Gri?¨¢n pide al PSOE andaluz un esfuerzo ¡°tit¨¢nico¡± de movilizaci¨®n
La supervivencia electoral en Andaluc¨ªa prima sobre las discrepancias internas El presidente andaluz propone a Rajoy un dec¨¢logo de prioridades pol¨ªticas
Esta vez la direcci¨®n andaluza del PSOE no ha esperado dos meses para convocar al comit¨¦ director, el m¨¢ximo ¨®rgano entre congresos, para analizar la derrota electoral del 20-N, como ocurri¨® en mayo pasado cuando perdi¨® por primera vez en las elecciones municipales. Ese tiempo de espera sirvi¨® para que saliera el vapor de la olla a presi¨®n en la que se hab¨ªa convertido el PSOE. En tan solo 10 d¨ªas, la ejecutiva regional ha logrado que se haya producido una cierta descompresi¨®n, despu¨¦s del acuerdo alcanzado con los secretarios generales provinciales para evitar que los fuegos locales incendien el proyecto regional que dirige Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n. Un acuerdo que se escenific¨® en la foto de familia del pasado domingo por todo lo alto.
El PSOE andaluz se juega su supervivencia en las elecciones auton¨®micas de marzo y, por ahora, los dirigentes de ese partido no se han vuelto locos. Toca unidad, apretar las filas, tragarse sapos y arrimar el hombro y hacer ¡°un esfuerzo tit¨¢nico¡± de movilizaci¨®n para salir a ¡°ganar¡± las elecciones y ¡°no a pactar o a no perder¡±. Y en eso consisti¨® la reuni¨®n de ayer, en la que tambi¨¦n se abri¨® el proceso para la nominaci¨®n de Gri?¨¢n como candidato a la Junta.
Para Gri?¨¢n las auton¨®micas no solo son importantes para todos los socialistas espa?oles, sino tambi¨¦n europeos ya que lo que est¨¢ en juego, seg¨²n ¨¦l, es que Andaluc¨ªa quede como ¡°el ¨²nico referente de izquierdas en un mar conservador¡±. Aunque no ha dicho a¨²n la fecha electoral, a la responsable federal de Igualdad, Soledad Cabez¨®n, se le escap¨® en el debate posterior ¡ªa puerta cerrada¡ª la del 25 de marzo.
El secretario general culp¨® a la crisis y al ¡°aumento descomunal¡± del paro de la fuerte derrota electoral, pero tambi¨¦n se?al¨® causas propias. La primera, el de la desmovilizaci¨®n de la militancia. En su opini¨®n, ¡°no ha habido tensi¨®n electoral¡± y los socialistas han ido a las urnas ¡°con el peri¨®dico debajo del brazo¡± con los resultados ya escritos. Tambi¨¦n se quej¨® de la falta de presencia del partido en la sociedad y de la pol¨ªtica ¡°err¨¢tica¡± con los medios de comunicaci¨®n que, opin¨®, ha impedido al PSOE trasladar su mensaje.
Tambi¨¦n inst¨® a revisar ¡°estrategias¡± para hacer pol¨ªticas m¨¢s propositivas que defensivas. En este sentido, descart¨® emprender una batalla campal con el Gobierno de Mariano Rajoy, al que le ha propuesto un dec¨¢logo de prioridades a desarrollar por los dos Ejecutivos. La principal, la de combatir el paro.
Un pero puso a la campa?a desarrollada por Alfredo P¨¦rez Rubalcaba. ¡°Ha sido una campa?a envejecida y masculina¡±, subray¨®. Gri?¨¢n se mostr¨® preocupado porque la presencia paritaria de hombres y mujeres haya dejado de ser una prioridad en su partido, como se ha visto en la ¡°la primera decisi¨®n¡± del grupo parlamentario, donde los varones siguen copando los puestos de responsabilidad. En el comit¨¦ de ayer, de las 22 peticiones de intervenci¨®n tan solo tres fueron de mujeres.
Antes de las elecciones de marzo, los socialistas tienen otra cita importante, el 38? congreso federal al que Gri?¨¢n quiere que el PSOE andaluz llegue ¡°en paz¡± despu¨¦s de discutir todo lo discutible. ?Qu¨¦ significa paz? Seg¨²n Gri?¨¢n, ¡°integraci¨®n¡±, es decir, que las minor¨ªas se sientan representadas.
Las intervenciones de los secretarios provinciales fueron en la l¨ªnea de reforzar el mensaje de Gri?¨¢n, reconocer los p¨¦simos resultados pero sin darle m¨¢s vueltas. Es decir, unidad, unidad y unidad. Lo mismo hicieron los representantes andaluces en la direcci¨®n federal, Javier Barrero y Gaspar Zarr¨ªas, quien ha vuelto a asistir al comit¨¦ director una vez disuelta la agrupaci¨®n municipal de Ja¨¦n y restituidos sus lazos con Gri?¨¢n y con Susana D¨ªaz. Pero conforme el nivel de responsabilidad de los intervinientes era menor, el nivel de cr¨ªtica y de autoexigencia fue a m¨¢s. Fue el caso de Jos¨¦ Antonio P¨¦rez Tapias, de la corriente Izquierda Socialista, quien pregunt¨® por qu¨¦ no se hab¨ªan asumido responsabilidades pol¨ªticas por el fraude de los ERE y por la falta de debate sobre la reforma del sector p¨²blico que tantos votos les est¨¢ costando. En esta l¨ªnea abund¨® Manuel Pezzi, que reclam¨® ser implacables con los desmanes de los ERE.
Otros dirigentes pusieron el ¨¦nfasis en los conflictos latentes (Marisa Bustinduy) o la falta de integraci¨®n como fue el caso de la sevillana Aurora Atoche y del secretario de las Juventudes Socialistas, Juan Carlos Ruiz.
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