El apoyo estrat¨¦gico de CiU a Rajoy va m¨¢s all¨¢ de la reforma laboral
La asfixia financiera de la Generalitat favorece el apoyo a los populares El Gobierno mantiene su senda reformista ante las exigencias europeas Rajoy cumple con Bruselas pero se enfrenta a una huelga general
La dura reforma laboral de Mariano Rajoy cruz¨® este jueves la primera y decisiva l¨ªnea del tr¨¢mite parlamentario, con m¨¢s votos de los necesarios (197) y con un respaldo estrat¨¦gico de CiU que va mucho m¨¢s all¨¢ del decreto.
El debate fue crispado, subido de tono, plagado de interrupciones e insultos, en un ambiente caliente a la altura de la trascendencia de la votaci¨®n y de lo que para todos los grupos supon¨ªa la convalidaci¨®n del texto. Para los que se oponen a la reforma porque consideran que se pas¨® el punto de no retorno en el cambio de las relaciones laborales, de tal forma que nada ser¨¢ igual porque se reduce al m¨ªnimo la negociaci¨®n colectiva y se extiende el despido de baja indemnizaci¨®n (20 d¨ªas) pr¨¢cticamente a todos los casos. Y para el PP y el Gobierno, porque esta gran reforma permite a Rajoy presentar en Bruselas parte de los deberes hechos; porque, como ¨¦l mismo dijo ante un micr¨®fono abierto, puede costarle una huelga general, y porque le permite probar el calado de los apoyos para afrontar los recortes del Presupuesto.
El decreto ya est¨¢ en vigor, pero se inicia ahora un tr¨¢mite de urgencia, que no terminar¨¢ antes de mayo y que permitir¨¢ incluir enmiendas y modificaciones. Sin embargo, el Gobierno ha dejado claro que solo aceptar¨¢ m¨ªnimos retoques, negociados con CiU.
Para Rajoy es importante, aunque no decisivo, el voto de los nacionalistas catalanes. Le sirve para no estar solo frente a la calle y es un apoyo estrat¨¦gico que da cobertura pol¨ªtica al presidente del Gobierno. CiU se mantiene como socio preferente gobiernen el PSOE o los populares, y en Espa?a hay alternancia, pero terminan influyendo o decidiendo los nacionalistas catalanes.
Materialmente, CiU ha logrado que se precise en un art¨ªculo que la competencia sobre las pol¨ªticas activas de empleo, como ya logr¨® algo similar en el decreto que reforma el sistema financiero. En este caso, el PP se aprovecha de que, como explic¨® Carles Campuzano, CiU cree en esta dura reforma, y de que la Generalitat catalana se encuentra en situaci¨®n de asfixia financiera y necesita al Gobierno central, tal y como asegura el PP.
¡°La reforma es completa y equilibrada¡±, permitir¨¢ ¡°frenar la sangr¨ªa del desempleo en el corto plazo¡± y ¡°aporta m¨¢s derechos a los trabajadores al tiempo que facilita la flexibilidad a los empresarios¡±, asegur¨® en defensa del decreto la ministra de Empleo, F¨¢tima B¨¢?ez, en la tribuna del Congreso. Al Gobierno le sigue dando juego, y lo explot¨® al m¨¢ximo, la referencia a la herencia del PSOE. B¨¢?ez la us¨® como burladero para refugiarse en los recortes del anterior Ejecutivo y, lanzada, esgrimi¨® los esc¨¢ndalos sobre los ERE irregulares en Andaluc¨ªa y exigi¨® a los socialistas que ¡°abandonen las movilizaciones y las pancartas y sean leales como lo fue el PP en la oposici¨®n¡±.
Con esos argumentos, el calor del debate se convirti¨® en bronca. Especialmente cuando intervino la portavoz del PSOE, Soraya Rodr¨ªguez, y sac¨® a relucir la ¡°violencia estructural¡± a favor del aborto, invocada el d¨ªa antes por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallard¨®n. ¡°Se est¨¢ yendo de la cuesti¨®n¡±, le interrumpi¨® Jes¨²s Posada, presidente de la C¨¢mara, que call¨® mientras la ministra hablaba de la Junta de Andaluc¨ªa. Entre gritos de ¡°?eres, eres!¡± procedentes de la bancada popular, la portavoz socialista sostuvo que la reforma es ¡°una barbaridad¡±, es inconstitucional, cambia las reglas de juego en las relaciones laborales y no ha sido dialogada con los sindicatos.
