El programa electoral, despu¨¦s de votar
Los pol¨ªticos tienden a ocultar sus planes y a no hacer promesas en ¨¦pocas de crisis
Martes, 22 de noviembre. No hab¨ªa pasado ni d¨ªa y medio de la abrumadora victoria del Partido Popular en las elecciones y el Gobierno catal¨¢n se dispon¨ªa a celebrar su reuni¨®n semanal. Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU) hab¨ªa ganado por primera vez en su historia unas generales en Catalu?a pero no hab¨ªa tiempo para fiestas. Cada martes, comparece en el Palau de la Generalitat Francesc Homs, portavoz del Gobierno, para dar cuentas de las decisiones del Ejecutivo. Pero, ese d¨ªa, de forma inesperada, el presidente catal¨¢n Artur Mas se plant¨® ante el atril con una carpeta bajo el brazo y desmenuz¨® con la precisi¨®n de un cirujano la segunda oleada de recortes que piensa acometer en el Presupuesto de 2012.
Los ordenadores echaron humo. Mas anunci¨® que planeaba ahorrar 1.000 millones para cumplir a rajatabla la previsi¨®n del d¨¦ficit y situarlo en el 1,3%. Y que, para ello, no ten¨ªa m¨¢s remedio que pedir nuevos sacrificios a los ciudadanos. A saber: reducci¨®n del salario de los trabajadores p¨²blicos; aumento de las tarifas universitarias, del agua y del transporte y, como guinda final, un proyecto inquietante: un estudio para sopesar si se puede aplicar el copago en la sanidad. Ninguna instituci¨®n espa?ola se ha atrevido hasta ahora a tanto.
¡°Y, todas estas medidas, ?las han decidido ustedes en d¨ªa y medio?¡±, le plante¨® un periodista a Mas en su largu¨ªsima intervenci¨®n en alusi¨®n a que el plan no hab¨ªa emergido ni por asomo en la campa?a electoral. El presidente catal¨¢n olvid¨® entonces el argot futbolero ¡ª¡°?Hemos hecho un hat-trick!¡±, acert¨® a decir la noche electoral recordando su ciclo de su victoria en las auton¨®micas, municipales y generales¡ª y asegur¨® que llevaba tiempo medit¨¢ndolas. Pero s¨ª subray¨® que el resultado del 20-N, en el que CiU logr¨® el apoyo de 234.838 nuevos votantes, le ¡°legitimaba¡± para dar el paso: ¡°Hemos sido austeros y la gente pide que sigamos si¨¦ndolo¡±.
El PP coquete¨® con el plan ¡ªCiU gobierna en minor¨ªa y precisa un aliado¡ª, pero la oposici¨®n de izquierdas reaccion¨® de forma fulminante. El ecosocialista Joan Herrera le puso al nuevo paquete de ajustes nombre y apellidos: ¡°Un fraude electoral¡±. Por supuesto, Josep Antoni Duran Lleida, candidato de CiU, no hab¨ªa mencionado en campa?a que sus colegas de federaci¨®n pensaban subir la luz, el metro o las tasas universitarias. Solo hab¨ªa achacado los recortes de la Generalitat a la ¡°ruinosa¡± herencia del tripartito y al d¨¦ficit fiscal y los incumplimientos del Gobierno de Zapatero por no pagar el fondo de competitividad (1.450 millones). M¨¢s que por cualquier otra cosa, Duran sobresali¨® por decir que jornaleros andaluces que cobran el Plan de Empleo Rural (PER) se pasan el d¨ªa en el bar; por oponerse al matrimonio homosexual o por sostener que los ni?os inmigrantes bajan el nivel educativo de las aulas.
El candidato de CiU a las Elecciones Generales no hab¨ªa mencionado en campa?a que sus colegas de federaci¨®n pensaban subir la luz, el metro o las tasas universitarias
¡°?Un fraude?¡±, se pregunta Joan. B Culla, historiador y catedr¨¢tico de Historia de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona (UAB). ¡°Hay que hacer una distinci¨®n. Mas no se presentaba al 20-N y no entiendo esa airada protesta de determinados partidos. Esa falsa ingenuidad acaba siendo c¨ªnica¡±, argumenta, y a?ade: ¡°Si a Rajoy, que se presentaba, no se le ha arrancado media palabra, menos a Mas. Y a?adir¨ªa otro dato: si se estudia la pol¨ªtica comparada de Occidente ning¨²n Gobierno que tenga que someterse a unas elecciones da malas noticias antes de que se vote. Nadie se pega un disparo en el pie¡±.
