Del piso mejor ni hablamos
M¨¢s de la mitad de los j¨®venes espa?oles todav¨ªa no se han emancipado Los bancos casi no dan cr¨¦ditos y los salarios no bastan para la hipoteca Alquilar, compartir o seguir con la familia son las ¨²nicas alternativas
La abogada no quiere ponerse solemne pero acaba haci¨¦ndolo. Y cita a Unamuno: ¡°A m¨ª lo que me pasa es que me duele Espa?a¡±. Mar Mart¨ªnez (29) lleva casi una d¨¦cada inflando curr¨ªculo. Con 23 a?os y la licenciatura de Derecho reci¨¦n estrenada, accedi¨® a su primera beca. Cobraba 300 euros. ¡°As¨ª no hay manera¡±, pens¨®. ¡°Tengo que hacer m¨¦ritos y conseguir un buen trabajo que me permita comprarme mi propia casa¡±. La b¨²squeda de m¨¦ritos le llev¨® a cinco pa¨ªses distintos.
¡°Tengo una carrera, dos m¨¢steres y cinco a?os de experiencia internacional, ?d¨®nde falla la ecuaci¨®n?¡±. Acaba de volver de su ¨²ltimo trabajo en India, en la C¨¢mara de Madrid. Busca empleo y lo ¨²nico que le ofrecen son trabajos a comisi¨®n partiendo de cero ¡ªes decir, sin cobrar nada hasta que no cierre alg¨²n acuerdo¡ª en India. Nunca ha podido pedir una hipoteca porque nunca tuvo un contrato. Ha pasado la vida saltando de becaria a falsa aut¨®noma. ¡°?Qui¨¦n me la iba a dar en esas condiciones?¡±, lamenta. Lleva tres meses en paro. Apura los ahorros para pagar el alquiler compartido en Madrid. Ya casi no le queda dinero. El 1 de abril regresar¨¢ a casa de sus padres, en Caravaca de la Cruz (Murcia). Quiz¨¢ emplee los ¨²ltimos euros para volar a India. La idea de comprar una casa, desechada: ¡°Sigo sin piso, pero eso es lo de menos ahora¡±.
Mar Mart¨ªnez es una m¨¢s de esa que llaman la generaci¨®n m¨¢s preparada de la historia, la m¨¢s cosmopolita y, probablemente, tambi¨¦n la peor acomodada. El sue?o del piso se ha convertido en pesadilla en un contexto en el que empezamos a parecernos a Europa: los j¨®venes espa?oles cada vez apuestan m¨¢s por el alquiler. Hace a?os que se cerr¨® el grifo del cr¨¦dito f¨¢cil en unos bancos que miraban para otro lado cuando las condiciones para una hipoteca no estaban bien amarradas. A gente como Mar Mart¨ªnez, que lleg¨® a cobrar m¨¢s de 2.000 euros sin n¨®mina, nunca se la dieron. A Iv¨¢n Ram¨ªrez, licenciado en Econom¨ªa (34), se la pusieron en bandeja en la ¨¦poca de bonanza cuando cobraba 700 euros en un empleo de chico para todo. ¡°Me ofrecieron inventar una n¨®mina con m¨¢s ingresos", dice en el piso de su chica, en el distrito madrile?o de Villaverde. ?l est¨¢ en paro y ella, propietaria de la casa de 40 metros, paga ¨ªntegramente la hipoteca. Antes de mudarse con ella, viv¨ªa con una compa?era de piso a la que pagaba en especie. En los meses m¨¢s apretados, en lugar de abonar el alquiler, limpiaba y cocinaba.
¡°Con lo que s¨¦ ahora no habr¨ªa comprado mi piso¡±, dice un soldador
M¨¢s de la mitad de los j¨®venes menores de 35 a?os (55%) a¨²n no se ha emancipado. La tasa aumenta de forma lenta pero implacable desde 2009, seg¨²n el ¨²ltimo informe del Observatorio Joven de Vivienda de Espa?a (Objovi). Uno de cada cuatro integrantes del grupo de los m¨¢s mayores (de 30 a 34 a?os) a¨²n vive con sus padres. Los ingresos medios solo permiten comprar pisos por debajo precio de mercado.
