Rajoy busca una salida internacional

Un hombre como Mariano Rajoy, poco volcado en la pol¨ªtica internacional durante su vida pol¨ªtica, que apenas viaj¨® en la oposici¨®n, ha dado un giro de 180 grados en su visi¨®n de las cosas, seg¨²n su entorno. El presidente ya apenas se ocupa de asuntos nacionales. Ni el PP y sus conflictos internos, ni el caso D¨ªvar, ni la renovaci¨®n en RTVE, por ejemplo, le quitan un minuto. Se los deja a sus ministros. Ha llegado a la conclusi¨®n de que la ¨²nica salida para Espa?a pasa por la ayuda internacional y sobre todo un cambio total en Europa: mayor integraci¨®n para protegerse todos juntos del acoso de los mercados al euro. Y a eso se dedica, hablando con todos los l¨ªderes europeos a diario y hasta con Barack Obama, el presidente de EE UU.

Hoy, mientras los griegos est¨¦n terminando de votar, el presidente se subir¨¢ a un avi¨®n rumbo a Los Cabos (M¨¦xico), donde le espera su primer G-20, una cita en la que Espa?a ser¨¢ protagonista por sus problemas financieros y de la que Rajoy conf¨ªa, seg¨²n La Moncloa, en sacar m¨¢s argumentos para el giro pol¨ªtico hacia una mayor integraci¨®n en Europa. Es el G-20 m¨¢s europeo de la historia, centrado en una crisis en la eurozona que inquieta al mundo.

El PP siempre ha sido europe¨ªsta, pero Rajoy nunca destac¨® por ser un dirigente que planteara m¨¢s soberan¨ªa para Europa y menos para Espa?a. De hecho, en la oposici¨®n acus¨® a Zapatero varias veces de haber permitido que ¡°le dieran ¨®rdenes¡± a Espa?a porque la pol¨ªtica se dirig¨ªa desde Bruselas, y prometi¨® que ¨¦l ¡°defender¨ªa la soberan¨ªa espa?ola¡±.

Sin embargo, el giro del presidente ahora es total. Plantea como soluci¨®n a la crisis una gran cesi¨®n de soberan¨ªa para crear una Europa m¨¢s s¨®lida. Propone que la pol¨ªtica fiscal ¡ªesto es, los Presupuestos- de los pa¨ªses del euro est¨¦n controlados por una instituci¨®n europea.

Es un vuelco total. Y todo con un objetivo: lograr que, a cambio de esas promesas de austeridad y de dejar que los Presupuestos se controlen desde Bruselas, Alemania, y con ella los pa¨ªses n¨®rdicos, acepten la uni¨®n bancaria. Esto es, que haya un fondo de garant¨ªa de dep¨®sitos europeos, que los bancos sanos del norte respondan por los enfermos del sur, que el BCE cambie para dar un mensaje al mundo de que el euro es irreversible.

Todo esto, sin embargo, es a medio plazo. A corto, Rajoy vive en una vor¨¢gine con el peor escenario posible al fondo: la intervenci¨®n total. Toda su trayectoria pol¨ªtica se juega aqu¨ª. Despu¨¦s de resistirse mucho, el presidente ¡ªal contrario de lo que dice en p¨²blico- acept¨® a rega?adientes el rescate bancario, convencido de que tendr¨ªa muchos costes pol¨ªticos para ¨¦l ¡ªsiempre lo desminti¨®-, pero que funcionar¨ªa en el mercado. El fracaso de la primera semana ha dejado al Gobierno descolocado, navegando ya a vista y confiando en que pasen cuanto antes las elecciones griegas, a las que culpa de la volatilidad. ¡°Era el ¨²ltimo cartucho, nadie entiende por qu¨¦ no ha funcionado¡±, resume un marianista.

Sin embargo, y a pesar de la frustraci¨®n e incluso impotencia que se detecta en el entorno de Rajoy y que algunos de los suyos ven en el propio presidente, el Gobierno sigue pensando que hay salida. Y esta empezar¨¢ a fraguarse, creen, en el G-20 en Los Cabos.

El Ejecutivo, hasta ahora muy distanciado de Obama y de su apuesta por pol¨ªticas expansivas ¡ª¡°yo no tengo el margen que tiene EE UU¡±, le dijo Rajoy a Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso en una imagen captada por las c¨¢maras en diciembre pasado-, est¨¢ muy satisfecho con la presi¨®n que el presidente de EE UU est¨¢ metiendo a Angela Merkel para dar un gran giro en Europa.

Y ese va a ser el eje del G-20, seg¨²n diversas fuentes: la presi¨®n a Merkel, no solo de EE UU. Es evidente que el supuesto idilio Merkel-Rajoy se ha roto. En Berl¨ªn ya hablan mal de ¨¦l sin tapujos. Y ¨¦l manda cartas para presionar al BCE, que es una manera indirecta de presionar a Alemania.

Sin embargo, los pa¨ªses del euro, entre ellos Espa?a, no pueden ir divididos al G-20, se?alan en el Gobierno. Por eso Merkel podr¨¢ contar con apoyo europeo frente a esa presi¨®n. Para eso fue la videoconferencia del viernes. Pero despu¨¦s, los cuatro grandes del euro, Espa?a incluida, volver¨¢n a verse en Roma, el 22. Y ah¨ª Rajoy tendr¨¢ que optar: o se apunta al eje por el crecimiento instaurado por Monti y Hollande, o apoya a Merkel. Fiel a su estilo, es probable que busque una v¨ªa intermedia.

En cualquier caso, Espa?a conf¨ªa en que estas dos semanas de locura, en las que el euro estar¨¢ m¨¢s en cuesti¨®n que nunca ¡ª¡°vienen contra el euro, no contra Espa?a¡±, repiten desde el Gobierno-, sirvan para convencer a los n¨®rdicos de hacer un giro total en la UE que beneficiar¨ªa a Espa?a. Es la ¨²nica salida que ven.

Lo que m¨¢s preocupa a otros dirigentes del PP, adem¨¢s de la crisis, es la imagen de Rajoy. Algunos est¨¢n preocupados por su estrategia de llamar a todo con eufemismos y dulcificar la realidad, precisamente lo que m¨¢s criticaban a Zapatero. ¡°Es rid¨ªculo vender el rescate como algo muy positivo, es evidente que hemos bajado a segunda divisi¨®n¡±, sentencia uno.

¡°Es el Rajoy de siempre, pero ahora est¨¢ en La Moncloa y se enfrenta a la peor crisis de la historia reciente. Y no quiere o no puede cambiar. Le est¨¢ haciendo mucho da?o esa actitud¡±, analiza otro. La mayor¨ªa coincide en que deber¨ªa haber anulado el viaje al f¨²tbol, por ejemplo.