Lo que ha sucedido en Catalu?a ha sido para muchos una suerte de preludio de la ¨®pera que se escenificar¨¢ en toda Espa?a si el futuro Gobierno, como ha anunciado en reiteradas ocasiones, quiere cuadrar el d¨¦ficit. Mariano Rajoy, futuro presidente, apenas ha dibujado las l¨ªneas maestras de su plan. A lo sumo, ha asegurado que mantendr¨¢ el poder adquisitivo de las pensiones, pero el resto ¡ªal margen de bajar impuestos a emprendedores y sociedades para reactivar la econom¨ªa¡ª queda en una nebulosa. El tiempo acelera las cosas y el mi¨¦rcoles inst¨® a los sindicatos a pactar una reforma laboral expr¨¦s antes de Reyes.
Escudado en las comunidades aut¨®nomas, que tienen transferidas la sanidad o la educaci¨®n, Rajoy ha logrado esquivar si tocar¨¢ los pilares del Estado del bienestar. Y, como mucho, ha insinuado que podr¨ªa derogar la actual ley antitabaco y que aguardar¨¢ a la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la ley que ampara los matrimonios homosexuales. Con un estudiado reparto de papeles de polic¨ªa bueno y polic¨ªa malo, ha sido Maria Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, quien m¨¢s ha anticipado la senda del nuevo Gobierno. ¡°Algunos van a protestar mucho cuando Rajoy diga lo que tiene que hacer para sacar el pa¨ªs adelante¡±, desliz¨® en un acto de campa?a en Ceuta. No queda al margen del desaguisado el PSOE: primero anul¨® el impuesto de patrimonio y a las puertas de las elecciones, cuando languidec¨ªa el mandato, se apresur¨® a recuperarlo.
?Nos enga?an los pol¨ªticos? ?Tanto los que prometen cosas que no cumplen como los que omiten lo que har¨¢n? ?No queda desvirtuada as¨ª la democracia? Salvo la retirada del impuesto de sucesiones, que s¨ª cumpli¨®, ni Mas ni Rajoy hicieron grandes anuncios antes asumir el poder. ?Es ¨¦tico no explicar a los electores lo que uno va a hacer? ¡°Yo no s¨¦ si es ¨¦tico. El problema es que se est¨¢ haciendo mala pol¨ªtica¡±, sostiene Victoria Camps, catedr¨¢tica de ?tica de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona (UAB). Camps echa de menos que la pol¨ªtica sea m¨¢s ¡°valiente¡± y que solo piense a corto plazo y en las pr¨®ximas elecciones. ¡°Y con la crisis, la tendencia se ha agravado¡±, dice. Contundente, critica que no ha habido en realidad una campa?a porque los partidos no han hecho ni promesas ni propuestas. Y habla tanto del PP como del PSOE. El buen hacer de la democracia descansa, a su juicio, en la confianza que despiertan las instituciones y ahora esa variable est¨¢ bajo m¨ªnimos. El ¨²ltimo bar¨®metro del Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS) apunta que est¨¢ en el punto m¨¢s bajo en 15 a?os. ¡°Tengo la sensaci¨®n de que se improvisa y se lanzan globos sondas para actuar¡±, dice Camps. ¡°Echo de menos argumentos y un rumbo claro¡±.
Jordi Mu?oz, doctor de Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad Pompeu Fabra, realiza informes poselectorales, y asegura que los estudios internacionales de toda Europa revelan que los candidatos eluden las promesas en tiempos de crisis por las previsibles restricciones. ¡°No s¨¦ si es un fraude [la actuaci¨®n de Mas], pero eso implica una disminuci¨®n de la calidad democr¨¢tica¡±, se?ala y opina que el presidente catal¨¢n, pese a estar liberado de los tiempos de unas generales, traz¨® una estrategia y jug¨® ¡°deliberadamente con el calendario¡±.
El caso de CiU es que llueve sobre mojado porque en la campa?a de las auton¨®micas de 2010 Mas asegur¨® ¡ªy lo hizo en una comida con m¨¦dicos¡ª que, si era presidente, dejar¨ªa intacta la partida de sanidad en el primer bienio de su mandato y que en el segundo investigar¨ªa como mejorar la gesti¨®n de esa ¨¢rea con el mismo presupuesto. ¡°No hab¨ªa la menor alusi¨®n en su programa a los recortes en sanidad¡±, recuerda Mu?oz. La realidad ha sido bien distinta. Al amparo del d¨¦ficit heredado, disminuy¨® un 10% el ¨¢rea de salud que ha provocado miles de despidos y la clausura de 1.500 camas hospitalarias. En mitad de campa?a, los m¨¦dicos convocaron una huelga. En el juzgado hay varias denuncias por fallecimientos vinculados a un mal funcionamiento de los hospitales.