Necesitar¨ªan ganar m¨¢s de 28.000 euros anuales netos (2.365 euros al mes) para que la hipoteca se comiera el tercio del sueldo recomendable para no hacer equilibrismos. Los mismos que asume Cecilia Hern¨¢ndez, de 34 a?os. Es profesora interina en Madrid. Gana 900 euros por media jornada de clase y destina 750 a la hipoteca de su piso protegido en Alcorc¨®n y a gastos fijos ¡°sin incluir la compra¡±, recalca. Ya ni recuerda la ¨²ltima vez que se compr¨® algo de ropa. Se ha convertido en la reina del tupperware. ¡°Todos los d¨ªas como en casa de mi madre y me da comida para llevar¡±. Cada mes prepara un Excel con sus cuentas. El gr¨¢fico le queda muy alineado, pero no hay manera de cuadrarlo. Ahora se plantea alquilar una habitaci¨®n.
Una artista convirti¨® en un libro la angustia de buscar casa
¡°Cuando yo compr¨¦ mi piso, los daban casi regalados¡±, dice Luis Alfonso Pe?a (27), soldador en una empresa acogida a un Expediente Regulaci¨®n de Empleo Temporal (ERTE) en Valladolid. Compr¨® el piso de 90 metros por 136.000 euros en 2005. Entonces ganaba 1.400 euros. Ahora roza los 1.000, cuando cobra, con una hipoteca que ha pasado de 400 a 600 euros. ¡°Hace tres meses que no me pagan¡±, se?ala. Volvi¨® a casa de sus padres en 2010, cuando la empresa empez¨® a retrasarse con los ingresos. Y alquil¨® la suya. ¡°Ahora, sabiendo lo que s¨¦, no la habr¨ªa comprado¡±.
¡°La diferencia de esta ¨²ltima crisis con las anteriores no es la precariedad ni la cifra de paro, que han sido similares en todos los casos¡±, explica Jos¨¦ Garc¨ªa Montalvo, catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad Pompeu i Fabra. ¡°La peculiaridad de este periodo es que, antes de esta ¨²ltima crisis, muchos j¨®venes se emanciparon y compraron casa porque era mucho m¨¢s f¨¢cil obtener un cr¨¦dito¡±, a?ade.
Volver al hogar familar, alquilar una habitaci¨®n del piso propio o la casa completa. No hay estad¨ªsticas que reflejen esas experiencias, pero, seg¨²n el soci¨®logo Andreu L¨®pez, ya son parte de esta generaci¨®n. Es lo que los expertos llaman las transiciones yo-yo. ¡°Antes, los movimientos eran lineales, una persona terminaba una carrera y encontraba un empleo, planificaba su vida... Ahora, lo que vale hoy puede no valer ma?ana¡±, se?ala L¨®pez. ¡°Los j¨®venes tienen que estar invent¨¢ndose la vida continuamente, el problema es que pueden no acertar¡±.
Y ahora, adem¨¢s, el colch¨®n de las ayudas sociales es menor. El Gobierno anunci¨® el 16 de marzo el cierre de la Sociedad P¨²blica de Alquiler. Y a partir de este a?o ha liquidado la Renta B¨¢sica de Emancipaci¨®n, una ayuda de 210 euros mensuales para los j¨®venes de entre 22 y 30 a?os que viven de alquiler. Hubo 301.000 beneficiarios en 2011.
Las ayudas municipales tambi¨¦n han ca¨ªdo o est¨¢n en el aire. El programa de subvenci¨®n para j¨®venes del Ayuntamiento de Zaragoza, por ejemplo, a¨²n no se ha cerrado. Normalmente, conceden las ayudas en abril, pero el presupuesto municipal a¨²n no est¨¢ listo. Esperan noticias para mitad de a?o. Luis Mu?oz, responsable de la secci¨®n de plan joven, dice que en los ¨²ltimos a?os ha bajado la demanda y ha subido la oferta de los propietarios de pisos. Augura un mal final si se pierden las ayudas al alquiler: ¡°Los j¨®venes acabar¨¢n acudiendo a la beneficencia a pedir dinero, sobre todo aquellos con familia que no pueden asumir los pagos¡±.
