¡°Los tiraban a la fosa vivos y los mataban. Cada noche. Yo lo vi¡±
"Una mujer se enfrent¨® a los asesinos. 'Me vais a matar igual, les dijo'
¡°Con los argumentos de Garz¨®n se podr¨ªan abrir procedimientos por los fusilamientos del 2 de mayo¡±, declar¨® ayer el abogado de Manos Limpias en la ¨²ltima sesi¨®n del juicio contra el juez por la investigaci¨®n de los cr¨ªmenes del franquismo. El abogado del magistrado explic¨® luego que en este caso hab¨ªa v¨ªctimas y testigos vivos. A lo largo del juicio, el letrado y el representante de una asociaci¨®n de represaliados, Rafael Espino, mencionaron, sin citar su nombre, a una nonagenaria que hab¨ªa presenciado multitud de cr¨ªmenes. Se llama Manuela Molina. Ten¨ªa 16 a?os cuando vio c¨®mo durante meses los falangistas mataban a poca distancia de su casa, frente al cementerio de Aguilar de la Frontera (C¨®rdoba) a decenas de personas.
¡°Lo vi todo escondida detr¨¢s de un ¨¢rbol. La ¨²nica luz era la luna, as¨ª que no distingu¨ªa caras. Los que mataban eran a veces cuatro y otras tres. Y los que mor¨ªan iban en grupos de siete u ocho personas. Los llevaban atados, les hac¨ªan cavar la fosa, los tiraban vivos y luego les disparaban desde arriba. Fue as¨ª cada noche durante varios meses. No s¨¦ calcular a cu¨¢ntos mataron. Yo estaba muy asustada, pero a m¨¢s de 100 seguro¡±.
A Manuela, que ahora tiene 92 a?os, le impresion¨® mucho una mujer que se enfrent¨® a los asesinos. ¡°La mayor¨ªa no hablaban o yo no les o¨ªa. Pero a esta mujer s¨ª la escuch¨¦. Le dec¨ªan que o les confesaba d¨®nde estaba su marido o la mataban. ¡®Ni aunque lo supiera os lo iba a decir. Me vais a matar igual¡¯, les dijo ella. ¡®?Por qu¨¦ no dej¨¢is los fusiles, los desat¨¢is [a los que llevaban a matar] y pele¨¢is cuerpo a cuerpo? ?Sois unos cobardes!¡¯. Antes de que le dispararan grit¨® ¡®?Viva la Rep¨²blica!¡¯. Me impresion¨® much¨ªsimo¡±.
Manuela relata que a los pocos meses los asesinos cambiaron de sitio. ¡°Los empezaron a matar dentro del cementerio, y entonces yo, lo que ve¨ªa, era c¨®mo los llevaban en carretillas dentro. Me acuerdo mucho de un chico muy joven porque llevaba un pantal¨®n blanco que brillaba mucho en la noche¡±.
Su padre hab¨ªa huido al principio de la Guerra Civil. ¡°Hab¨ªa un falangista due?o de una taberna que le ten¨ªa mucho odio porque mi padre siempre iba a la de enfrente y adem¨¢s sab¨ªa de unos tejemanejes que se tra¨ªa con los animales: los compraba robados, los aseguraba, los mataba y cobraba el seguro¡±, explica Manuela. Temiendo que fueran a por ella para que dijera d¨®nde estaba su padre, se escondi¨® tres meses en un melonar. ¡°?Ten¨ªa tanto miedo!¡±. Al terminar la guerra, su padre volvi¨® y lo metieron en la c¨¢rcel, pero sali¨® a los nueve meses. Manuela cuenta que a lo largo de su vida ha tenido muchas pesadillas. No le cont¨® a nadie lo que hab¨ªa visto hasta que sus hijos fueron mayores. ¡°Me hubiera gustado dec¨ªrselo a un juez y que investigara. Mi familia tuvo mucha suerte, pero hay much¨ªsimas que no saben a¨²n d¨®nde est¨¢n sus muertos¡±.
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