El otro inquilino del Valle de los Ca¨ªdos

Una l¨¢pida de piedra caliza decora el chafl¨¢n de un edificio de la madrile?a calle de G¨¦nova. Bajo un ¨¢ngel de alas abiertas sobre una estrella de cuatro puntas una leyenda reza: "Aqu¨ª en esta casa naci¨® Jos¨¦ Antonio". Y en n¨²meros romanos se lee la fecha del 24 de abril de 1903. La frase da noticia de un abogado, parlamentario e ide¨®logo madrile?o cuyo recuerdo, de manera voluntaria o impuesta, transformado en s¨ªmbolo, ocup¨® las mentes de millones de espa?oles durante d¨¦cadas.

Este 20 de noviembre se han cumplido 75 a?os de su fusilamiento en la c¨¢rcel de Alicante, a los 33 a?os. Concluida la Guerra Civil su cuerpo, llevado a hombros desde la ciudad levantina hasta El Escorial en 1939, permaneci¨® en el monasterio hasta 1959 y fue enterrado veinte a?os despu¨¦s a los pies del altar mayor de la entonces reci¨¦n construida bas¨ªlica del Valle de los Ca¨ªdos, bajo la sierra del Guadarrama. Frente al lugar que ocupan sus despojos ser¨ªan sepultados en 1975 los del general Francisco Franco. Para unos, la figura de Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera cobrar¨ªa rango heroico. Otros la percibir¨ªan como flagelo insufrible, tras apropiarse de su legado ideol¨®gico el dictador. Ninguno de los dos c¨¦lebres sepultados all¨ª se profes¨® en vida simpat¨ªa, aseguran sus bi¨®grafos.

Jos¨¦ Antonio qued¨® vinculado a la historia y al callejero de Madrid y de centenares de ciudades y pueblos de Espa?a durante d¨¦cadas. Naci¨® en un suntuoso edificio muy cerca de la madrile?a plaza de Col¨®n. Lo hizo en el seno de una familia con cinco hijos. La madre morir¨ªa cuando ¨¦l contaba apenas cinco a?os. El padre, general jerezano Miguel Primo de Rivera y Orbaneja, marqu¨¦s de Estella, ser¨ªa dictador entre 1923 y 1930. La censura cinematogr¨¢fica impidi¨® que el jerezano fuera satirizado por el filme de Buster Keaton cuyo t¨ªtulo original era simplemente "The general". En Espa?a la pel¨ªcula se tradujo por "El maquinista de la General". A la defensa de la memoria del militar aut¨®crata, muerto en el exilio en Par¨ªs en 1930, dedicar¨ªa su primog¨¦nito Jos¨¦ Antonio parte de su exigua vida pol¨ªtica -menos de tres a?os- que cobr¨® dimensi¨®n y alcance el 29 de octubre de 1933 en el teatro madrile?o de la Comedia, al fundar Falange Espa?ola. Se trataba de un partido juvenil, de corte fascista y violento, inmerso en la ¨¦poca m¨¢s agitada de la vida espa?ola y tambi¨¦n europea: el preludio de la Guerra Civil, con Hitler y Mussolini en el poder en Alemania e Italia, respectivamente, adem¨¢s de Jos¨¦ Stalin en la URSS.

Jos¨¦ Antonio estudi¨® el Bachillerato y el primer curso de Derecho en su propia casa, am¨¦n de aprender ingl¨¦s aplicadamente. Su primer trabajo fue como traductor de la empresa de automoci¨®n McFarlane. Camino de la Universidad, conoci¨® a Ram¨®n Serrano S¨²?er. Con el tiempo, su amigo y correligionario se casar¨ªa con Zita Polo, cu?ada de Franco. Serrano llegar¨ªa a ser arquitecto del r¨¦gimen franquista, ministro de Gobernaci¨®n, de Asuntos Exteriores y varias veces delegado suyo ante Hitler en su Nido de ?guilas. Una vez desaparecido Jos¨¦ Antonio, Franco convertir¨ªa la Falange, convenientemente modificada y con la aquiescencia de su cu?ado falangista, en base social y juvenil de su r¨¦gimen.

