Un desmentido a la derecha radical
El Gobierno ha tomado la decisi¨®n, con el respaldo de un an¨¢lisis policial riguroso de que, en el actual horizonte, no hay riesgo de un regreso del terrorismo etarra
La decisi¨®n dr¨¢stica del Ministerio del Interior de reducir el n¨²mero de escoltas en el Pa¨ªs Vasco y Navarra, por encima de la mitad, es la mejor muestra de que el Gobierno de Rajoy ha dado credibilidad al cese definitivo de ETA y ha desafiado, por tanto, a quienes, desde la derecha radical, pretenden su inmovilismo con el falso argumento de que la amenaza del terrorismo etarra contin¨²a como antes del 20 de octubre, la fecha de la declaraci¨®n de cese definitivo de la banda.
No hay que olvidar que hace tan solo una semana, el exministro del Interior y europarlamentario del PP Jaime Mayor Oreja, erigido, desde hace ya tiempo, en portavoz pol¨ªtico de la derecha radical, declaraba en La Gaceta que ETA volver¨¢ a matar tras las pr¨®ximas elecciones vascas, en marzo de 2013, y que nada ha cambiado con la declaraci¨®n de cese definitivo de la banda el pasado octubre.
Lo que el exministro del Interior pretend¨ªa con esa observaci¨®n, sin ninguna base objetiva, era presionar al Gobierno para que no se involucre en la pol¨ªtica de reinserci¨®n de los presos etarras para lograr la disoluci¨®n de ETA.
Pero el Gobierno ha tomado la decisi¨®n, con el respaldo de un an¨¢lisis policial riguroso de que, en el actual horizonte, no hay riesgo de un regreso del terrorismo etarra. Por otro lado, la retirada de escoltas, que afecta a concejales, parlamentarios, jueces... ¡ªla protecci¨®n se ha mantenido en los consejeros del Gobierno vasco y altas magistraturas vascas¡ª se ha medido caso por caso.
As¨ª, a algunos concejales residentes en zonas de amplia influencia del nacionalismo radical se les ha mantenido la protecci¨®n porque, aunque el riesgo de atentado terrorista se haya disipado, pueden sufrir presiones de otro tipo.
La protecci¨®n policial creci¨® de manera significativa en el Pa¨ªs Vasco y Navarra en 1994 cuando ETA aprob¨® la Ponencia Oldartzen, la de ¡°socializaci¨®n del sufrimiento¡±. La consecuencia fue una campa?a de asesinatos contra concejales, parlamentarios, jueces, en contraste con la etapa anterior, centrada en el asesinato de polic¨ªas y militares. Tuvo otro repunte cuando en 2000-2003, ETA inici¨® otra campa?a de asesinatos generalizados ¡ªhasta 50¡ª tras romper la tregua de 1998-1999. En julio de 2009, ETA cometi¨® su ¨²ltimo asesinato.
Ayer, el exvicelehendakari y exministro de la Presidencia, Ram¨®n J¨¢uregui, paseando por Vitoria, cruz¨® delante de la sede del Parlamento vasco. J¨¢uregui, tambi¨¦n sin protecci¨®n, pens¨® que no hab¨ªa sesi¨®n al observar que no se produc¨ªa el habitual trasiego de decenas de escoltas. Pero hab¨ªa sesi¨®n. Lo que suced¨ªa es que a los parlamentarios ya les han retirado la escolta y la sede del Parlamento ofrec¨ªa, treinta a?os despu¨¦s, el paisaje de una Euskadi normalizada.
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