el r¨¦cord de asesinatos de ETA¡ª, en un intento casi a la desesperada de contribuir a sacar a Euskadi del agujero en que estaba. Protagoniz¨® una amplia ronda de contactos con partidos y fuerzas sociales para hacerse una idea m¨¢s clara de la situaci¨®n. De aquella ronda concluy¨® que ten¨ªa que tomar la iniciativa pol¨ªtica y decidi¨® impulsar el Estatuto de Gernika.
Zapatero visita una Euskadi muy distinta. Con una econom¨ªa mucho mejor que la de la media espa?ola, porque all¨ª se hizo la reconversi¨®n en los a?os 80. Y con una situaci¨®n pol¨ªtica incomparable a la de 1980. El terrorismo de ETA acaba de terminar y su relaci¨®n con el nacionalismo nada tiene que ver con la que tuvo Su¨¢rez.
Zapatero va a Vitoria a cerrar simb¨®licamente el ciclo del fin de ETA, el problema pendiente de la Transici¨®n. Una tarea que se fij¨® como prioridad en su investidura en 2004 y uno de sus ¨¦xitos m¨¢s espectaculares. Y el PSE se lo quiere reconocer.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.