En 1925, reci¨¦n terminada la carrera de Derecho, Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera particip¨® en el Convento de las Comendadoras de Madrid en una ceremonia s¨®lo reservada a unos pocos y elegidos arist¨®cratas como ¨¦l mismo: la investidura como Caballero de la Orden de Santiago en presencia del cap¨ªtulo de la legendaria Orden Militar y del rey Alfonso XIII, mentor de la dictadura de su padre. Apuesto y elocuente, Jos¨¦ Antonio destac¨® muy joven como abogado experto en derecho hipotecario y por sus dotes de orador y tribuno. Hab¨ªa sido alumno de catedr¨¢ticos como Clemente de Diego y Gasc¨®n y Mar¨ªn. Fue diputado a Cortes. Buen gourmet, cazador y deportista, siendo miembro del Ateneo madrile?o se dot¨® de amplia cultura y prosa desenvuelta y po¨¦tica.

Su pensamiento se defin¨ªa como nacionalista, anticomunista y profundamente antiliberal. Consist¨ªa en una mezcla de conceptos olig¨¢rquicos, social-cristianos y populistas, trabada con componentes del ideario fascista mussoliniano y una est¨¦tica escenogr¨¢fica pretendidamente semejante a la del nacional-socialismo alem¨¢n. Esta multiplicidad de fuentes y elementos ideol¨®gicos determinaron el car¨¢cter interclasista de Falange, en cuyo seno coexistieron mal dos corrientes ideol¨®gicas, una de corte populista, recelosa de la oligarqu¨ªa, y otra de corte elitista-aristocr¨¢tico, que Franco se encargar¨ªa de primar frente a aqu¨¦lla. Luego, en 1937, tras la muerte de Jos¨¦ Antonio, decretar¨ªa la fusi¨®n de Falange con los tradicionalistas para crear el Movimiento Nacional, que mantuvo un discurso con componentes falangistas.

El cad¨¢ver de Jos¨¦ Antonio permaneci¨® en un monasterio de agustinos de El Escorial hasta la primavera de 1959

Jos¨¦ Antonio era primo carnal del que con el tiempo ser¨ªa luego cineasta franquista, Jos¨¦ Luis S¨¢enz de Heredia. Uno de los escasos romances conocidos de Jos¨¦ Antonio lo fue el que mantuvo con la falangista malague?a Carmen Werner, cuyas cartas de amor una amiga quemar¨ªa tiempo despu¨¦s. Otro de los amores de Jos¨¦ Antonio fue Pilar Azlor de Arag¨®n, duquesa de Luna.

En 1935 Falange Espa?ola fue ilegalizado por la conducta violenta de algunos de sus miembros, a quienes se atribuy¨®, entre varios otros, el asesinato del teniente Jos¨¦ Castillo en la calle de Augusto Figueroa. El falangista Mat¨ªas Montero hab¨ªa sido asesinado por militantes de izquierda en el barrio de Arg¨¹elles durante aquellas turbulentas fechas.

Resultado de tales sucesos fue la proscripci¨®n de Falange y el ingreso de Jos¨¦ Antonio en la madrile?a C¨¢rcel Modelo, previo a su traslado a la prisi¨®n alicantina donde morir¨ªa el 20 de noviembre de 1936 tras ser juzgado y declarado convicto de complicidad con el levantamiento golpista de Franco y Mola. Franco se neg¨® a autorizar un intento de rescate de Jos¨¦ Antonio en la c¨¢rcel de Alicante por parte de un comando de diez personas, del que formar¨ªa parte el boxeador vasco Paulino Uzcudun, y que contar¨ªa con el apoyo de un submarino italiano para la evacuaci¨®n del rescatado y otros aportes de asistencia en infraestructura provistos por el c¨®nsul alem¨¢n en Alicante.

