Correa, de Soto del Real a Sotogrande
El cabecilla de la trama G¨¹rtel comparece diariamente en el juzgado de San Roque (C¨¢diz)
De un soto al otro. En solo unas horas, el cabecilla de la trama G¨¹rtel, Francisco Correa, ha pasado de la frialdad de las paredes desnudas, las puertas blindadas y los barrotes de la c¨¢rcel de Soto del Real (Madrid), donde ha pasado los ¨²ltimos tres a?os y cuatro meses, al complejo residencial Sotogrande (C¨¢diz), el templo del golf, el polo y los deportes n¨¢uticos de la Costa de la Luz. Correa ha dejado la rigidez espartana de la vida carcelaria para abrazar de nuevo el lujo m¨¢s ostentoso, al que estaba acostumbrado hasta que el exjuez Baltasar Garz¨®n lo mand¨® a prisi¨®n en 2009 como cerebro de la mayor trama de sobornos y adjudicaciones a dedo ligada al PP.
Correa no lo ha dudado. De los dos domicilios que facilit¨® el pasado martes en el Juzgado de Instrucci¨®n 5 de la Audiencia Nacional para estar continuamente localizable, el de su madre, en una barriada muy popular de Madrid, y su vivienda embargada de Sotogrande, se ha decantado por esta ¨²ltima. Este jueves, por segundo d¨ªa consecutivo, acudi¨® a los juzgados de San Roque ¡ªel partido judicial en el que est¨¢ esa urbanizaci¨®n¡ª para probar que sigue en Espa?a, que no se ha fugado, como le ha impuesto el instructor del caso G¨¹rtel, Pablo Ruz.
Lo hizo hacia la una menos cinco de la tarde. Esa fue la hora a la que lleg¨® al edificio judicial gaditano. Su gesto era menos tenso que la noche del pasado lunes, cuando abandon¨® la prisi¨®n, pero su semblante segu¨ªa siendo serio. Su atuendo era casual y playero. Pantal¨®n claro, zapatos n¨¢uticos sin calcetines y un polo gris del Alinghi, el equipo de la Sociedad N¨¢utica de Ginebra que gan¨® la Copa del Am¨¦rica en 2003 en Auckland (Nueva Zelanda) y cuatro a?os despu¨¦s repiti¨® en Valencia, uno de los epicentros de sus dudosos negocios por los que ahora se le investiga. Solo confirm¨® que se aloja en Sotogrande y que est¨¢ con su familia.
Tras aparcar en las inmediaciones del juzgado, con paso firme y las manos en los bolsillos, entr¨®, firm¨® y sali¨® acompa?ado por otra persona, la que le hizo las funciones de ch¨®fer. Fuentes jur¨ªdicas aseguraron que la secretaria judicial le fij¨® una hora concreta para que se presentara cada d¨ªa, aunque los lunes tendr¨¢ que desplazarse a Madrid para acudir a la Audiencia Nacional. El martes entreg¨® el pasaporte en el juzgado de Ruz y tiene prohibido abandonar el territorio nacional.
Tr¨¢mite finalizado. Correa sale del juzgado con su acompa?ante sin decir ni una palabra. Sube a su autom¨®vil y, tras dar un rodeo por las calles de San Roque, toma la autopista A-7. Pero no en direcci¨®n a su casa, sino hacia Algeciras. Varios kil¨®metros m¨¢s adelante hace un cambio de sentido y pisa el acelerador a fondo. Esta vez s¨ª, a 200 por hora, va de nuevo hacia el lujo del golf y del polo de Sotogrande. A 693 kil¨®metros del fr¨ªo, la incomodidad y las rigideces de la c¨¢rcel de Soto del Real.
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