No llores por YPF, Espa?a
El Ejecutivo busca un acuerdo para salvar la relaci¨®n estrat¨¦gica con Argentina
Dos semanas despu¨¦s de la expropiaci¨®n de YPF, desencadenante de la m¨¢s grave crisis diplom¨¢tica desde que el PP lleg¨® al poder, las represalias con que amag¨® el Gobierno parecen haber quedado en agua de borrajas. La orden ministerial que da prioridad al biodiesel europeo sobre el extracomunitario tendr¨¢ efectos muy limitados si, como materia prima, las f¨¢bricas espa?olas importan aceite de soja argentino; y la eliminaci¨®n de los privilegios arancelarios, pedida por el Parlamento Europeo, solo afecta al 27% de las ventas de Argentina a la UE y por unos pocos meses, pues que su derogaci¨®n estaba prevista para 2014.
El G-20 ha aprobado una declaraci¨®n gen¨¦rica en contra del proteccionismo y a favor de las inversiones extranjeras ante la que Argentina no se ha dado por aludida; y la amenaza de negociar por separado con los restantes socios de Mercosur el acuerdo con la Uni¨®n Europea, excluyendo a Buenos Aires, ha provocado de momento un cierre de filas de sus vecinos.
El Gobierno pidi¨® a
El Gobierno ya ha empezado a replegar velas, consciente de que los intereses econ¨®micos de Espa?a en Argentina no se limitan a Repsol y de que la relaci¨®n estrat¨¦gica entre ambos pa¨ªses sobrepasa los desacuerdos entre sus Gobiernos. Ese es el mensaje que m¨¢s se repiti¨® en el desayuno que el ministro Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo ofreci¨® el pasado jueves a sus antecesores en Exteriores y donde se escucharon dudas, aunque no cr¨ªticas, sobre la estrategia seguida hasta ahora. Probablemente, el resultado final hubiera sido el mismo, pero las admoniciones lanzadas desde Madrid tuvieron el efecto de inflamar el populismo de Fern¨¢ndez de Kirchner, que present¨® la incautaci¨®n de las acciones de Repsol en YPF como una afirmaci¨®n de soberan¨ªa ante la antigua metr¨®poli.
En todo caso, la posible sobreactuaci¨®n de Garc¨ªa-Margallo, quien convoc¨® al embajador argentino en Espa?a, no fue fruto de un calent¨®n. Fuentes de Exteriores sostienen que el objetivo era advertir de que la expropiaci¨®n provocar¨ªa una crisis diplom¨¢tica, frente a la pretensi¨®n argentina de circunscribirla al terreno econ¨®mico.
Cuando el secretario de Estado para Iberoam¨¦rica, Jes¨²s Gracia, se reuni¨® el pasado 22 de febrero en Buenos Aires con el canciller argentino, H¨¦ctor Timerman, este le dijo que no estaba autorizado a hablar de YPF, porque era un asunto empresarial. A su regreso, Gracia escribi¨® una alarmante nota que lleg¨® el viernes 24 a la mesa del Consejo de Ministros. Ese mismo d¨ªa, a petici¨®n de Rajoy, el Rey llam¨® a Cristina Fern¨¢ndez y, fruto de esa conversaci¨®n, el ministro de Industria, Jos¨¦ Manuel Soria, viaj¨® a Buenos Aires la semana siguiente. "Repsol quiere seguir en Argentina y Espa?a quiere que siga. Si por alg¨²n motivo Argentina no quiere, nos gustar¨ªa saberlo", le dijo Soria a los ministros de Econom¨ªa y de Planificaci¨®n, H¨¦ctor Lorenzino y Julio de Vido respectivamente. Estos guardaron silencio. Soria sali¨® convencido de haber logrado la creaci¨®n de un grupo de trabajo para debatir la situaci¨®n de YPF y as¨ª lo anunci¨®. Pec¨® de imprudente, pues la parte argentina lo desminti¨® p¨²blicamente. Fue el ¨²ltimo contacto oficial.
A¨²n hubo un nuevo intento oficioso. El 15 de marzo, el expresidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar recibi¨® el doctorado honoris causa por la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), en Buenos Aires, y el Gobierno le pidi¨® que hablara con Fern¨¢ndez para parar lo que ya parec¨ªa inevitable. No fue posible, pues ese d¨ªa la presidenta argentina realiz¨® una visita a Chile aplazada antes en dos ocasiones. A principios de abril, Rajoy remiti¨® una carta a Fern¨¢ndez que esta ni contest¨®.
"Lo ¨²nico que no se puede es no hacer nada", dijo una persona pr¨®xima a Rajoy cuando se consum¨® la incautaci¨®n. El problema es si se ha hecho lo m¨¢s ¨²til para que Repsol obtenga un justiprecio por las acciones de YPF; y si la crisis bilateral tendr¨¢ efectos colaterales sobre la Cumbre Iberoamericana de C¨¢diz. Garc¨ªa-Margallo dijo que Argentina se hab¨ªa "pegado un tiro en su propio pie" con la expropiaci¨®n. El tiempo dir¨¢ si Espa?a lo ha hecho tambi¨¦n.
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