Renovaci¨®n urgente

El PSOE afronta una renovaci¨®n urgente y profunda tras sufrir el mayor varapalo electoral de la actual etapa democr¨¢tica. La derrota, que muchos atribuyen casi en exclusiva a una gesti¨®n catastr¨®fica de la crisis econ¨®mica con la generaci¨®n de un mill¨®n de parados por a?o en la ¨²ltima legislatura, ha dejado al partido sin rumbo y sin cabeza. Y ha perdido casi todo el poder institucional que acumulaba hace tan solo unos a?os. Ayer, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba present¨® su candidatura a la Secretar¨ªa General del partido con unos principios razonables de renovaci¨®n democr¨¢tica dentro del partido, la promesa de una tarea de oposici¨®n parlamentaria responsable (distinta de la que ha ejecutado el PP durante los ¨²ltimos ocho a?os) y la defensa a ultranza del Estado de bienestar. Es decir, de un modelo opuesto al que defiende el PP para salir de la crisis.

La propuesta pol¨ªtica de Rubalcaba pone mucho ¨¦nfasis en la creaci¨®n de un partido intergeneracional, que vertebre toda la pol¨ªtica nacional, y que, por tanto, debe utilizar las redes sociales, que son un instrumento poderoso para articular el voto. La aceptaci¨®n de Rubalcaba del sistema de primarias abiertas para elegir a los dirigentes debe interpretarse como un intento, loable y dif¨ªcil, de aproximarse a los problemas de los ciudadanos y de hacer a estos part¨ªcipes en el debate pol¨ªtico y econ¨®mico. No es necesario forzar la imaginaci¨®n para entender en las propuestas una cr¨ªtica nada velada a las pr¨¢cticas pol¨ªticas alejadas de la realidad y que entienden la pol¨ªtica como una votaci¨®n instrumental para obtener el poder.

La renovaci¨®n del PSOE necesita ese debate profundo y abierto que reclama Rubalcaba tambi¨¦n con el resto de los candidatos a la Secretar¨ªa General. Tanto Rubalcaba como Carme Chac¨®n pueden formar equipos j¨®venes y t¨¦cnicamente capacitados. Es dif¨ªcil, adem¨¢s, suponer que los objetivos pr¨¢cticos (recuperar el voto de las clases medias) sean diferentes entre los candidatos. Puesto que es poco probable que existan grandes diferencias ideol¨®gicas entre ambos, lo propio ser¨ªa que, despu¨¦s del debate pol¨ªtico correspondiente, cristalice un proceso de integraci¨®n que evite el riesgo de fractura en el partido.

Es necesario y urgente, en fin, que los socialistas culminen con ¨¦xito la compleja tarea de renovar a fondo el partido para garantizar una oposici¨®n solvente en todas las instituciones en un momento de especial dificultad.