¡°Estoy perdiendo el tiempo. Ahora en mi pa¨ªs est¨¢n mejor¡±

En la cola para facturar maletas a Varsovia (Polonia) en el aeropuerto de Barajas la v¨ªspera del Espa?a-Italia de la Eurocopa, repleta de espa?oles que van a ver el partido, desentona un hombre menudo, con el triple de equipaje que el resto. Se llama Andrieus Gusecimas, es lituano, tiene 42 a?os, y no va al f¨²tbol. En realidad, va camino a su pa¨ªs, haciendo escala en Polonia.

¡°Me vine porque en mi pa¨ªs la situaci¨®n estaba muy mal. Llevo diez a?os en Espa?a, pero aqu¨ª ya no hay nada. Antes siempre ten¨ªa trabajo en el campo, en las campa?as de recogida de la fruta en Andaluc¨ªa, en Catalu?a... Ahora, o no hay o no te lo pagan. Estoy perdiendo el tiempo. Me vuelvo. Ahora en mi pa¨ªs est¨¢n mejor¡±, explica.

La tasa de paro espa?ola, del 24,3%, es la mayor de la Uni¨®n Europea, mientras que la lituana experiment¨® en un a?o una de las mayores ca¨ªdas: del 16% al 13,8 %. El pa¨ªs b¨¢ltico lider¨® el crecimiento en la UE el a?o pasado, un 5,8%, seg¨²n las estimaciones de Eurostat; esto es, casi cuatro veces la media de la eurozona, cuyo PIB creci¨® apenas un 1,5%. Una espectacular remontada, ya que en 2009 el PIB lituano hab¨ªa ca¨ªdo un 14,8%.

Andrieus cuenta que todos sus amigos y compatriotas se han ido ya porque sin trabajo, en Espa?a no pod¨ªan aguantar m¨¢s. ?l tambi¨¦n se marcha, pero no se arrepiente de haber venido: ¡°Este pa¨ªs ha sido muy bueno conmigo. Hay gente muy buena. Muchas personas me ayudaron cuando no sab¨ªa hablar el idioma¡±, dice en un castellano atropellado. ¡°La Guardia Civil me ayud¨® a encontrar trabajo. Y aqu¨ª encontr¨¦ a una mujer muy guapa y..., ?c¨®mo se dice?, aqu¨ª encargu¨¦ a mi hija¡±, cuenta entre risas. Se refiere a que fue en Espa?a donde la concibi¨®. ¡°Despu¨¦s de encargarla, me cas¨¦¡±, aclara. ¡°Gracias a Espa?a tengo una familia preciosa¡±.

Ahora viaja a Lituania para reunirse con ellas. No ha tenido mucho tiempo para disfrutar de su familia. ¡°Mi hija tiene ahora tres a?os y medio y no sabe c¨®mo es su padre. Su padre es ¡®ese que manda dinero¡¯. La he visto dos veces nada m¨¢s, un mes en total. Se llama como yo, Adriana. Mi mujer me ha dicho que para lo que gano aqu¨ª, me vuelva para que la ni?a tenga un padre¡±.

Despu¨¦s de estar en su pa¨ªs, Andreius planea ir a pasar una temporada en Reino Unido porque amigos suyos que estaban con ¨¦l en Espa?a le han dicho que all¨ª hay ahora trabajo. ¡°Al principio, ir¨ªa yo solo y luego ya se podr¨ªan venir mi mujer y mi hija¡±, explica.

No habla ingl¨¦s, pero no le asusta. ¡°Al principio tampoco sab¨ªa hablar espa?ol. Me comunicaba por se?as. Y ahora he aprendido bastante¡±.

Andreius est¨¢ acostumbrado a ir saltando de pa¨ªs en pa¨ªs seg¨²n las ofertas de trabajo. Antes de venir a Espa?a, ya estuvo en Alemania, trabajando de mec¨¢nico, y en Suiza, plantando ¨¢rboles. Habla ruso, b¨²lgaro, lituano y en espa?ol ya se hace entender sin se?as.

Cuando le preguntan qu¨¦ es lo m¨¢s valioso que lleva en su maleta de estos 10 a?os en Espa?a, Andrieus saca unas llamativas zapatillas deportivas de marca que lleva orgulloso para regalarle a su mujer. Est¨¢ convencido de que le van a gustar.

Factura todo el equipaje con una enorme sonrisa, entre aficionados al f¨²tbol que van a la Eurocopa. En Espa?a ya no hay nada que a Andreius le duela dejar atr¨¢s.