La pol¨ªtica viaja a la velocidad de la luz porque hace solo seis a?os, en las auton¨®micas de 2006, para dar credibilidad a su discurso, el propio Mas firm¨® ante notario que no pactar¨ªa con el PP. Hoy, esa medida se antoja tan lejana que parece ciencia-ficci¨®n. Posiblemente, la democracia espa?ola, de tan s¨®lo 34 a?os, ha envejecido deprisa y quiz¨¢ ha mudado la idea original de que un elector firmaba una especie de contrato con el candidato y su programa. El mundo ha cambiado de arriba abajo y en 1982, cuando un pol¨ªtico promet¨ªa algo, era palabra de ley. El presidente Felipe Gonz¨¢lez proclam¨® en 1982 que crear¨ªa 800.000 puestos de trabajo y sacar¨ªa a Espa?a de la OTAN y, cuando lo incumpli¨®, convocando un refer¨¦ndum lleno de trampas, miles de ciudadanos lo consideraron ¡°alta traici¨®n¡±. O ?d¨®nde quedan promesas como la que hizo el presidente Zapatero en 2003 cuando asegur¨® en un mitin que ¡°apoyar¨ªa¡± el Estatuto que aprobara el Parlamento catal¨¢n? La historia le desminti¨®.
¡°Si un a?o en pol¨ªtica es una eternidad, cuatro es casi una era geol¨®gica. Pasan tantas cosas en tan poco tiempo que, por ejemplo, no creo que nadie cuando vea ahora Felipe Gonz¨¢lez, le juzgue por el tema de la OTAN¡±, dice comprensivo Culla. ¡°Quiz¨¢ hace 30 a?os la gente daba a las promesas valor de contrato pero ahora ya no es as¨ª¡±, reflexiona este catedr¨¢tico, que se define a s¨ª mismo como un ¡°enfermo¡± de la pol¨ªtica que ha ido desde hace 30 a?os a todos los congresos de los partidos y conserva todos sus programas. Antes, explica, los libritos se repart¨ªan en los m¨ªtines y en las casetas electorales. Y ahora se cuelgan como mucho en la web. Y lanza una pregunta ?Hay alguien que los lee? Pone el ejemplo del voluminoso programa de Rajoy: ¡°Es casi admirable¡±, afirma con iron¨ªa, ¡°no decir nada en tantas p¨¢ginas¡±.
Los expertos presienten, como Culla, que las campa?as se convertir¨¢n m¨¢s en pulsos entre pol¨ªticos cada vez m¨¢s tecn¨®cratas y que se apostar¨¢ por la marca y la simpat¨ªa que despierte el l¨ªder. Manda el mundo audiovisual y la imagen se impone casi m¨¢s a las ideas. El voto se convertir¨¢ en una especie de acto de fe. Jordi Mu?oz es partidario en cualquier caso de reforzar los mecanismos de control ciudadano sobre la acci¨®n pol¨ªtica. Y Javier P¨¦rez-Royo, catedr¨¢tico de Derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla, tiene a¨²n una visi¨®n m¨¢s pesimista: avisa de que desde hace dos a?os Europa se ¡°desliza¡± por un ¡°estado de excepci¨®n constitucional¡±, que ha alcanzado su m¨¢xima expresi¨®n en Grecia e Italia, y que ha sido muy intenso en Irlanda y Portugal y, sin llegar a tanto, en Espa?a. Y apunta que pese a las que decisiones de esos pa¨ªses se adoptan por los ¨®rganos democr¨¢ticamente legitimados, en realidad vienen impuestas desde fuera. ¡°Y cuando esto pasa el debate pol¨ªtico se corrompe porque la legitimaci¨®n democr¨¢tica sigue siendo condici¨®n necesaria, pero no ya condici¨®n suficiente para hacer pol¨ªtica¡±, reflexiona se?alando que al sistema le han salido grandes competidores como los mercados o el Banco Central Europeo, que no le discuten su legalidad pero cuyas decisiones impone de hecho. ¡°?Qu¨¦ valor tiene la palabra del candidato que pide la confianza en la campa?a y la del gobernante una vez que la ha obtenido?¡±, se pregunta entonces P¨¦rez-Royo. ¡°Es un problema objetivo con el que tienen que enfrentarse las sociedades europeas. Y es grave porque la democracia es una forma pol¨ªtica que descansa en el valor de la palabra¡±.
