Cambiazo urban¨ªstico en Valladolid
El Plan de ordenaci¨®n fue retocado despu¨¦s de ser aprobado por el Ayuntamiento El alcalde debe responder como imputado a qui¨¦n beneficiaron las alteraciones
Alguien le dio el cambiazo al urbanismo de Valladolid. Una o varias personas modificaron m¨¢s de 60 art¨ªculos y cinco planos del Plan General de Ordenaci¨®n Urbana (PGOU) de 2003 una vez este ya hab¨ªa sido aprobado. Lo hicieron pensando que nadie se dar¨ªa cuenta de ello. Y casi lo consiguen. Es un hecho peculiar entre los muchos casos de corrupci¨®n urban¨ªstica que han castigado a Espa?a y afecta al alcalde Le¨®n de la Riva, el m¨¢s lenguaraz de cuantos alcaldes tiene el PP en las capitales de provincia. Acostumbrado a hablar m¨¢s de la cuenta y a patinar con sus comentarios sexistas, calla en este caso: acaba de ser imputado por un juez y tendr¨¢ que declarar el 12 de julio.
El caso ni siquiera tiene nombre. No viene precedido de una operaci¨®n policial. No hay intervenciones telef¨®nicas que amenicen la investigaci¨®n, ese tipo de jugosa conversaci¨®n entre el que compra y el que se vende. En el asunto del cambiazo de Valladolid no hay este tipo de divertimento, sino una suma de denuncias, de procedimientos administrativos con sus plazos correspondientes, de informes t¨¦cnicos que debe ser cotejados y de sentencias de anulaci¨®n. Es el lento proceder de la Administraci¨®n, sumado al m¨¢s lento de la justicia. Entre tanto tecnicismo, solo hay dos detalles que llaman la atenci¨®n a cualquiera. Uno es el informe policial donde se identifica que el cambiazo se ejecut¨® en un ordenador. El otro es el testimonio de un religioso que viene a significar que el alcalde estaba al tanto de los retoques en una parcela que afectaba a C¨¢ritas.
El cambiazo se ejecuta entre el 23 de septiembre y el 15 de diciembre del a?o 2003, as¨ª que han pasado casi diez a?os de aquellos hechos. La polic¨ªa determina que esas modificaciones se hacen en un solo ordenador, e identifica que pertenece a un funcionario, que es el arquitecto municipal Luis ?lvarez Aller, pero... su contrase?a era de dominio p¨²blico, as¨ª que Aller o cualquier otro pudo o pudieron hacer modificaciones en un plan ya aprobado.
Una modificaci¨®n permite 124 viviendas donde cab¨ªan nueve chal¨¦s
Cambiar el PGOU era innecesario. El PP dominaba el Ayuntamiento de Valladolid con mayor¨ªa absoluta. Pod¨ªa aprobar cualquier plan que dise?ara. El PGOU se aprueba el 7 de marzo de 2003 tras cumplir todos los requisitos, entre ellos un plazo de exposici¨®n p¨²blica. Ese PGOU se env¨ªa a la Junta de Castilla y Le¨®n para que lo ratifique y la Junta pide que se hagan una serie de correcciones de poca importancia. Pasan unos meses en los que el plan baila en tr¨¢mites de subsanaciones y correcciones, hasta que definitivamente se publica en el Bolet¨ªn Oficial. Pero en esos meses de tr¨¢mites nunca muestra su verdadera cara, la que tiene una vez aprobado. Hay un d¨ªa especialmente laborioso, el 13 de noviembre de 2003, cuando el ordenador de Aller echa humo y se ejecutan alteraciones de importancia.
Por ejemplo, en el plano 54-07. En este plano se permite un desarrollo urbano de una extensi¨®n de 18.704 metros cuadrados en un terreno colindante con las instalaciones de Renault a las afueras de la ciudad. El texto limita el desarrollo a una vivienda por ¡°parcela m¨ªnima de 2.000 metros cuadrados¡±. El cambiazo hecho en el ordenador permite que las parcelas m¨ªnimas sean de 300 metros cuadrados y que en vez de una se hagan dos viviendas. El resultado es que donde cab¨ªan nueve chal¨¦s, entran 124 viviendas en 64 parcelas con el plan modificado. Lo cual permite un posible beneficio de 12 millones de euros.
Otra modificaci¨®n de ese d¨ªa: el art¨ªculo 307.2. El texto aprobado dice: ¡°Con la excepci¨®n de despachos profesionales ligados a la propia vivienda, no puede situarse ning¨²n otro uso no residencial¡±. La reforma del texto cambia la redacci¨®n: ¡°Con la excepci¨®n de despachos profesionales no puede situarse ning¨²n otro uso no residencial¡±. Esa modificaci¨®n permite autorizar que se instalen despachos profesionales sin que haya vinculaci¨®n con los propietarios de las viviendas, justo lo contrario de lo que pretend¨ªa el plan aprobado.
Otra logr¨® que una vieja f¨¢brica de harina se convirtiera en hotel de lujo
Otro caso: el art¨ªculo 368. Se refiere a otros usos que se le pueden dar a las edificaciones. Esta vez aparece un p¨¢rrafo nuevo, que dice lo siguiente: ¡°En Industria urbana en edificaciones catalogadas se admiten tambi¨¦n usos de comercio y servicios, hosteler¨ªa y hospedaje hasta el 100%¡±. Esta inclusi¨®n parece hecha a la carta para que la antigua f¨¢brica de Harinas La Perla, situada en el desag¨¹e del Canal de Castilla y construida en 1851, recibiera licencia en 2006 para transformarse en un hotel de cinco estrellas. Lo que es curioso en este caso fue que el propietario de dicha f¨¢brica solicit¨® que en el plan general se permitiera la recalificaci¨®n de la f¨¢brica para uso hostelero y fue denegada en 2002. ?Qu¨¦ pas¨® para que en aquel d¨ªa de 2003 se permitiera lo que se hab¨ªa denegado con anterioridad?
