Presos
El plan de Interior es eficaz porque dar¨¢ alas a los reclusos que quieran desligarse de la banda
Cuando en 1989 el Gobierno del PSOE, con el apoyo entre otros del PNV, puso en marcha la pol¨ªtica de dispersi¨®n de los presos de la banda terrorista ETA, el objetivo era claro: impedir que la banda controlara a sus miembros, tambi¨¦n una vez encarcelados, y facilitar de esta manera que quienes quisieran desmarcarse de la violencia y de su disciplina pudieran hacerlo.
ETA ha utilizado constantemente a sus presos. Lo ha hecho cuando le ha interesado y no siempre de la misma forma. En ocasiones les ha hecho protagonistas de sus reivindicaciones y en otras ha prescindido de ellos completamente, como en la ¡°tregua¡± de 1998. Por eso era tan importante romper con ese cord¨®n umbilical y de ah¨ª lo oportuno de aquella decisi¨®n penitenciaria.
Expresiones como el ¡°frente de makos¡± son reflejo de que han sido una herramienta m¨¢s con la que ETA ha pretendido condicionar a los diferentes Gobiernos de la democracia. Varios ¡°frentes¡± abiertos, tambi¨¦n en las c¨¢rceles. Como tampoco es casualidad que ETA siempre haya hablado de los presos como un ¡°colectivo¡± y haya pretendido que funcionaran como tal con el ¨²nico inter¨¦s de poder seguir someti¨¦ndoles a su control y estrategia.
Pero la dispersi¨®n pronto comienza a dar frutos y ETA reacciona agitando la bandera de la lucha contra esa pol¨ªtica. Porque le est¨¢ haciendo mucho da?o.
Con esa estrategia, la utilizaci¨®n sistem¨¢tica de los presos por parte de ETA y su entorno tiene varios objetivos evidentes: presionar a los Gobiernos de turno manteniendo cohesionados a sus miembros encarcelados; crear en el Pa¨ªs Vasco una imagen de ¡°castigo a?adido¡±; y, de paso, transmitir un mensaje de victimismo que marcara tambi¨¦n la agenda de la pol¨ªtica en el Pa¨ªs Vasco, como ha hecho hasta nuestros d¨ªas.
La realidad es que durante los ¨²ltimos a?os la propaganda de ETA y su entorno ha dado eficaces frutos tambi¨¦n en este ¡°frente¡±. Poco a poco, el mensaje fue calando hasta ser interiorizado por partidos como el PNV e incluso algunos dirigentes del PSE. A mi juicio, equivocadamente, mordieron el anzuelo estrat¨¦gico de la banda y se sumaron al cuestionamiento de una medida que, adem¨¢s de debilitar el ¡°frente de makos¡±, permit¨ªa a determinados presos de ETA desligarse de la banda y empezar a recorrer un camino que a ellos, y solo a ellos, correspond¨ªa realizar de manera individual e ¨ªntima: ser conscientes del horror ocasionado y como derivada, colaborar con la justicia. Conviene recordar ¡ªla memoria es fr¨¢gil¡ª que entre 1989 y 1995, 112 presos de ETA decidieron reinsertarse despu¨¦s de manifestar su ruptura con la banda terrorista.
A pesar de las dificultades descritas, el paso de los a?os ha ido demostrando el ¨¦xito y eficacia de esta parte de la pol¨ªtica penitenciaria. Ha ido demostrando que la lucha contra ETA se hac¨ªa deteniendo sus comandos, legislando y aplicando leyes eficaces y sensatas, contando con la ayuda internacional de pa¨ªses con los que compartimos los mismos fundamentos democr¨¢ticos en el seno de la Uni¨®n Europea. Y tambi¨¦n, y esto resulta fundamental, debilitando la influencia de ETA en las c¨¢rceles.
El anuncio del Ministerio del Interior de un plan integral para la reinserci¨®n de presos terroristas me parece una medida oportuna, eficaz e inteligente para continuar debilitando a ETA. Si un preso se desmarca, rechaza la violencia, o reniega de ETA, ya no hay disciplina de la banda de la que alejarle. No nos deber¨ªa preocupar d¨®nde cumple un preso su condena, en qu¨¦ ciudad o comunidad aut¨®noma est¨¢ su c¨¢rcel. Lo que nos tiene que importar es que cumpla la pena impuesta seg¨²n la aplicaci¨®n del derecho y el ejercicio de la justicia. Vamos, lo esperado en un Estado de derecho.
A mi juicio, el plan anunciado por el Ministerio de Interior es inteligente porque pone en valor al Estado de derecho enviando un mensaje claro y contundente a esa banda terrorista que se niega a poner su esquela de defunci¨®n y pretende prolongar su influencia en la sociedad y la pol¨ªtica vasca, incluso una vez muerta. Es eficaz porque va a dar alas a los presos que quieran desligarse del f¨¦rreo control de la banda, y tambi¨¦n es oportuno porque, salvo UPyD y la izquierda abertzale, provoca una unidad entre partidos necesaria para acelerar la desaparici¨®n definitiva de ETA y el desprestigio de su mensaje en Euskadi.
ETA podr¨¢ hacer todos los esfuerzos que quiera en utilizar a los presos como un ¡°frente¡±. Podr¨¢ seguir presionando a los familiares de los encarcelados para mantener cohesionada a su base social, esa que una vez anunciado el fin del terrorismo y sin haber conseguido sus objetivos pol¨ªticos de ¡°independencia y socialismo¡±, se encuentra desconcertada porque durante d¨¦cadas se le prometi¨® la ¡°victoria final¡± con la utilizaci¨®n de la violencia (jo ta ke irabazi arte). Lo intentar¨¢, pero si los dem¨®cratas estamos juntos, ser¨¢ un esfuerzo bald¨ªo.
Ante eso, el mensaje del Gobierno de la naci¨®n es claro: no hay interlocuci¨®n ni ¡°colectivo de presos¡± con el que negociar nada, porque esas cosas no las hace un Gobierno democr¨¢tico en una sociedad moderna. En un Estado de derecho, ETA solo tiene un camino, su disoluci¨®n incondicional; y los presos un camino si quieren, modificar su situaci¨®n penitenciaria cumpliendo la ley alejados del control de la banda.
Pues bien, todo lo que acabo de relatar puede ser compartido o no. De hecho, la autodenominada izquierda abertzale ya ha rechazado el anunciado plan del Ministerio de Interior y continuar¨¢ torpedeando el demarque de reclusos. L¨®gico y esperado. Lo m¨¢s sangrante no es que lo hagan los que siempre han justificado a ETA, de ellos poco podemos esperar ya que este plan les desmonta la farsa de su discurso; lo dif¨ªcilmente digerible es que quienes desde la pol¨ªtica siempre han defendido el cumplimiento de la ley como gu¨ªa, ahora acusen con gruesos insultos y descalificaciones al Gobierno, al PP, al resto de partidos y a cualquiera que se atreva a discrepar de su opini¨®n. Rosa D¨ªez y algunos pol¨ªticos importantes con los que comparto carn¨¦ de partido siempre tendr¨¢n por mi parte mucho m¨¢s respeto y consideraci¨®n de la que ellos est¨¢n demostrando, sobre todo porque yo nunca les llamar¨¦ ¡°traidores¡± por tener una opini¨®n. Sus descalificaciones de trazo grueso no nos hacen peores a quienes defendemos lo que escribo en este texto, pero deben de tener claro que no les aporta nada de raz¨®n y s¨ª les califica oportunamente.
Borja S¨¦mper Pascual es presidente del Partido Popular de Gipuzkoa.
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