La Sierra de los ERE
El exdirector general de Trabajo de la Junta reparti¨® gran parte de las ayudas fraudulentas en su comarca. ¡°Si le llorabas, te lo solucionaba¡±
Cuando hace a?o y medio estall¨® el esc¨¢ndalo de los ERE fraudulentos, Antonio Arquero fue uno de los primeros en torcer el gesto. Este minero jubilado de El Pedroso, un pueblo blanco en el coraz¨®n de la Sierra Norte sevillana, hab¨ªa cobrado 421.000 euros de los fondos p¨²blicos de la Junta de Andaluc¨ªa entre 2007 y 2010 por el simple hecho de vivir a 50 metros del exdirector general de Trabajo, Javier Guerrero. Arquero se dirigi¨® entonces a su amigo para expresarle su temor: ¡°Javier, esto lo veo feo¡±, recuerda ahora. El exminero arregl¨® su casa y pag¨® la hipoteca con un dinero que ¨¦l pensaba que le correspond¨ªa porque su pensi¨®n era muy reducida. Ahora sabe que pec¨® de incauto: ¡°Sab¨ªa que era un mando y confi¨¦ en ¨¦l. La ignorancia es muy atrevida y ahora sufro un ataque psicol¨®gico. En la mina cog¨ªamos las fuentes de energ¨ªa con las manos y sufr¨ª radiaciones del uranio. Yo me merec¨ªa el dinero¡±.
Junto a Arquero, Guerrero benefici¨® a otros amigos de la sierra como Andr¨¦s Carrasco o Alejandro Mill¨¢n, o su suegra, Victorina Madrid. ¡°A Javier le llegabas tres d¨ªas llorando y al cuarto ya te dec¨ªa ¡®yo te lo soluciono¡¯. ?l sigue creyendo que todo lo hizo bien porque pod¨ªa dar ayudas por temas humanitarios¡±, conf¨ªa un amigo del exalto cargo, hoy en prisi¨®n preventiva.
Ciertos intrusos (personas que percibieron p¨®lizas ilegales y ajenas a las empresas beneficiadas por los ERE) apelaron a Guerrero por su cercan¨ªa y vivencias compartidas. Dada su gran amistad, solo tuvieron que facilitar sus datos a la secretaria del pol¨ªtico, que les denominaba ¡°criaturas¡± porque pasaban ¡°necesidad¡±. Y es que Guerrero no sab¨ªa decir no.
Al margen de esa cuadrilla de aduladores surgieron empresarios sin trayectoria alguna al olor del dinero f¨¢cil. Y esto se tradujo en una lluvia de 50 millones de fondos p¨²blicos sobre la Sierra Norte durante la ¨²ltima d¨¦cada. Pero el dinero que deb¨ªa generar actividad econ¨®mica y empleo, termin¨®, a menudo, en los bolsillos de esta red clientelar de amigos y conocidos de altos cargos de la Junta andaluza. Si el fondo para empresas en crisis dispuso de 73 millones para ayudas directas a empresas (de un total de 1.217 millones para los ERE), esta peque?a comarca acapar¨® nada menos que el 68% del destinado para toda Andaluc¨ªa. Entre las razones, sobresale que el director general de Trabajo que conced¨ªa las ayudas, Javier Guerrero, era vecino de El Pedroso. Y por su despacho y el bar al que acud¨ªa cada tarde desfilaron consejeros y delegados para reclamar ayudas para sus provincias, pero nada le tiraba tanto como su tierra.
Un exminero que viv¨ªa junto a Guerrero cobr¨® 421.000 euros para arreglar su casa y pagar su hipoteca
Los 140 empresarios de la Sierra Norte beneficiados generaron cierta actividad econ¨®mica, pero las subvenciones no consolidaron un d¨¦bil tejido empresarial que no puede competir con la agricultura, la ganader¨ªa y el corcho. Pasadas las vacas gordas, ahora la Junta reclama ese dinero regalado a las compa?¨ªas, a menudo, sin siquiera solicitud por parte del empresario y nulo control posterior del gasto. Y el inmenso fraude perpetrado durante una d¨¦cada florece poco a poco a medida que la Guardia Civil ata unos cabos desperdigados por los 10 municipios de la sierra.
El m¨¢s llamativo desvel¨® que las sociedades de dos exconcejales socialistas, Jos¨¦ Enrique Rosendo y Jos¨¦ Mar¨ªa Sayago, recibieron 15 millones en subvenciones directas, seg¨²n la juez. El padre del primero, Rafael Rosendo, sucedi¨® a Guerrero como alcalde y form¨® parte del selecto club de intrusos al cobrar 112.000 euros. Y las firmas del corcho de ?ngel Rodr¨ªguez de la Borbolla, hermano de un expresidente de la Junta, recibieron nueve millones. El concejal del PP Antonio Gil, entonces en la oposici¨®n, admite: ¡°Hab¨ªa un runr¨²n de que a las empresas se les daba dinero, pero no que fuera ilegal¡±.
Numerosas empresas inflaron sus cifras y empleados, y otras ni siquiera existieron gracias a los desmanes de Guerrero, que acus¨® a sus superiores de conocer su modo de actuar. ¡°Raya lo imposible que empresas ficticias recibieran ayudas. A nosotros nos duele, pero m¨¢s a¨²n a una persona parada. Es lastimoso¡±, resume el alcalde de El Pedroso, Manuel Mel¨¦ndez. Sin embargo, algunas empresas beneficiadas invirtieron el capital p¨²blico en maquinaria y para mantener el empleo. La cooperativa Corsevilla, dedicada a la venta de cordero y con 500 socios, recibi¨® un mill¨®n para pagar pr¨¦stamos y abrir nuevos negocios. Ahora, con la crisis, la devoluci¨®n de ese capital supondr¨ªa un grave perjuicio en sus resultados.
La tasa de paro de la Sierra Norte se ha duplicado en los ¨²ltimos a?os y los n¨²meros rojos crecen ante las dificultades de sectores clave como el aceite. Los Ayuntamientos pasan apuros, ya que tambi¨¦n se aprovecharon de la generosidad de la Consejer¨ªa de Empleo. El Consistorio de Guadalcanal recibi¨® 350.000 euros para ferias de muestras, cifra de la que solo est¨¢n justificados 120.000 euros. ¡°O cerramos el Ayuntamiento o nos tienen que rescatar¡±, ironiza el alcalde, Jes¨²s Mar¨ªa Mart¨ªnez (PP). En esta peque?a localidad la cooperativa de San Sebasti¨¢n recibi¨® un mill¨®n de euros. ¡°Tenemos a 480 familias acojonadas y temblando¡±, relata su presidente, Antonio Caro.
La reclamaci¨®n para la devoluci¨®n de los 50 millones pende sobre Ayuntamientos y empresas de la Sierra Norte, un territorio con 30.000 habitantes cuyo tema estrella de conversaci¨®n durante el ¨²ltimo a?o ha eclipsado el curado de jamones, la venta de corderos y la recogida de aceitunas.
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