?La palabra? Marta Llorens, jefa de campa?a de Duran Lleida, alega que el democristiano concurr¨ªa a unas generales y no ten¨ªa porque desvelar los planes de Mas cuyo programa electoral de 2010, por cierto, solo contemplaba aumentar el IPC de las tasas y no subirlas. ¡°Los resultados del 20-N legitiman nuestra pol¨ªtica valiente y de austeridad. La gente sabe que lo hacemos no por ganas sino por necesidad. Somos pioneros en Espa?a y esas pol¨ªticas se est¨¢n haciendo en toda Europa¡±, alega. El presidente catal¨¢n particip¨® en m¨ªtines, pero Llorens recuerda que siempre habl¨® claramente de aplicar m¨¢s ¡°ajustes¡±. Y, en su descargo, contrapone que fueron los socialistas los castigados en las urnas por plantear el 20-N como un refrendo a la gesti¨®n de la Generalitat: ¡°Ya dijimos que no sacar¨ªamos conejos de la chistera. La gente no cree en soluciones maravillosas¡±, dice. Mu?oz le da en eso la raz¨®n: Si CiU gan¨® 234.000 votos, el PSC perdi¨® 769.000: ¡°Para castigar a tu partido, tienes que creer que el otro cumplir¨¢. Y si no se da eso, es dif¨ªcil castigar al tuyo¡±
El martes pasado, tras la sesi¨®n del Gobierno catal¨¢n, volvi¨® a comparecer el portavoz Francesc Homs. Y contest¨® de esta forma cuando se le expuso que los ecosocialistas hablaban de ¡°fraude electoral¡± por el nuevo tijeretazo. ¡°Pues no habr¨¢ escuchado bien los cortes de voz. Estamos todos bien retratados. Adem¨¢s, oiga, eso ya es agua pasada¡±.
Tres butacas vac¨ªas en Catalu?a
Gironella es un pueblo de 5.000 habitantes del norte de Barcelona en cuyos plenos municipales una de sus 13 butacas est¨¢ vac¨ªa. Eduard Rodriguez, un ingeniero de Alcoy, profesor de universidad, que vive en Catalu?a, concurri¨® por la lista Escons en Blanc (Esca?os en blanco) a las municipales y el d¨ªa de la constituci¨®n del Ayuntamiento no segui¨® los pasos de los ocho ediles de CiU; tres del PSC y uno de ERC. Rodr¨ªguez ley¨® a las puertas del sal¨®n de Plenos un manifiesto en el que explic¨® porque no ocupar¨ªa su sill¨®n. El partido quiere visualizar su protesta por el mal funcionamiento de la pol¨ªtica y porque el voto en blanco computa en beneficio de los grandes partidos. ¡°Mi abuelo luch¨® por la democracia¡±, cuenta Rodr¨ªguez, dolido, por la deriva del sistema. ¡°No somos un grupo de colgados: queremos regenerar el sistema¡±, recalca Rodr¨ªguez defensor del 15-N, de combatir el fraude fiscal y de una nueva Ley Electoral. El partido se disoldr¨¢ cuando ¨¦sta se reforme.
El 22-M, Eb eligi¨® Gironella y Foix¨¤ por ser dos municipios donde hist¨®ricamente el voto en blanco era notable. Rodr¨ªguez hizo campa?a y recab¨® 150 sufragios. Tiene una buena relaci¨®n con el Consistorio a quien dice que ha pedido un certificado que de fe de que no cobrar¨¢ ni un euro por su cargo. En Foix¨¤, hay tambien desde mayo dos butacas vac¨ªas. Nacido en las Baleares, este movimiento ciudadano logr¨® el 20-N 97.706 votos, 50.000 de ellos en Catalu?a. 11.000 m¨¢s de los que logr¨® Rosa D¨ªez en esta comunidad. En el Senado, 235.000. Las cu?as de campa?a eran elocuentes. ¡°Ssssss...Por tu salud y la nuestra este es un espacio libre de ruido electoral. No vamos a pedirte el voto a gritos...¡±. O: ¡°No se cansan de prometernos cosas para comprarnos el voto (...) Y nos olvidan hasta las pr¨®ximas elecciones¡±. Gironella no se ha olvidado de Eb: el 20-N obtuvo 145 votos, cinco menos que en mayo.
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