Gui?os a un 15-M que en realidad inquieta
Pol¨ªticos y sindicatos se acercan a las propuestas de los indignados, pero desconf¨ªan de ellos


El t¨¦rmino es elocuente: #turur¨². As¨ª, con la almohadilla que lo convierte en etiqueta de redes sociales. Circula por Twitter como respuesta espont¨¢nea a una prohibici¨®n en campa?a electoral. El Ayuntamiento de Madrid incluy¨® Sol entre los lugares en los que no se podr¨¢n hacer manifestaciones hasta las elecciones. La Junta Electoral y la Delegaci¨®n del Gobierno deben velar por que se cumpla. Los indignados dijeron que no. Y el 4 de noviembre, a 24 horas del arranque de campa?a, varios cientos de personas se reunieron en el kil¨®metro 0 para reivindicar que son y hacen pol¨ªtica.
De pie bajo la lluvia, los asistentes quer¨ªan ¡°filosofar¡± y ¡°debatir¡± para escuchar ideas sobre su futuro y sobre las elecciones. No para pedir el voto, advierte la moderadora, solo para mostrar opciones. Hablan por turnos, micro en mano. ¡°El problema es que tenemos mucha prisa. Hay gente que exige a este movimiento que d¨¦ soluciones ya y eso no es real¡±, reflexiona un participante. Otros levantan las manos en alto como aprobaci¨®n.
El Movimiento 15-M no es la panacea ni un revulsivo instant¨¢neo. Su efecto es m¨¢s bien el de una lluvia fina, que cala despacio. Su indignaci¨®n ha conseguido, con seis meses de vida, hacer entender que el p¨²blico no es tonto, que no todo vale. Pol¨ªticos: somos vuestros jefes y os estamos haciendo un ERE, reza uno de los lemas de las pancartas.
¡°No se les pueden pedir resultados r¨¢pidos¡±, dice un economista
Quienes tomaron las plazas al filo de las elecciones regionales gozan de la simpat¨ªa general. El 73% de los ciudadanos considera que sus miembros tiene raz¨®n, seg¨²n una encuesta de Metroscopia de finales de octubre. Pero la conciencia pol¨ªtica de debates callejeros y asambleas al raso ha entrado m¨¢s en los discursos y gui?os de los dirigentes que en los contenidos de sus propuestas. Pol¨ªticos y sindicatos aplauden p¨²blicamente el fen¨®meno y prometen aprender de ¨¦l. Dos definiciones de los grandes partidos: ¡°Es un movimiento c¨ªvico extraordinario¡±, dice el PSOE. ¡°Nos han dado un toque de atenci¨®n porque no est¨¢bamos resolviendo sus problemas¡±, se?alan desde el PP.
¡°No se le puede pedir resultados r¨¢pidos, esto durar¨¢ y su efecto se ver¨¢ mejor en las pr¨®ximas elecciones¡±, asegura Arcadi Olivares, economista y activista. ¡°Es un trabajo a largo plazo, resulta dif¨ªcil cambiar las cosas en dos d¨ªas, pero el movimiento no se va a diluir¡±, a?ade Claudia ?lvarez, del equipo de comunicaci¨®n del 15-M en Barcelona.
Pronto para el fondo pero a tiempo para la forma. Las maneras de los indignados s¨ª se han contagiado: manos en alto en se?al de aprobaci¨®n, asambleas largas y participadas, sentimiento contestatario... En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, la protesta por los recortes educativos se ha te?ido de su esp¨ªritu. A los sindicatos les ha nacido un Pepito Grillo: la Red Verde. Son profesores, conectados por correo electr¨®nico, que convocan reuniones alternativas en los salones de actos de los institutos. Centrales mayoritarias y minoritarias acuden como invitados, no como anfitriones. En estos encuentros, que se extienden largas horas, aprobaron un calendario alternativo de huelgas. ¡°El movimiento de los indignados lo altera todo, muchos de los profesores interesados por la pol¨ªtica participamos en el 15-M y eso se traslada¡±, explica Chomi Cuchillos, profesor de Biolog¨ªa, de 60 a?os y miembro de Red Verde.
