A vueltas con la tasa financiera

La Comisi¨®n Europea ha calculado que si se pusiera en marcha la tasa propuesta hace ya unos meses sobre transacciones financieras, se podr¨ªan recaudar unos 57.000 millones de euros al a?o, una cantidad no enorme, pero significativa: si a Espa?a le correspondiera entre el 8% y el 10%, le tocar¨ªan cerca de 5.000 millones de euros, es decir, el equivalente al sobreajuste que acaba de exigirnos el Eurogrupo.

Sin embargo, la ¨²ltima reuni¨®n de ministros de Finanzas acab¨® sin acuerdo al respecto. Y ello, pese a que el propio ministro de Finanzas alem¨¢n, Wolfgang Sch?uble, encabez¨® una carta dirigida a la presidencia danesa de la Uni¨®n Europea, pidiendo que se aceleren los tr¨¢mites y que la tasa se ponga en marcha antes de mediados de a?o.

La carta de Sch?uble ha sido firmada tambi¨¦n por los Gobiernos de otros ocho pa¨ªses comunitarios, Francia, Austria, B¨¦lgica, Finlandia, Grecia, Italia, Portugal y la propia Espa?a, aunque el Gobierno de Mariano Rajoy no haya hecho ning¨²n comentario p¨²blico al respecto y su firma haya pasado casi desapercibida.

El democristiano Sch?uble dijo algo muy sensato, seg¨²n recogi¨® Eurobserver.com: ¡°Si el proyecto se deja de lado, entonces habr¨¢ que pensar en hacer que los bancos paguen el IVA¡±. El ministro alem¨¢n subray¨® algo que muchos ciudadanos europeos desconocen respecto a sus propios pa¨ªses: ¡°No entiendo por qu¨¦ existe un impuesto del valor a?adido sobre cualquier intercambio de servicios, salvo en el caso de los servicios financieros¡±.

Lo asombroso es que existan personas que est¨¦n en contra de la tasa financiero y a favor del copago sanitario

La negativa a la implantaci¨®n de la tasa sobre transacciones financieras (FTT, seg¨²n sus siglas inglesas) ha sido liderada por Reino Unido y se debe, aseguran, a que es la City londinense la que concentra el 60% de esas operaciones. Es dif¨ªcil de creer, sin embargo, que esas transacciones abandonaran el s¨®lido sistema financiero brit¨¢nico por el hecho de tener que pagar una cifra tan peque?a como la propuesta por la Comisi¨®n: 0,10% en el caso de compraventa de acciones y de bonos, y 0,01% en el caso de los derivados.

Lo asombroso es que exista un notable grupo de personas que encuentra razonables los argumentos contrarios a la tasa sobre transacciones financieras y que apoya al mismo tiempo, sin el menor problema, el copago sanitario, como si cobrar un euro a un enfermo por acudir al m¨¦dico fuera algo mucho m¨¢s l¨®gico que pedirle un 0,01% al vendedor de un derivado financiero. Es posible que haya que llegar a un cierto copago para el sostenimiento de la sanidad p¨²blica, pero se supone que ese deber¨ªa ser el ¨²ltimo paso despu¨¦s de agotar otras posibilidades, factibles, de aumentar los ingresos fiscales.

En una ¨¦poca en la que se habla continuamente de los sacrificios que deben hacer los ciudadanos y en la que los d¨¦ficits obligan a muchos pa¨ªses a subir el IRPF o el IVA, incluso en productos de primera necesidad, parece incre¨ªble que todav¨ªa haya que discutir sobre los m¨¦ritos y ventajas de tasar las vertiginosas operaciones que realiza el dinero, saltando fronteras y organismos reguladores.

Es verdad que los seres humanos somos contradictorios: negamos lo que damos por cierto en cuanto se nos presenta la ocasi¨®n. Pero lo que se disculpa en la condici¨®n humana resulta muy dif¨ªcil de tragar en la actuaci¨®n pol¨ªtica.

En el ¨¢mbito ¡°nacional¡±, en un plano completamente distinto de las cosas, aunque imposible de ignorar, tenemos un buen ejemplo de esa discordancia radical en el nuevo ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallard¨®n.

El ministro es capaz de compatibilizar dos perfiles contradictorios sin inmutarse. El mismo pol¨ªtico que no pierde ocasi¨®n de ilustrarnos con sus convicciones sobre los derechos ciudadanos (en especial de las mujeres, a las que quiere dificultar el ejercicio del derecho al aborto) o sobre la necesidad de la cadena perpetua (revisable, eso s¨ª), no ha tenido inconveniente para firmar, al mismo tiempo, indultos para evitar que vayan a la c¨¢rcel cinco mossos d¡¯esquadra condenados por torturas. Y esta misma semana no dud¨® en repetir la jugada borrando de un plumazo las penas de prisi¨®n impuestas por delitos de prevaricaci¨®n y malversaci¨®n de caudales p¨²blicos a ex altos cargos de la Consejer¨ªa de Trabajo de Catalu?a, uno de ellos con condena previa por hechos semejantes. solg@elpais.es