Otra receta contra la crisis es posible

Cuando hace tan solo nueve meses parec¨ªa que este a?o podr¨ªa marcar el comienzo de la salida a la crisis, la repentina ca¨ªda de todas las previsiones econ¨®micas para la zona euro han hundido de nuevo a la econom¨ªa europea en la sima de la recesi¨®n. Acaban de cumplirse dos a?os desde la intervenci¨®n de Grecia y de la aplicaci¨®n a rajatabla de la receta de los fundamentalistas del mercado; esa que dice que la pol¨ªtica de austeridad es el ¨²nico remedio. Dos a?os en los que la crisis se ha agravado, la desigualdad ha crecido y la derecha se ha dedicado a cercenar el Estado de bienestar.

Nos han enga?ado los mismos poderes econ¨®micos que hace un lustro nos dec¨ªan que las hipotecas basura eran un negocio redondo. Los mismos que pidieron a gritos que rescat¨¢ramos con dinero p¨²blico sus bancos y que, una vez salvados, se dedicaron a especular contra la deuda soberana de los pa¨ªses que les ayudaron.

Ante esta situaci¨®n, hay que decir que la actual reca¨ªda en la crisis econ¨®mica no es consecuencia del d¨¦ficit ni del nivel de deuda p¨²blica de Espa?a, uno de los m¨¢s bajos de Europa, sino de la nefasta pol¨ªtica de austeridad que se ha impuesto. Por ello es preciso reconducir la econom¨ªa hacia la pol¨ªtica. La salida a la crisis en Europa no ser¨¢ consecuencia de la austeridad y el recorte. Recomponer el binomio ajuste-crecimiento es una obligaci¨®n para un espacio que soporta 25 millones de parados, con 12 pa¨ªses que est¨¢n en recesi¨®n y que no atisba el final del t¨²nel.

?nicamente el crecimiento podr¨¢ reducir el peso de la deuda en las econom¨ªas europeas sin cuestionar nuestro modelo de convivencia. Por ello, hay que flexibilizar los plazos de aplicaci¨®n de los objetivos de d¨¦ficit para permitir pol¨ªticas de impulso a la econom¨ªa. El Banco Central Europeo debe asumir un papel m¨¢s activo en relaci¨®n al crecimiento y no atender exclusivamente a la estabilidad de los precios. La UE debe abordar el debate sobre la emisi¨®n de eurobonos y la posibilidad de convertir al BCE en prestamista de ¨²ltima instancia para los pa¨ªses, a la vez que se da un decidido impulso a los fondos estructurales.

Es evidente que el Estado de bienestar deba ser actualizado a la luz de los nuevos desaf¨ªos del siglo XXI, pero no debemos confundirnos ni confundir. Actualizar es poner a punto y mejorar la eficiencia de nuestras pol¨ªticas, pero no cercenar aquello que ya forma parte del ADN europeo y que ha dado lugar en los ¨²ltimos decenios al mayor progreso social y econ¨®mico de la historia: el Estado de bienestar.

La pol¨ªtica de recortes es una cosa distinta a la obligada austeridad y contenci¨®n del gasto p¨²blico. En tiempo de crisis, eliminar las medidas de apoyo a la econom¨ªa con la crudeza que se est¨¢ haciendo por parte de algunos Gobiernos es un aut¨¦ntico despilfarro econ¨®mico, ya que se inutilizan gran parte de los recursos humanos y la capacidad productiva de nuestras empresas. La actualizaci¨®n del propio Programa de Estabilidad 2012-2015 elaborado por el Gobierno central, publicado el 30 de abril, prev¨¦ que la tasa de paro global en Espa?a para el 2015 ser¨¢ del 22,3%. A este ritmo y con estas pol¨ªticas, ?hasta cu¨¢ndo tendremos que esperar para que la tasa de paro en Espa?a alcance el 8,5% que ten¨ªamos en el 2008, o para que el desempleo juvenil baje por debajo del 20%? ?Hasta 2020? ?Se puede seguir as¨ª?