Sin ayudas sociales ¡°acabar¨¢n en la beneficiencia¡±,
dice un experto
El efecto positivo, a juicio de Jos¨¦ Garc¨ªa Montalvo, es un cambio de mentalidad. Que los j¨®venes dejen de pensar que la mejor soluci¨®n para emanciparse pasa necesariamente por la compra de una casa. Ya se nota el trasvase al alquiler. El informe anual del Observatorio Joven de Vivienda en Espa?a se?ala que el porcentaje de hogares en alquiler para menores de 35 a?os subi¨® un 12,77% en 2010, ¨²ltimo dato disponible, mientras que el porcentaje de hipotecas cay¨® casi un 7%.
La media de alquiler en Espa?a es del 15%, seg¨²n datos del INE que corroboran el salto de la propiedad al alquiler. Para los j¨®venes, ha subido ocho puntos entre 2006 y 2010, hasta el 38,2% mientras la hipoteca ha ca¨ªdo cuatro puntos entre 2007 y 2010.
¡°Es un efecto positivo, siempre tendr¨ªa que haber sido as¨ª¡±, considera Garc¨ªa Montalvo. ¡°Lo m¨¢s l¨®gico es que un joven con sueldo precario viva de alquiler. Aunque en Espa?a se tenga la visi¨®n de que si no tienes vivienda en propiedad eres un perdedor, lo m¨¢s importante es que se emancipen cuanto antes y no se aten mentalmente a ning¨²n sitio¡±. El catedr¨¢tico de Eonom¨ªa augura que, con esta crisis, Espa?a se acercar¨¢ a los porcentajes de alquiler de otros pa¨ªses europeos. Alemania o Francia tienen una proporci¨®n de vivienda alquilada por encima del 40% y Reino Unido, cercana al 30%, seg¨²n el Bolet¨ªn Econ¨®mico del Banco de Espa?a de noviembre de 2011, que vincula c¨®mo y d¨®nde vivimos con las opciones laborales. Un aumento de los alquileres, seg¨²n el informe, ¡°puede suponer tambi¨¦n mejorar la econom¨ªa¡±. La raz¨®n es que los trabajadores tendr¨ªan m¨¢s movilidad geogr¨¢fica y eso ¡°permitir¨ªa una reducci¨®n de la tasa de paro¡±.
Un economista augura que el alquiler subir¨¢ entre los j¨®venes
A Inma ?valos, la desaz¨®n de buscar piso le inspir¨® para publicar un libro. ?valos, que vive en Barcelona, tiene 30 a?os y dos carreras (Bellas Artes y Literatura). Se plante¨® un reto similar al de muchos: encontrar una vivienda. Despu¨¦s de un a?o infructuoso, se obsesion¨® con pintar casas (del derecho del rev¨¦s, sin puerta¡), acumulaba datos sobre ellas, escrib¨ªa relatos¡ Vio la luz el d¨ªa que olvid¨® las llaves de casa de sus padres y no pudo entrar. E inici¨® el proyecto en un blog que abordaba la precariedad ¡°de modo ir¨®nico y divertido¡±. ¡°La gente me enviaba fotos de casas a las que no pod¨ªa acceder por no tener trabajo para pagarla¡±. De toda aquella experiencia naci¨® Maneras de no entrar en casa, un libro que public¨® en Navidad. Parte de los ingresos de su venta (a 15 euros, de momento solo en catal¨¢n) le sirven para pagar facturas. Se emancip¨® hace dos a?os y comparte piso de alquiler. Ya no escribe sobre casas a las que no puede entrar: ¡°Lo he tenido que cerrar para curarme¡±.
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