Un valor seguro... si no hay otro

El PSOE busca a la desesperada un l¨ªder que refunde el partido y lo saque del pozo en el que se ha hundido. Los resultados electorales de los ¨²ltimos seis meses han aplastado a casi todos sus dirigentes. Desde Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, candidato a la presidencia del Gobierno cuya imagen ha destrozado el 20-N, hasta los principales barones, arrinconados en la oposici¨®n de Comunidades y Ayuntamientos, con resultados penosos en la mayor¨ªa de los casos. La gesti¨®n de la crisis y el volantazo ideol¨®gico del Gobierno hacia posiciones econ¨®micas neoliberales han empujado al PSOE a su peor situaci¨®n de la reciente etapa democr¨¢tica, sin poder en la mayor¨ªa de instituciones y territorios.

En esa situaci¨®n, los socialistas se han dado dos meses para poner el partido a punto para darse impulso y escapar del s¨®tano del abismo.

El comit¨¦ federal, m¨¢ximo ¨®rgano del PSOE entre congresos, donde se dan cita todos los dirigentes con poder en Espa?a, escuch¨® ayer en silencio a Rubalcaba durante media hora. En su discurso, el candidato con peor resultado en la historia del PSOE, que compiti¨® en las peores circunstancias posibles, dej¨® algunas pistas de que no se rinde, aunque no las suficientes para saber si pelear¨¢ por dirigir el PSOE en la traves¨ªa del desierto que le espera.

Rubalcaba dedic¨® ayer muchas palabras de su intervenci¨®n a la esperanza: ¡°No hay derechizaci¨®n de la sociedad espa?ola. El PP se ha quedado a medio mill¨®n de votos de los que alcanz¨® el PSOE en 2008. Si el PSOE aglutina los votos de la mayor¨ªa progresista del pa¨ªs, puede ganar las elecciones generales. El PP no ha conseguido superar el techo electoral en las mejores condiciones para haberlo hecho. Si no lo ha hecho ahora, no lo har¨¢ nunca. Eso marcar¨¢ nuestro trabajo electoral para el futuro¡±. No entr¨® en detalles sobre el futuro porque, seg¨²n su entorno, todav¨ªa no lo tiene claro. Pero dej¨® que en su discurso asomaran algunas claves del futuro. Rubalcaba reivindic¨® el programa electoral y el proyecto pol¨ªtico con el que acudi¨® a la cita del 20-N y defendi¨® seguir en la oposici¨®n con ese proyecto que ¨¦l abandera.

Rubalcaba no dio pistas sobre si pelear¨¢ por dirigir el PSOE en la traves¨ªa del desierto que le espera.

El l¨ªder socialista reivindic¨® una salida socialdem¨®crata a la crisis con el reforzamiento del Estado de bienestar y destac¨® la necesidad de hacer una buena oposici¨®n para conseguir esa meta. El candidato que ahora se piensa si aspira a liderar el partido pas¨® de puntillas por los errores cometidos, aunque dej¨® algunas referencias autocr¨ªticas sobre aspectos que se pod¨ªan haber corregido y mejorado en la acci¨®n del Gobierno y en su estrategia electoral. Asumi¨® la derrota ¡°en primera persona¡± porque era el cabeza de lista, pero de sus palabras no se pudo deducir que, tras la frustrante aventura electoral, tenga deseos de abandonar la primera l¨ªnea del partido y renunciar a competir por el liderazgo. Tampoco lo contrario.

Entre sus gui?os a unos y a otros destacaron tres:

1.- Su loa a las virtudes de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero como jefe del partido que supo integrar ¡ª¡°un ejemplo de esa integraci¨®n soy yo¡±, ironiz¨®¡ª, como jefe del Gobierno que supo dar un impulso a los derechos sociales y civiles en Espa?a durante la primera legislatura, y como gestor de una crisis que supo poner los intereses generales por encima de los del partido.

2.- Su apoyo entusiasta a Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, presidente andaluz, jefe de la delegaci¨®n m¨¢s poderosa en los ¨®rganos principales del partido que decidir¨¢n el futuro, y candidato en unas elecciones que todos los expertos dan por perdidas para el PSOE.

3.- Su apuesta por un proceso abierto y participativo para la elecci¨®n del nuevo l¨ªder del PSOE: ¡°Escuchar, hacer y explicar es mucho m¨¢s que un lema de campa?a. Es la forma de hacer pol¨ªtica en el futuro, no vamos a poder hacer las cosas de otra manera. Es lo que creo que reclaman los militantes, que les escuchemos, que hagamos y que les expliquemos; marca un futuro del que debemos aprender (...). Sabemos por experiencia que cuanto m¨¢s abierto sea el congreso, m¨¢s debate y m¨¢s participativo, tanto mejor para el PSOE¡±.

El misterio contin¨²a. Sus palabras no le delatan. Rubalcaba no se rinde. Ha decidido escuchar a los que decidir¨¢n el futuro del PSOE para decidir su propio futuro. Y los que hablaron ayer no le aclararon demasiado qu¨¦ hacer. Ensalzaron su trabajo durante la campa?a electoral y no le culparon de la derrota. Saben que es un valor seguro... si no hay otro.