El PSOE encabez¨® el rechazo al decreto, que es superior al que tuvo en el Congreso la reforma laboral de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, la que provoc¨® una huelga general en 2010 y termin¨® por desgastar al Gobierno socialista. Entonces hubo ocho votos en contra y la mayor¨ªa fueron abstenciones, pero la convalidaci¨®n del decreto de Rajoy tuvo este jueves en contra a 142 diputados. Se incluye el PNV, para cuyo portavoz, Emilio Olabarria, ¡°va a provocar 630.000 desempleados nuevos este a?o y la p¨¦rdida de 450.000 afiliados al sistema p¨²blico de pensiones¡±.
A la izquierda del PSOE, la oposici¨®n al decreto fue a¨²n m¨¢s radical. As¨ª, Joan Coscubiela (ICV) llam¨® a apoyar la huelga general y Joan Tard¨¤ (ERC) habl¨® de ¡°terrorismo empresarial¡±. La tensi¨®n lleg¨® al extremo con la disputa entre Sabino Cuadra (Amaiur) y Celia Villalobos, en funciones de presidenta de la C¨¢mara, por la distribuci¨®n de los tiempos.
Los puntos clave del decreto
- Despido objetivo m¨¢s sencillo. La reforma laboral establece que bastan tres trimestres consecutivos de ca¨ªdas de la facturaci¨®n en una empresa para justificar los despidos por causas econ¨®micas. Estos tienen una indemnizaci¨®n de 20 d¨ªas por a?o trabajado con un l¨ªmite m¨¢ximo de 12 mensualidades. De esta forma, la capacidad de decidir de un juez sobre la improcedencia o no de un despido queda limitada.
- Eliminaci¨®n de la autorizaci¨®n administrativa en los despidos colectivos. Los empresarios podr¨¢n efectuar despidos colectivos sin contar con el benepl¨¢cito de la autoridad laboral. Este cambio resta poder de negociaci¨®n a los sindicatos. Hasta ahora, si un ERE llegaba a la Administraci¨®n pactado entre empresario y trabajadores, la autoridad laboral ten¨ªa la obligaci¨®n de darle el visto bueno.
- Rebaja del coste del despido no justificado. La indemnizaci¨®n por despido improcedente pasa de 45 d¨ªas por a?o trabajado con un l¨ªmite de 42 mensualidades a 33 d¨ªas con un tope de 24 meses. Para los contratados antes de que entrara en vigor la reforma, 12 de febrero, el c¨¢lculo se efect¨²a de acuerdo con la f¨®rmula anterior hasta el momento en que se aprob¨® el real decreto; desde entonces, seg¨²n la nueva f¨®rmula.
- Prioridad de los convenios de empresa. Los pactos alcanzados en las compa?¨ªas prevalecer¨¢n sobre los firmados en sectores o regiones. Antes esto era as¨ª, salvo que los convenios auton¨®micos o sectoriales pactaran otra cosa.
- Dos a?os de pr¨®rroga. Cuando caduca un convenio, los sindicatos y los empresarios tienen un plazo de dos a?os para renovarlo. Transcurrido ese periodo sin acuerdo, el convenio deja de aplicarse y los trabajadores quedan bajo el amparo del convenio superior (sector o territorio) o del Estatuto de los Trabajadores.
- Rebaja de sueldos. El empresario podr¨¢ reducir unilateralmente el sueldo de los empleados hasta el suelo marcado por el convenio aduciendo motivos de productividad. Si el empleado no acepta, puede recurrir al juez. Este paso no paraliza la decisi¨®n empresarial, y el trabajador tiene derecho a dejar la empresa con una indemnizaci¨®n de 20 d¨ªas por a?o trabajado con un l¨ªmite de nueve mensualidades.
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