¡°El Estado es el problema¡±

Hotel Wellington, zona noble de Madrid, mediod¨ªa de ayer. Unas 200 personas abarrotan un amplio sal¨®n donde se ofrece una charla sobre la econom¨ªa espa?ola organizada por FAES, fundaci¨®n que preside Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y semillero ideol¨®gico del PP. Hace unas 60 horas que Mariano Rajoy ha arrasado en las elecciones. Y el acto tiene cierto morbo: frente al atronador silencio del presidente electo ¡ªcon los mercados castigando de lo lindo¡ª el denominado Observatorio Econ¨®mico de FAES aporta un recetario duro, severo, administrado por dos economistas, Juan Velarde y Juan Jos¨¦ Toribio, un representante de la patronal, Joaqu¨ªn Trigo ¡ªpresidente del Instituto de Estudios Econ¨®micos¡ª y el acicate de un ministrable, Luis de Guindos, posible vicepresidente econ¨®mico del pr¨®ximo Gobierno. Abr¨®chense los cinturones: ¡°El Estado es el problema¡±; ¡°hay que vender las empresas p¨²blicas, rebajar los costes de despido, eliminar todas las agencias p¨²blicas¡± (Trigo). ¡°Hay que cambiar el sistema de financiaci¨®n de las pensiones e introducir libertad de mercado en un grado mucho mayor que el actual en la econom¨ªa¡± (Velarde). ¡°El fracaso de las soluciones keynesianas [est¨ªmulos fiscales] es clar¨ªsimo en Espa?a¡± (Toribio). El m¨¢s suave es De Guindos: ¡°Rajoy ha lanzado un mensaje claro y di¨¢fano: austeridad y reformas para defenderse dentro del euro¡±.

De Guindos, reputado economista y exsecretario de Estado de Econom¨ªa con Aznar, expresidente de la filial espa?ola de Lehman Brothers y ahora profesor del Instituto de Empresa, plantea un escenario realista ¡ªes decir, pesimista¡ª pero con un punto de confianza sobre lo que se puede hacer. De momento, incumplir el principal punto del plan de Rajoy: ¡°El d¨¦ficit p¨²blico dif¨ªcilmente va a cumplir el objetivo de bajar al 6% del PIB¡±, dijo ayer en su presentaci¨®n.

¡°La econom¨ªa espa?ola se enfrenta a vencimientos de deuda p¨²blica y privada de unos 330.000 millones en 2012, el 30% del PIB, y con los mercados cerrados la situaci¨®n puede empeorar¡±. Sin embargo, hay esperanza: ¡°Hay que corregir los desequilibrios a base de austeridad y reformas, y para ello hay que generar confianza¡±. La magia de la confianza no falla ¨²ltimamente en ning¨²n discurso. ¡°No hemos cruzado ninguna l¨ªnea roja, lo importante es mantener la capacidad y autonom¨ªa del Gobierno para hacer lo que hay que hacer¡±.

Sobre todo dos cosas: ¡°Reforma laboral. No puede ser que cuando la actividad cae las empresas despidan autom¨¢ticamente a los trabajadores temporales. No puede ser que a una empresa cuyos ingresos caen un 50% el convenio del sector le imponga subidas salariales de la inflaci¨®n m¨¢s dos puntos¡±. Y reforma financiera: ¡°La mitad del sistema financiero necesita una nueva ronda de reestructuraci¨®n¡±.Pese a que hay quien piensa que fueron las ideas equivocadas de algunos economistas ¨Cy de Reagan y Thatcher¡ªlas que legitimaron la desregulaci¨®n de las finanzas, y fue la desregulaci¨®n de las finanzas ¨Cfinalmente apoyada tambi¨¦n por la socialdemocracia-- la que llev¨® a la explosi¨®n del cr¨¦dito que desat¨® la crisis inmobiliaria y financiera (que despu¨¦s econ¨®mica y fiscal), en el acto de Faes se respiraba ayer un ambiente muy distinto. ¡°Organismos como el FMI reclaman reducir el d¨¦ficit pero no tan r¨¢pido como para que vuelva la recesi¨®n, y no tan lento como para perder credibilidad. Eso es tan f¨¢cil como matar moscas con el rabo. Y aunque fuera posible, Espa?a ya no tiene esa opci¨®n¡±, argumenta Toribio. El bi¨®grafo de Keynes, Robert Skidelsky, asegura en su ¨²ltimo libro que una econom¨ªa conmocionada ¡°se convierte en un globo que pierde aire¡±. Faes dio ayer sus recetas para volver a volar. Un personaje de El Roto tiene otra alternativa: ¡°El tinglado se desinfla. Sigan soplando¡±.