Paul Samuelson, acad¨¦mico y premio Nobel de Econom¨ªa, sol¨ªa decir que el objetivo de la econom¨ªa es mejorar la vida diaria de las personas. Un planteamiento pone la econom¨ªa al servicio de la ciudadan¨ªa y de la tarea principal de toda sociedad avanzada: proteger al m¨¢s d¨¦bil. Desde que asum¨ª mi responsabilidad de lehendakari, he tenido muy presente estas m¨¢ximas. Por ello, desde el primer d¨ªa mi Gobierno ha estado trabajando para elaborar una receta alternativa para combatir una crisis que roba los sue?os de futuro a miles de familias. Esa otra forma de hacerle frente ya se ha empezado a denominar como Modelo Euskadi. Una f¨®rmula que hace compatible el necesario control del gasto p¨²blico con medidas efectivas para incentivar la econom¨ªa, luchar por el empleo y garantizar los servicios p¨²blicos a toda la ciudadan¨ªa. Y los datos de Euskadi parecen confirmar la validez de este modelo.

Desde que, a finales de 2011, tuvimos conocimiento del recrudecimiento de la crisis, hemos puesto en marcha una bater¨ªa de medidas que contemplan un plan de lucha contra el paro consensuado con los agentes sociales, un plan extraordinario para financiar a las peque?as y medianas empresas, un paquete de medidas para incentivar a nuestro tejido productivo, y actuaciones especiales para que nuestros j¨®venes tengan las oportunidades laborales que se merecen. Estas son algunas de las iniciativas que propone el Modelo Euskadi para hacer frente a la crisis.

Durante los dos ¨²ltimos a?os, mi Gobierno ha predicado solo en el desierto contra la austeridad indiscriminada que se extend¨ªa por Europa y que, tanto la derecha nacional como la nacionalista, abrazaba sin ning¨²n tipo de rubor. El principal partido de la oposici¨®n en Euskadi incluso nos acus¨® a principios de 2011 de que ¨ªbamos a ¡°quebrar¡± las cuentas p¨²blicas antes de que llegara el mes de marzo. Pues bien, no es por una casualidad que el a?o pasado la econom¨ªa vasca batiera su r¨¦cord hist¨®rico de exportaciones y recibiera m¨¢s turistas que nunca. Nuestra tasa de paro es la mitad que la media espa?ola y similar a la europea. Y, aunque el PNV se aferre al catastrofismo, es una de las comunidades espa?olas y europeas con menor nivel de endeudamiento.

Todo ello se ha conseguido aunando el esfuerzo de empresarios y trabajadores, creyendo en un modelo que apuesta por no dejar a nadie abandonado a su suerte. El Gobierno vasco ha cumplido su parte, estimulando la econom¨ªa real, ajustando de forma responsable sus gastos y evitando el recorte indiscriminado, especialmente en sanidad y educaci¨®n.

Yo creo en una econom¨ªa de mercado, pero no en una sociedad de mercado. Entiendo, en consecuencia, que el Gobierno de Espa?a y la derecha nacionalista en Euskadi y Catalu?a deber¨ªan reflexionar sobre las consecuencias de sus actuaciones en materia econ¨®mica y valorar que existe otra f¨®rmula para abordar las reformas estructurales que necesitamos y luchar contra la crisis. La obsesi¨®n por el d¨¦ficit, las falsas alarmas de quiebra, las reformas antisociales a golpe de decreto ley y los recortes continuados nos est¨¢n llevando a una v¨ªa sin salida. Est¨¢n dinamitando las oportunidades vitales de miles de j¨®venes, de una generaci¨®n con un inmenso talento que huye de Espa?a cabizbajos por falta de oportunidades.

Los ciclos econ¨®micos han existido siempre y siempre existir¨¢n, as¨ª que, aunque ahora creamos que no hay salida posible, llegar¨¢ un momento en el que la econom¨ªa se recuperar¨¢ y comenzaremos de nuevo a generar empleo y bienestar. La velocidad con la que llegue este momento depender¨¢ de lo r¨¢pido que dejemos de lado la equivocada receta de la austeridad a ultranza y adoptemos otras terapias m¨¢s convenientes para los males de nuestra econom¨ªa.

Desde Euskadi, sin petulancia alguna, podemos decir que nuestro modelo funciona y que se ofrece como una alternativa para volver a recobrar la confianza que se nos est¨¢ robando y hacer del Pa¨ªs Vasco, Espa?a y Europa un ¨¢mbito de oportunidades vitales para una ciudadan¨ªa que reclama un futuro mejor.

Patxi L¨®pez es presidente del Gobierno vasco.