Moren¨¦s evita hablar de ¡°guerra¡± en su primera visita a las tropas en Afganist¨¢n
El ministro dice que la misi¨®n es ¡°la m¨¢s dura¡± y conlleva ¡°elevados riesgos¡±
El programa electoral con el que el PP gan¨® las pasadas elecciones se compromet¨ªa a ¡°reconocer la verdadera naturaleza¡± de las misiones que realizan las Fuerzas Armadas en el exterior. Durante los ¨²ltimos ocho a?os, el PP ha reprochado al Gobierno socialista que no dijera que las tropas espa?olas est¨¢n inmersas en una guerra en Afganist¨¢n. La anterior ministra de Defensa, Carme Chac¨®n, solo lleg¨® a admitir que los soldados actuaban en un ¡°escenario b¨¦lico¡±. Ni un paso m¨¢s.
Pero, en su primera visita al contingente espa?ol en Afganist¨¢n, el nuevo ministro de Defensa, Pedro Moren¨¦s, tambi¨¦n evit¨® utilizar las palabras guerra o combate. Solo habl¨® de ¡°operaciones t¨¢cticas¡± en una ¡°zona de operaciones¡±. Y subray¨®, en t¨¦rminos similares a los que empleaba Chac¨®n, que la misi¨®n en Afganist¨¢n es ¡°la m¨¢s dura de todas las que Espa?a ha participado¡± y que ¡°conlleva, en muchas ocasiones, elevados riesgos¡±.
Moren¨¦s, un independiente ajeno a la pol¨¦mica partidista, no parece inclinado a criticar al anterior Gobierno por no llamar a las cosas por su nombre. El nombre de las cosas, adem¨¢s, no es el mismo cuando se habla desde la libertad de estar en la oposici¨®n que cuando se hace desde la responsabilidad sobre la seguridad de los soldados. M¨¢s que a impartir lecciones, el nuevo ministro lleg¨® a Afganist¨¢n dispuesto a escuchar a los militares que est¨¢n sobre el terreno y sacar sus propias conclusiones.
En las dos arengas que dirigi¨® a los soldados, en la base de apoyo avanzado de Herat y en la base principal de Qala-i-Naw, se limit¨® a glosar su trabajo y a subrayar que no solo ¡°contribuyen de manera importante a reforzar el papel de Espa?a en el orden internacional y a fortalecer nuestra imagen en el mundo¡±, sino que¡°tambi¨¦n colaboran de forma activa y directa en la seguridad de nuestros compatriotas¡±. Seg¨²n sus palabras, ¡°Espa?a se hace all¨ª [en territorio espa?ol] y se hace aqu¨ª [en suelo afgano]¡±.
No hizo ninguna alusi¨®n p¨²blica a los diez a?os que llevan las Fuerzas Armadas en Afganist¨¢n, con un coste total de 2.500 millones de euros. Ni siquiera cit¨® el calendario de retirada anunciado por el anterior Gobierno. En teor¨ªa, Defensa mantiene el plan de reducir en un 10% el contingente de 1.521 efectivos este a?o, pero sin prisa. No en el primer semestre, como dijo Zapatero, sino a lo largo de todo el a?o. En todo caso, se compensar¨¢ con la incorporaci¨®n de casi 300 militares procedentes de los cuarteles generales de B¨¦tera (Valencia), Retamares (Madrid) y el Eurocuerpo (Estrasburgo) al Estado Mayor de la OTAN en Kabul en dos turnos de seis meses.
La tarea que tiene a¨²n por delante el contingente espa?ol en Afganist¨¢n es ardua. La conclusi¨®n del tramo de la Ring Road ¨Cla ¨²nica carretera asfaltada del pa¨ªs-- que recorre la provincia de Badghis, bajo control espa?ol, est¨¢ pendiente de que la empresa turca a la que se han adjudicado las obras las inicie la pr¨®xima primavera. Y la retirada de las fuerzas de EEUU de Badghis cuestiona la viabilidad de un proyecto que implica limpiar el valle del Burghab, basti¨®n de talibanes y narcotraficantes.
Como alternativa, el Ej¨¦rcito espa?ol y el Nuevo Ej¨¦rcito Afgano (ANA) se centran en mantener abierta al Ruta Lithium, que une la capital, Qala-i-Naw, con el norte de la provincia. Los militares espa?oles mantienen dos bases avanzadas en Ludina y Darra-i-Bum, mientras que los afganos se han instalado en Golojirak, al norte. Si se cumplen los plazos, la ruta estar¨¢ pavimentada, y despejada, a final de a?o. Pero ser¨ªa la primera vez que en Afganist¨¢n se cumple alg¨²n plazo.
La retirada de las tropas espa?olas, que deber¨ªa acelerarse en 2013 para culminar en 2014, depende en buena parte de la formaci¨®n de la 207 brigada del ANA, a la que el Ej¨¦rcito espa?ol apoya con siete Equipos de Monitorizaci¨®n y Enlace (OMLT) militares y policiales, para que se haga cargo cuanto antes de la seguridad de Badghis. La brigada ya tiene unos 2000 de sus 3000 futuros efectivos en Badghis, pero su grado de formaci¨®n, adiestramiento y equipamiento es mucho m¨¢s discutible. Como lo es el car¨¢cter irreversible del paso dado por 1.200 insurgentes que han entregado sus armas en la provincia de Badghis.
Moren¨¦s rindi¨® homenaje a los 97 militares espa?oles muertos en Afganist¨¢n. En la placa conmemorativa a¨²n falta el ¨²ltimo: el sargento Joaqu¨ªn Moya Espejo, muerto en un ataque de los talibanes el pasado 6 de noviembre.?
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