Un mal tropiezo

El Rey ha tenido un mal tropiezo. Y no solo por las consecuencias m¨¦dicas (triple fractura de cadera), sino por la forma y el momento. Por r¨¢pida que sea su recuperaci¨®n (uno o dos meses, seg¨²n los m¨¦dicos), don Juan Carlos, de 74 a?os, deber¨¢ ralentizar su actividad justo cuando su agenda est¨¢ m¨¢s cargada de actos oficiales. Se cuenta con ¨¦l para garantizar el ¨¦xito de la cumbre de noviembre en C¨¢diz, donde ser¨¢ anfitri¨®n de los jefes de Estado y Gobierno iberoamericanos.

Desde que, en mayo de 2010, se le extirp¨® un n¨®dulo pulmonar, la Jefatura del Estado ha funcionado a medio gas. Las dos intervenciones que sufri¨® el a?o pasado ¡ªen junio se le implant¨® una pr¨®tesis de rodilla y en septiembre sufri¨® rotura del tend¨®n de Aquiles¡ª solaparon una convalecencia con otra. Solo en los ¨²ltimos tiempos, ya plenamente recuperado, hab¨ªa vuelto a su ritmo habitual de viajes, tanto oficiales (Bosnia) como privados (Kuwait y Botsuana).

El renovado protagonismo p¨²blico de don Juan Carlos deb¨ªa servir, adem¨¢s, para dejar en segundo plano la peor pesadilla de la Casa del Rey en los en los ¨²ltimos a?os: la imputaci¨®n de su yerno I?aki Undargarin en el caso N¨®os. Su expresa separaci¨®n preventiva de las actividades de la Familia Real no ha podido evitar que el goteo de noticias sobre corrupci¨®n en la fundaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro que presid¨ªa el marido de la infanta Cristina haya acabado por salpicar la imagen de la instituci¨®n.

En octubre pasado, la opini¨®n p¨²blica suspend¨ªa por vez primera a la Monarqu¨ªa, a la que otorgaba una nota de 4,89 sobre 10, seg¨²n el bar¨®metro del Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS), lo que encendi¨® todas las alarmas en una instituci¨®n que basa buena parte de su legitimidad en un ampl¨ªsimo consenso social.

Dos miembros de la Familia Real, don Juan Carlos y su nieto Felipe Juan Froil¨¢n, se han accidentado en la misma semana cuando practicaban actividades con armas de fuego. Los accidentes no solo han llevado al hospital a sus v¨ªctimas, sino que han expuesto a la luz p¨²blica situaciones que de otra forma no se habr¨ªan conocido: el manejo de una escopeta de calibre 36 por un menor de 13 a?os ¡ªcontra lo prescrito por la legislaci¨®n sobre armas¡ª y el viaje de caza a Botsuana por parte de Don Juan Carlos, del que la Casa del Rey no ha informado oficialmente por tratarse de un viaje privado. A¨²n es pronto para saber si los ¨²ltimos traspi¨¦s dejar¨¢n m¨¢s secuelas que las m¨¦dicas.