?Ad¨®nde va Amaiur?
El discurso de la negociaci¨®n da motivos para paralizar posibles medidas penitenciarias
El portavoz de Amaiur en el debate de investidura de Rajoy, I?aki Antig¨¹edad, dijo a la salida del pleno: ¡°Aqu¨ª hay una hoja de ruta que es la declaraci¨®n de la Conferencia de Aiete¡±. A continuaci¨®n, precis¨® que la principal aportaci¨®n de esa declaraci¨®n era ¡°el reconocimiento de la existencia de un conflicto de naturaleza pol¨ªtica¡±. ¡°No policial¡±, recalc¨®. Esto, ?qu¨¦ significa exactamente?
En v¨ªsperas del comunicado de cese definitivo de ETA, personas influyentes de la izquierda abertzale transmitieron a periodistas vascos la idea de que si no se hablaba de disoluci¨®n era porque la banda se responsabilizaba de ¡°gestionar¡± la b¨²squeda de una salida para sus presos, de cuya suerte no pod¨ªa desentenderse. Esa funci¨®n se contrapon¨ªa a la de amenaza latente con vistas a una negociaci¨®n pol¨ªtica, y pareci¨® confirmarse a la vista del texto del comunicado en el que, si bien se citaba la Conferencia, no se condicionaba el fin del terrorismo a la aplicaci¨®n de sus ¡°recomendaciones¡±. Y la propia ETA, en la entrevista publicada en Gara, dec¨ªa que asum¨ªa ¡°la gesti¨®n¡± del asunto de los presos.
Iniciativas posteriores (concentraci¨®n de expresos en Azpeitia, convocatoria de manifestaci¨®n el 7 de enero por el fin de la dispersi¨®n, admisi¨®n de que el reconocimiento de las v¨ªctimas estaba unido al de los presos) reforzaron la impresi¨®n de que la cuesti¨®n penitenciaria ser¨ªa el eje de la actividad pol¨ªtica de la izquierda abertzale en este periodo. Con ello, ETA, a la b¨²squeda de pretextos para no disolverse, se daba una misi¨®n diferente a la de condicionar la pol¨ªtica con la violencia o su amenaza; y la izquierda abertzale parec¨ªa relegar la pretensi¨®n de la negociaci¨®n pol¨ªtica.
Parec¨ªa: en las ¨²ltimas semanas el asunto ha regresado de la manera m¨¢s insidiosa. S¨ª, vienen a decir; el fin de la violencia es definitivo, pase lo que pase; pero para que sea definitivo de verdad, o sea, irreversible, hay que ir a las causas del conflicto y encontrar una ¡°resoluci¨®n integral¡±. Expresi¨®n que figura en el comunicado de cese de ETA y que ha reaparecido ahora en la boca del portavoz de Amaiur en la investidura de Rajoy.
?Qu¨¦ soluci¨®n integral? Seg¨²n Antig¨¹edad, la eliminaci¨®n de los obst¨¢culos que impiden el reconocimiento del ¨¢mbito vasco de decisi¨®n; la no vigencia en tierra vasca de la Constituci¨®n espa?ola; abrir una segunda Transici¨®n que acabe lo que la primera dej¨® pendiente. La Constituci¨®n s¨ª reconoce un ¨¢mbito vasco de decisi¨®n, el recogido en el Estatuto de Autonom¨ªa, incluyendo la posibilidad de reformarlo y tambi¨¦n la de hacer posible la incorporaci¨®n de Navarra de acuerdo con un procedimiento establecido. Esas son las reglas de juego democr¨¢ticas, coherentes con la pluralidad de la sociedad vasca (y navarra).
Pluralidad: a la afirmaci¨®n del portavoz abertzale de que Amaiur hab¨ªa sido la coalici¨®n que hab¨ªa obtenido m¨¢s esca?os en las cuatro provincias, respondi¨® Rajoy record¨¢ndole que el PP (en coalici¨®n en Navarra con UPN) hab¨ªa obtenido en esos cuatro territorios m¨¢s votos que la formaci¨®n de Antig¨¹edad. Amaiur ha tenido muy buenos resultados el 20-N, pero en manera alguna puede arrogarse la representaci¨®n de toda la sociedad vasca.
La izquierda abertzale, incluyendo ETA, lleva muchos a?os planteando que el conjunto de los partidos acepte negociar las condiciones de aplicaci¨®n de su propio programa: autodeterminaci¨®n e incorporaci¨®n de Navarra. Volver, pues, al punto de partida: cuando todas las dem¨¢s formaciones vascas decidieron participar en las elecciones y ellos boicotearlas (a tiros). A los actuales dirigentes abertzales no les gusta que se les recuerde que aquella decisi¨®n ha costado m¨¢s de 800 vidas en periodo democr¨¢tico. M¨¢s concretamente: que se les recuerde que ellos han reconocido a ETA el derecho a producir esas v¨ªctimas.
Hay un malentendido, tal vez involuntario, en el planteamiento que ha hecho la izquierda abertzale sobre las v¨ªctimas de ETA. No se trata de reconocer el dolor causado por todas las violencias pol¨ªticas, algo que se da por supuesto, sino de que quienes han apoyado una de esas violencias, la de ETA, que ha sido la m¨¢s mort¨ªfera, persistente y cruel, reconozcan su responsabilidad, como opci¨®n pol¨ªtica, en el mantenimiento del terrorismo sin causa alguna que pudiera justificarlo. Ello no puede estar condicionado a que otros, por ejemplo los responsables de la guerra sucia, tambi¨¦n reconozcan la suya.
Rajoy dijo en su momento que el comunicado de ETA era una gran noticia porque no implicaba concesiones pol¨ªticas. Amaiur le acusa de inmovilismo, pero al replantear la necesidad de una negociaci¨®n pol¨ªtica para asegurar la paz, sin exigir la disoluci¨®n de la banda, son ellos quienes le est¨¢n dando razones para no mover un dedo en relaci¨®n con lo que s¨ª es posible hacer: medidas penitenciarias en la v¨ªa hacia la reinserci¨®n.
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