Hay gente que se moviliza al margen de las centrales al sentirse traicionada
Los docentes crearon la organizaci¨®n alternativa tras una asamblea convocada por Comisiones Obreras en octubre. Quer¨ªan votar y no hubo votaci¨®n. ¡°Aquello termin¨® como El Rosario de la Aurora¡±, recuerda el docente. La red paralela intent¨® imponer un segundo calendario de protestas durante la campa?a sin que hasta ahora lo haya conseguido. ¡°Influir en las actuaciones de los sindicatos ser¨ªa un gran ¨¦xito¡±, admite Cuchillos.
¡°La gente se moviliza al margen de las estructuras sindicales porque se siente traicionada, no defienden sus intereses¡±, valora Claudia ?lvarez, del 15-M. Representan al proletariado, pero han dejado fuera a otro amplio grupo, acu?ado bajo un nuevo t¨¦rmino: el precariado. Otro grito de guerra en las pancartas: Manos arriba, esto es un contrato.
¡°Determinadas formas de lucha no han sido las m¨¢s adecuadas. Nos ha ocurrido con los desempleados, con perfiles profesionales no tan definidos y con otras realidades a las que no llegamos¡±. El portavoz de CC OO, Fernando Lezcano, hace autocr¨ªtica. ¡°Son como un espejo que te ponen delante y te muestra las imperfecciones¡±. Pero ni Lezcano ni Jos¨¦ Javier Cubillo, portavoz de UGT, se sienten muy se?alados por las cr¨ªticas. ¡°Es una protesta heterog¨¦nea, dentro est¨¢ mi hija y gente de la CGT, que compite por nuestro espacio¡±, dice Lezcano. ¡°Nos pone en duda una minor¨ªa insignificante. En casi todas las provincias, sindicatos e indignados convocamos de la mano¡±, a?ade Cubillo.
Los portavoces de los dos sindicatos m¨¢s representativos admiten aire fresco pero pocos cambios en el funcionamiento. ¡°Cuando nos sentamos con patronales o Administraciones tenemos que acreditar nuestra representatividad, no podemos decirles que hemos tenido una asamblea¡±, a?ade el portavoz ugetista. ¡°Las estrategias y formas organizativas de un sindicato como el nuestro no se modifica en semanas ni en meses¡±, dice el de Comisiones.
Nos han hecho ver que hay que actuar con m¨¢s rapidez¡± Jes¨²s Caldera
¡°Nos han ayudado a ver que hay que actuar con m¨¢s rapidez. Las instituciones somos lamentablemente muy lentas pero estos movimientos empujan y nos hacen reflexionar¡±, asegura Jes¨²s Caldera, exministro socialista y presidente de la Fundaci¨®n Ideas. El PSOE ha incluido algunas de sus peticiones en el programa. Algunas con retraso, como la ley de transparencia, recogida tambi¨¦n por el PP, que los socialistas ultimaron pero no aprobaron para esta legislatura. ¡°No se ha podido tramitar, la crisis se ha llevado todo por delante", se disculpa Caldera. Tambi¨¦n incluyen la daci¨®n en pago (que supone que la entrega del bien hipotecado baste para saldar la deuda) para quienes compren una casa a partir de ahora, pero los indignados han centrado sus protestas en quienes adquirieron su piso durante el boom inmobiliario y ahora no pueden pagarlo. ¡°Es cierto que debemos hacer m¨¢s, pero no hay ni un solo miembro del PSOE que haya insultado a este movimiento¡±, concluye Caldera.