En esa prisi¨®n, donde inicialmente goz¨® de cierta libertad de visitas ¨Cincluso dispuso de un arma de fuego que le hicieron llegar sus allegados- al morir dej¨® una maleta con efectos personales e importantes documentos pol¨ªticos en los que puntualizaba y al parecer, mitigaba, su adhesi¨®n inicial al golpe de Estado, adem¨¢s de mostrar, seg¨²n sus bi¨®grafos afectos, cierta disposici¨®n a detener la contienda. Se sabe que un emisario de Jos¨¦ Antonio hab¨ªa entablado contactos en Barcelona con el l¨ªder del Partido Sindicalista, el anarquista ?ngel Pesta?a, a quien expres¨® ciertas reticencias hacia la actitud de Franco en fechas previas al golpe militar.

De tal maleta, que adem¨¢s de los documentos conten¨ªa un mono de operario y unas gafas, se hizo cargo Indalecio Prieto, ministro socialista, que la llev¨® consigo al exilio de M¨¦xico, donde muri¨® en 1962. A trav¨¦s de un militante socialista afecto a Prieto, V¨ªctor Salazar, la maleta y los documentos, por los que durante a?os Franco pugn¨® conseguir ya que pod¨ªan resultar comprometedores, le fueron devueltos al sobrino de Jos¨¦ Antonio, Miguel Primo de Rivera y Urquijo en 1977, dos a?os despu¨¦s de la muerte del dictador.

El f¨¦retro con el cad¨¢ver de Jos¨¦ Antonio, procedente de Alicante y a hombros de relevos de j¨®venes falangistas, cruzar¨ªa por Arg¨¹elles, el mismo barrio madrile?o donde se hallaba la C¨¢rcel Modelo en la que estuvo preso en la primavera de 1936. El cortejo f¨²nebre sigui¨® en direcci¨®n a San Lorenzo de El Escorial, donde lleg¨® el 31 de noviembre de 1939. En el monasterio agustino permaneci¨® hasta la primavera de 1959 en que fue trasladado a la reci¨¦n estrenada Bas¨ªlica del Valle de los Ca¨ªdos "levantada para acoger a los h¨¦roes y m¨¢rtires de nuestra Cruzada", seg¨²n carta del dictador Francisco Franco a sus hermanos Miguel y Pilar Primo de Rivera de fecha 7 de marzo de 1959 ante la inauguraci¨®n del enorme mausoleo. Esta frase textual pone en entredicho la supuesta intenci¨®n primigenia de Franco de sepultar combatientes republicanos en el Valle de los Ca¨ªdos, hip¨®tesis que atribuy¨® al dictador tal gesto como eventual signo de benevolencia; m¨¢s bien parece haber sido una idea muy posterior a la pretensi¨®n inicial y a la construcci¨®n de la enorme cruz y templo basilical, excavado ¨¦ste 250 metros en roca viva por miles de prisioneros pol¨ªticos republicanos.

La cruz monumental fue ornamentada con gigantescas figuras de evangelistas y de v¨ªrgenes por el escultor extreme?o Juan de ?valos. Seg¨²n se?alaron entonces medios cercanos a las obras, la inhumaci¨®n forzosa de muertos en combate de ambos bandos de la Guerra Civil bien pudo obedecer a una imposici¨®n del general Dwight D. Eisenhower, presidente de Estados Unidos, como requisito pol¨ªtico previo a su visita a Espa?a en 1959, en tanto que supuesto gesto de reconciliaci¨®n de Franco hacia el bando republicano forzado por cierto pragmatismo estadounidense.

Venerado por unos y denostado por otros, incrustado en una ¨¦poca donde proliferaron potentes mitos sentimentales, incluso enemigos ac¨¦rrimos de Jos¨¦ Antonio, como el l¨ªder comunista Santiago Carrillo, reconocieron el valor de su entereza ante la muerte. Su nombre, Jos¨¦ Antonio, rotul¨® 39 a?os la Gran V¨ªa de Madrid y designa, a¨²n, nombres, calles, plazas y estatuas de toda Espa?a.