Atrapado por el tique 187729
Francisco Camps afronta la segunda semana del juicio minado por la documentaci¨®n de la tienda en la que niega haber encargado varios trajes
El expresidente de la Generalitat valenciana Francisco Camps inicia hoy su segunda semana sentado en el banquillo de los acusados para ser juzgado por un presunto delito de cohecho impropio, al haber aceptado, supuestamente, regalos de la trama G¨¹rtel. Camps la inicia minado por las grabaciones que el jurado ya ha o¨ªdo, que desvelan el compadreo entre los dirigentes del PP valenciano y los cabecillas de la trama, y por la evidencia de los papeles, que los miembros del tribunal ya han podido examinar. Sobre todo, por la de los tiques hallados en la contabilidad de la tienda Milano. Y en particular, por la de las referencias 187729 y 187706.
En su declaraci¨®n, Camps mantuvo su versi¨®n. Dijo que no compr¨® nada en Milano, que dirig¨ªa el sastre Jos¨¦ Tom¨¢s. Y los trajes que, seg¨²n dice, adquiri¨® posteriormente en el establecimiento que abri¨® el mismo sastre, Forever Young, los pag¨® en efectivo. Las declaraciones de dos empleados de la tienda, y los documentos que examin¨® el jurado, sin embargo, dicen lo contrario.
La cajera de la tienda, la que cobraba en el horario de ma?ana, sigui¨®, a trav¨¦s de la documentaci¨®n incautada, que en parte fue elaborada por ella misma, el rastro de dos tiques. En los documentos aparece por primera vez la referencia 187729 el 24 de enero de 2006, cuando, seg¨²n Camps, no acudi¨® a la tienda hasta primavera de ese a?o. En esa fecha y con esa referencia se hizo un encargo, seg¨²n la operativa que los empleados dijeron utilizar en la tienda. El encargo, de 1.400 euros, no fue pagado y, por lo tanto, pas¨® a engrosar el listado de ¡°liquidaciones a cuenta¡±, un inventario que se realiz¨® a final del primer mes de 2006 con las deudas que ten¨ªa contabilizadas la tienda hasta ese momento. La empleada que hizo este inventario se?al¨® c¨®mo aparec¨ªa esta referencia, bajo el ep¨ªgrafe ¡°Camps¡±. En la misma operaci¨®n realizada en agosto de ese a?o (el segundo inventario de deudas), la misma referencia, la 187729, vuelve a aparecer como no pagada, aunque, en esta ocasi¨®n, se incluy¨® bajo el ep¨ªgrafe ¡°Comunidad Valenciana¡±. En la siguiente liquidaci¨®n, en enero de 2007, la referencia ya no aparece, es decir, la deuda, en esa fecha, hab¨ªa sido satisfecha.
Tras dejar claro el recorrido del encargo, la cajera explic¨® la documentaci¨®n de los pagos, que tambi¨¦n pudo comprobar el jurado. Y evidenci¨® que la deuda hab¨ªa sido saldada en septiembre de 2006, a trav¨¦s de talones procedentes de Orange Market, la sociedad con la que la trama operaba en Valencia, con ?lvaro P¨¦rez, El Bigotes, a la cabeza.
De igual manera se desvel¨® el recorrido de otro tique, el del encargo referenciado bajo el n¨²mero 187706, a nombre de ¡°Camps¡±, por un valor de 3.300 euros. El encargo no se pag¨®, se contabiliz¨® en las deudas de principios de 2006, tambi¨¦n apareci¨® en el segundo inventario bajo el ep¨ªgrafe de ¡°Comunidad Valenciana¡± y, en este caso, volvi¨® a aparecer en la liquidaci¨®n que se realiz¨® en enero de 2007, otra vez, bajo la referencia ¡°Comunidad Valenciana¡±. El rastro se acaba a finales de ese mismo mes de enero, cuando la deuda fue satisfecha en efectivo, en un momento en el que la contabilidad de la trama registra una entrega de dinero al n¨²mero dos de la red, Pablo Crespo, para saldar las deudas de estas prendas.
¡°Cuando empec¨¦ a ver a Crespo en los medios de comunicaci¨®n lo reconoc¨ª porque hab¨ªa venido alguna vez a la tienda¡±, se?al¨® la cajera en su declaraci¨®n como testigo.
Al igual que las de Francisco Camps, las referencias a los encargos del exsecretario del PP valenciano Ricardo Costa, que es juzgado por mismo motivo, aparecen ya en enero de 2006, por un importe de 2.400 euros. Es el tique 187730, que consta en el primer inventario bajo el nombre ¡°Ricardo Costa¡± y que aparece dentro del apartado ¡°Comunidad Valenciana¡± en el elaborado en agosto de ese a?o. Esta deuda, seg¨²n la contabilidad de la tienda, fue saldada, al igual que la de Camps y las de los otros dirigentes del PP valenciano, a trav¨¦s de talones de Orange Market.
Por si los papeles no lo hubieran dejado claro, el otro empleado de la tienda lo clarific¨® a¨²n m¨¢s. ¡°?lvaro P¨¦rez ten¨ªa una cuenta en la que se inclu¨ªan deudas de otras personas¡±, dijo. ¡°?De qui¨¦nes?¡±, le preguntaron. ¡°Del se?or Camps, de Ricardo Costa...¡±, contest¨®. ¡°Y el que pagaba era Pablo Crespo¡±, a?adi¨® despu¨¦s.
Ni Camps ni Costa disponen de recibo, tique de pago u orden bancaria que atestig¨¹e sus palabras. Y la cajera de la tienda afirm¨®, incluso, que en las ocasiones en las que el cliente hacia amago de irse, despu¨¦s de pagar, sin tique, ella le insist¨ªa.
¡°Los papeles son muy sufridos¡±, fue lo que alcanz¨® a decir el abogado defensor de Camps tras la exhibici¨®n de los documentos. Sus preguntas a los empleados se dirigieron, fundamentalmente, a cuestionar el funcionamiento de la operativa. ¡°?Puede ser que se realizara una hoja de encargo a nombre de una persona cuando realmente no era para esa persona?¡±. ¡°?Puede que, aunque insistiera, alguien pagara en met¨¢lico y se fuera sin el tique?¡±. Los empleados de tienda miraron con cara de asombro al letrado. E indicaron que ¡°alg¨²n caso¡± pudo haber pasado. Y los papeles en los que aparecen Camps y Costa no son alguno, son muchos, aunque la defensa mantiene que son todos falsos. Quiz¨¢ por ello las acusaciones tambi¨¦n les insistieron en otra pregunta. ¡°?Sabe si alguien de la tienda ten¨ªa algo en contra de estos se?ores?¡±, preguntaron insistentemente, para obtener siempre la misma respuesta ¡ª¡°no¡±¡ª, ante la presunta conspiraci¨®n de todos los que elaboraron los documentos.
Hasta ahora, en el juicio se ha mostrado, fundamentalmente, la documentaci¨®n de Milano. Esta semana se abundar¨¢ en el segundo establecimiento, Forever Young.
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