El expresidente popular Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar calific¨® al 15-M en octubre de ¡°extrema izquierda marginal¡±. El secretario nacional de Comunicaci¨®n de ese partido, Carlos Floriano, elude valorar la definici¨®n del antiguo l¨ªder: ¡°No voy a rebatir a ning¨²n compa?ero¡±. Floriano cree que el inicio del 15-M ¡°fue una llamada de atenci¨®n a todos los partidos¡± aunque su evoluci¨®n, opina, apela m¨¢s a las formaciones de izquierdas que a la suya.
¡°No nos han influido, nosotros ya defend¨ªamos sus reivindicaciones en 2007¡±, se desmarca algo Carlos Mart¨ªnez Gorriar¨¢n, n¨²mero dos de UPyD en Madrid, que diferencia entre las ¡°utop¨ªas¡± del movimiento social ¡°como intentar implantar asambleas que busquen la unanimidad¡± y el trabajo de los pol¨ªticos.
¡°Han supuesto un verdadero terremoto, a nosotros nos han mutado¡±, explica Ram¨®n Luque, responsable de pol¨ªtica electoral de IU. Su partido lleva a?os peleando por la daci¨®n en pago o un cambio en la ley electoral que la haga m¨¢s representativa. ¡°Sus peticiones no nos son ajenas, algunos ya llev¨¢bamos indignados bastante tiempo¡±, prosigue Luque. Miembros del grupo de indignados han saltado a sus listas. Alberto Garz¨®n, economista de 26 a?os, pasa de militante de base a candidato por M¨¢laga al Congreso. ¡°Est¨¢bamos demasiado institucionalizados. El 15-M ha acelerado nuestra restructuraci¨®n porque hab¨ªamos tocado fondo a nivel institucional¡±. Garz¨®n, con m¨¢s de 9.600 seguidores en Twitter, agita el debate desde las redes sociales: ¡°Esta noche tendr¨¢ lugar La Gran Farsa. La moneda se desdoblar¨¢ y sus dos caras fingir¨¢n un desacuerdo. Los aplausos los patrocina la banca¡±, escrib¨ªa el lunes pasado horas antes del debate electoral entre Alfredo P¨¦rez Rubalcaba y Mariano Rajoy.
La pol¨ªtica ha visto que hay un nuevo ¡°ecosistema¡±, seg¨²n un experto
¡°La fuerza del fen¨®meno no est¨¢ en las asambleas sino en las redes¡±, se?ala Juan Luis S¨¢nchez, periodista y experto en redes sociales que ha cubierto las protestas desde el principio para Periodismo Humano. Tres d¨ªas despu¨¦s de su nacimiento, algunas de las etiquetas que emplearon para lanzar sus mensajes ¡ª #nonosvasmos, #acampadasol (en referencia a la concentraci¨®n de Madrid) o #spanishrevolution¡ª estaban a la cabeza de los temas del momento de Twitter a escala mundial.
¡°La pol¨ªtica est¨¢ aprendiendo que hay un nuevo ecosistema, pero las instituciones tienen dif¨ªcil entrar porque un afiliado o un candidato nunca podr¨¢n medirse de igual a igual con un individuo que habla libremente¡±, seg¨²n el experto.
Equo no tiene derecho a espacios electorales en TVE. Pero ha difundido sus v¨ªdeos en internet. Es el partido que m¨¢s gente congrega en Facebook, con m¨¢s de 53.000 seguidores. Han creado una etiqueta de ¨¦xito para esta campa?a: #reiniciaeldebate. ¡°El diagn¨®stico que nos llev¨® a fundar un partido es similar al del 15-M: a desafecci¨®n de la ciudadan¨ªa a la clase pol¨ªtica, que parece instalada en otro estamento¡±, explica su candidato, Juan L¨®pez de Uralde.
Nuestros sue?os no caben en vuestras urnas, reflexiona otro de los lemas. ¡°Influir en el 20-N no es nuestro objetivo. Eso nos da igual porque reclamaremos a quien gobierne que ejecute las peticiones de los ciudadanos¡±, avisa Claudia ?lvarez. Cuando se levant¨® la acampada de Sol, un cartel colgado de la estatua ecuestre de Carlos III lanzaba el mismo aviso: Nos vamos pero sabemos el camino de vuelta.