Y as¨ª hasta m¨¢s de 60 art¨ªculos y cinco planos del texto aprobado. La justicia trata de desentra?ar dos cuestiones en este asunto: qui¨¦nes lo hicieron y a qui¨¦nes favorecieron. Porque el Ayuntamiento no se ha beneficiado de casi ninguna de estas modificaciones. M¨¢s bien, al contrario. De hecho, hay tres sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y Le¨®n que anulan 11 art¨ªculos y 5 planos.
?Qu¨¦ ha tenido que ver el alcalde de Valladolid con todo esto? ?D¨®nde podr¨ªa intervenir si son cuestiones ¨¢ridas y t¨¦cnicas, propias de expertos? Podr¨ªa decirse que Le¨®n de la Riva es un verso suelto en el PP, si no fuera porque sus declaraciones m¨¢s llamativas poco tienen que ver con la gesti¨®n pol¨ªtica. Le¨®n de la Riva tiene un concepto muy discutible de la dial¨¦ctica, sobre todo cuando se refiere a sus rivales y m¨¢xime si estos son mujeres. Compa?eras de partido le han afeado la conducta, pero no han conseguido que rectifique. El ¨²ltimo exabrupto es de hace unos d¨ªas, cuando hizo una alusi¨®n a la cartera b¨¢sica de servicios en la sanidad p¨²lica y a?adi¨® que deben quedar fuera ¡°los cambios de sexo y el trasplante de cerebro¡±.
Ginec¨®logo de profesi¨®n, se le atribuy¨® en su d¨ªa, en las filas de su propio partido, no tener m¨¢s m¨¦ritos que ser el ginec¨®logo de Ana Botella, la mujer de Aznar, de quien fue consejero de Cultura en la Junta. Lleva en la alcald¨ªa de Valladolid desde 1995. Es uno de los diplodocus del PP en las capitales y logr¨® salvarse de una renovaci¨®n cantada en las pasadas municipales, en las que obtuvo su mejor resultado electoral.
El alcalde no quiso hacer declaraciones a este peri¨®dico, pero fuentes municipales a?aden que los errores en el plan ¡°han sido subsanados antes y despu¨¦s de la sentencia de 2005¡± y que se hizo una investigaci¨®n interna cuyos resultados fueron enviados a la polic¨ªa judicial.
Le¨®n de la Riva se ha vanagloriado de muchas cosas en Valladolid. Y una de ellas es que no se mueve un papel en el municipio sin su conocimiento. Un religioso que ha testificado en el proceso confes¨® que el alcalde sab¨ªa lo que estaba pasando a cuenta de una modificaci¨®n en un terreno de C¨¢ritas que permiti¨® edificar un aparcamiento subterr¨¢neo.
El pol¨¦mico ¨¢tico de Le¨®n de la Riva
A Le¨®n de la Riva le persiguen las denuncias por casos urban¨ªsticos de un tiempo a esta parte. Al menos desde 2006, cuando se supo que un hijo suyo hab¨ªa sido favorecido con un piso en un sorteo de una promoci¨®n de 1.713 viviendas de protecci¨®n oficial conocida como Villa del Prado. En aquel entonces, el alcalde se limit¨® a asegurar que su hijo viv¨ªa emancipado y que hab¨ªa tenido mucha suerte en el sorteo.
Sin embargo, poco despu¨¦s, se vio involucrado en otro caso que a¨²n tiene pendiente cuentas con la justicia. Por su condici¨®n de alcalde, Le¨®n de la Riva era vicepresidente de Caja Duero, entidad bancaria que pose¨ªa un edificio en uno de los mejores puntos de la ciudad, el paseo Jos¨¦ Zorrilla. La entidad bancaria vendi¨® ese inmueble a una constructora para su reconversi¨®n en un lujoso edificio de viviendas y oficinas, coronado por una serie de ¨¢ticos. Entre quienes acudieron a reservar vivienda se encontraban conocidos futbolistas, como Fernando Hierro y Ra¨²l, y vecinos notables de la ciudad. Pero tambi¨¦n acudi¨® el alcalde, que se compr¨® un ¨¢tico. Fue un viernes cuando se aprob¨® la licencia para la remodelaci¨®n del edificio (en la que el alcalde no se abstuvo) y fue el lunes cuando el alcalde obtuvo una hipoteca de la entidad Caja Duero para adquirir el inmueble.
Desde que se aprob¨® la remodelaci¨®n, el edificio no ha dejado de sufrir percances. Primero fueron una serie de denuncias presentadas por las combativas asociaciones de vecinos de la ciudad: el inmueble ten¨ªa exceso de edificabilidad (a los ¨¢ticos originales se les a?adieron otros ¨¢ticos, que eran unos antiguos trasteros), alteraci¨®n de fachadas y cambio de usos. Esas denuncias motivaron tres sentencias favorables del Tribunal de Justicia de Valladolid. Sentencias que exigen, entre otras cosas, el derribo de los ¨¢ticos. Naturalmente, los propietarios pedir¨¢n las correspondientes indemnizaciones al consistorio por otorgar una licencia que ten¨ªa tantas irregularidades. Ahora la fiscal¨ªa de la Audiencia Provincial ha abierto diligencias y va a estudiar si se aprecia delito en la conducta del alcalde. En este episodio est¨¢n presentes t¨¦cnicos y concejales imputados en el caso del Plan General.
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