Tom¨¢s G¨®mez se acuartela ante Ferraz con un ej¨¦rcito de fieles

Ni una opci¨®n para la contestaci¨®n interna. La tercera ejecutiva que configura desde 2007 el secretario general de los socialistas madrile?os, Tom¨¢s G¨®mez, se ha dise?ado con una sola estrategia: el l¨ªder se rodea de un ej¨¦rcito de fieles que le permitir¨¢ asumir sin nuevas interferencias internas el papel de voz discordante ante Ferraz.

Pretende as¨ª configurarse como alternativa de futuro al secretario general del PSOE, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba. Por eso, entre los 50 miembros de la Comisi¨®n Ejecutiva Regional del Partido Socialista de Madrid solo hay tres huecos ¡ªde vocales, sin poder org¨¢nico¡ª ocupados por afines a la rival que ha perdido el congreso, Pilar S¨¢nchez Acera. Se trata del exalcalde de Legan¨¦s, Rafael G¨®mez Montoya, el de Coslada, ?ngel Viveros, y el diputado regional Pedro Sant¨ªn.

Y ello pese a que la de G¨®mez fue la ¨²nica cr¨ªtica que se escuch¨® tras el congreso de Sevilla sobre la ejecutiva federal que hab¨ªa conformado el propio Rubalcaba tras ser elegido secretario general del PSOE. ¡°Cada uno tiene un concepto de la integraci¨®n y este es el que tiene Rubalcaba¡±, afirm¨®. En la direcci¨®n federal hay cuatro puestos para los afines a la exministra Carme Chac¨®n, que perdi¨® el c¨®nclave: entre ellos la presidencia, que ocupa el presidente andaluz, Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, la secretar¨ªa de Educaci¨®n y Cultura y dos vocal¨ªas.

La nueva direcci¨®n recibi¨® el respaldo del 74,7% de los delegados, con 650 votos a favor, 226 votos en blanco y seis nulos. La lista al Comit¨¦ Federal, encabezada por S¨¢nchez Acera, fue apoyada por el 81,76%.

La principal novedad en la composici¨®n de la nueva ejecutiva socialista, con una cartera menos y que cumple la paridad por la m¨ªnima, es la salida de Trinidad Roll¨¢n, exalcaldesa de Torrej¨®n condenada por prevaricaci¨®n y a la que G¨®mez ha defendido a capa y espada. Su lugar lo ocupa otra mujer, Maru Men¨¦ndez, que todos estos a?os se ha caracterizado por su fidelidad a G¨®mez, pero tambi¨¦n por haber sabido dirigir en la legislatura pasada un grupo parlamentario fragmentado en sus apoyos al l¨ªder. Es una de las personas que encuentra menos discusi¨®n en el partido y, por eso, ayer fue la m¨¢s aclamada del c¨®nclave. Como el exalcalde de Madrid, Juan Barranco, que presidir¨¢ el partido en sustituci¨®n de la diputada nacional Delia Blanco, que opt¨® por no tener una secretar¨ªa y ser¨¢ vocal.

Entre los vocales, destaca la que fue secretaria del expresidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, Gertrudis Alc¨¢zar. Algunas fuentes le atribuyen haber sido ella la que habl¨® hace ahora cinco a?os a su antiguo jefe de G¨®mez como posible recambio de Rafael Simancas. Bast¨® que le ense?ara un reportaje que se hab¨ªa publicado en El Pa¨ªs Semanal con su foto en portada junto al tranv¨ªa que hab¨ªa inaugurado en Parla. Y Zapatero, que apenas conoc¨ªa a G¨®mez, no se lo pens¨®.

Sin conocimiento de S¨¢nchez Acera, a los tres primeros se les ofreci¨® un puesto en la direcci¨®n ¡°por su perfil trabajador¡±. Viveros, G¨®mez Montoya y Sant¨ªn comentaron a su jefa de filas el ofrecimiento de G¨®mez. S¨¢nchez Acera no les puso objeci¨®n. S¨ª se la puso a G¨®mez en la confecci¨®n del Comit¨¦ Regional, donde ped¨ªa 15 plazas de 70, y especialmente del Comit¨¦ Federal (dos de siete).

Resuelto el plato principal, las partes se estancaron. A la una de la ma?ana S¨¢nchez Acera llam¨® a G¨®mez y le mostr¨® su desacuerdo. El l¨ªder la recibi¨® en su habitaci¨®n. Nadie cedi¨®. Ella plante¨® la opci¨®n de presentar dos listas en el Comit¨¦ Federal, lo que seg¨²n su porcentaje de votos le garantizaba tres puestos. La mediaci¨®n de Juan Barranco encauz¨® unas negociaciones en punto muerto: 15 aceristas entraron en el Comit¨¦ Regional y dos en el Federal, la propia Pilar, encabez¨¢ndolo, y el alcalde de Fuenlabrada, Manuel Robles. ¡°Hemos demostrado que sabemos debatir como tigres¡±, conclu¨ªa el nuevo presidente del PSM por los pasillos infinitos del Audit¨®rium. ¡°Ahora tenemos que hacer oposici¨®n como leones¡±.