¡°Voy a seguir siendo un activista social¡±

Jos¨¦ Coy ha cruzado la l¨ªnea. Este parado de 47 a?os encabez¨® el movimiento para frenar desahucios tras casi vivir uno en carne propia. Reside en Alcantarilla (Murcia). Ha participado en las movilizaciones del 15-M y ahora se presenta al Senado en una coalici¨®n encabezada por IU en Murcia, donde la formaci¨®n nunca ha obtenido un senador.
Pregunta. ?Sigue viviendo en la misma casa?
Respuesta. S¨ª. Le expliqu¨¦ al banco el proyecto de econom¨ªa social que estoy preparando con otros parados mayores de 45 a?os. Espero trabajar en la cooperativa de iniciativas sociales para el agroempleo. Vamos a comercializar productos agroecol¨®gicos. Buscamos una relaci¨®n directa entre agricultores y consumidores. Los peque?os labriegos murcianos tambi¨¦n est¨¢n afectados por la globalizaci¨®n.
P. ?Por qu¨¦ salta a la pol¨ªtica?
R. En pol¨ªtica he estado siempre. Ya la practicaba al reivindicar la daci¨®n en pago o m¨¢s prestaciones sociales para los parados. Yo no lo interpreto como un salto a la pol¨ªtica profesional, voy a seguir siendo un activista social.
P. ?C¨®mo se fragu¨® ese cambio?
R. Soy del Foro Social de Murcia, de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y del Foro Ciudadano. Ellos ofrecieron a los partidos una lista unitaria al Senado. Me ha costado mucho entrar, porque mi proyecto de vida es trabajar en el campo. Este no era mi objetivo.
P. ?Y por qu¨¦ lo hizo entonces?
R. Mi primera condici¨®n era que hubiera unidad entre Equo, IU y el Movimiento por Santomera, un partido local. Hicimos unas primarias, tuve 235 votos de 520. Voy en la lista con una profesora de Derecho y una sindicalista de la ense?anza. Todos venimos de la sociedad civil.
P. ?Sabe cu¨¢nto cobrar¨ªa como senador?
R. Si llego al Senado, pedir¨¦ que me rebajen el sueldo a unos 1.600 euros y que dejen el resto para una caja de resistencia de los afectados por la hipoteca.
P. ?Cu¨¢les van a ser sus principales peleas?
R. La daci¨®n en pago, la pobreza extrema, la exclusi¨®n social y los derechos laborales.
P. ?Qu¨¦ puede aportar?
R. Me interesa que en la campa?a se hable en la microeconom¨ªa, de los problemas de la gente que sufre la crisis. Llevamos mucho tiempo luchando en la calle. Hay que hacer trabajar a los senadores, que est¨¢n muy c¨®modos, viven en otro mundo. Ellos legislan a favor de los ricos, de los bancos y de los que han creado la crisis. Daremos testimonio de lo que supone estar en crisis.
P. ?Ha recibido cr¨ªticas?
R. No. Estoy en el movimiento de los indignados y en Democracia Real Ya como activista. Yo luchaba desde antes. Mi ¨²nica fecha no es 15-M.
P. ?Ve compatible el trabajo en el campo, la reivindicaci¨®n social y la pol¨ªtica?
R. Soy hiperactivo y puedo compatibilizar muchas cosas. No quiero perder la vinculaci¨®n con la tierra porque mi futuro va por ah¨ª. Lo har¨¦ compatible como sea, con las nuevas tecnolog¨ªas se puede hacer de todo.
P. ?Qu¨¦ opina su familia?
R. Mi madre a¨²n no se ha enterado. Cuando voy a las manifestaciones, me dice: "Cualquier d¨ªa te van a pegar un palo". Me ha visto en momentos complicados y en desalojos violentos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
