El salto de Rajoy a primera fila

En sus ocho a?os como l¨ªder de la oposici¨®n, Mariano Rajoy no viaj¨® ni una sola vez a EE UU. Organiz¨® solo dos fugaces saltos a Argentina y Colombia. Visit¨® poqu¨ªsimos pa¨ªses europeos. Y hasta se perdi¨® varias citas del Partido Popular Europeo (PPE) en Bruselas. El pragm¨¢tico y poco viajero Rajoy ¡ªsigue con problemas de idiomas aunque est¨¢ mejorando su ingl¨¦s¡ª entend¨ªa que su trabajo era otro. Llev¨® al extremo el famoso ¡°menos Siria y m¨¢s Soria¡± que un d¨ªa aconsej¨® Jes¨²s Posada a Aznar. Se concentr¨® en Espa?a, en Andaluc¨ªa y Catalu?a, en ganar las elecciones. Dej¨® lo otro para m¨¢s adelante.

Pero lo otro ha llegado de golpe. Espa?a, para desolaci¨®n del presidente, est¨¢ en el centro de las preocupaciones del planeta. Y en una sola semana, la que acaba ahora, Rajoy ha concentrado m¨¢s citas internacionales que en ocho a?os. Ha dado un precipitado salto a la primera fila, que culmin¨® el viernes con la cita con los l¨ªderes de Alemania, Francia e Italia en Roma. El presidente acaba la semana satisfecho, convencido de haber salido bien. Y eso que empez¨® bastante mal.

Rajoy lleg¨® el domingo a Los Cabos (M¨¦xico) para participar en su primer G-20. Era un estreno muy complicado: Espa?a est¨¢ en boca de todos, y no para bien. Al llegar a su hotel de lujo se mostr¨® euf¨®rico: ¡°Lo de Grecia es una buena noticia para Espa?a y para el euro¡±. Pero las cosas empezar¨ªan a torcerse enseguida. La prima de riesgo lleg¨® casi a los 600 puntos y la Bolsa se desplom¨®. La ¡°buena noticia¡± no hab¨ªa funcionado. Las dudas sobre el rescate bancario espa?ol pesaban m¨¢s.

En Los Cabos las cosas tampoco iban bien. Una tras otra se complicaban todas las citas bilaterales que Rajoy ten¨ªa previstas: con el presidente chino, Hu Jintao; con el ruso, Vladimir Putin, y la brasile?a, Dilma Rousseff. El presidente pas¨® toda la ma?ana en su habitaci¨®n analizando con Jorge Moragas, ?lvaro Nadal y Luis de Guindos un d¨ªa dur¨ªsimo. Pero no logr¨® ninguna cita. Guindos s¨ª se vio con Christine Lagarde. En su mismo hotel Mario Monti organizaba varias reuniones bilaterales y Rousseff se ve¨ªa con Cristina Fern¨¢ndez, presidenta de Argentina y enemiga de Rajoy, mientras le dejaba a ¨¦l para m¨¢s adelante. Merkel tampoco perd¨ªa el tiempo y se ve¨ªa a solas con Obama.

Al final empez¨® la cumbre el lunes por la tarde con la lista de citas a cero. Pero, poco a poco, la semana se fue enderezando. El G-20 en vez de una encerrona para Espa?a lo fue para Merkel. Todos, sobre todo Obama y el FMI, pero tambi¨¦n pa¨ªses emergentes, desde India hasta Argentina, le exig¨ªa un giro para no frenar la econom¨ªa mundial. Rajoy logr¨® el martes algunas bilaterales: Brasil y China, aunque se cay¨® Rusia. Adem¨¢s, la foto con Obama, Merkel, Hollande, Monti y Cameron le colocaba en primera divisi¨®n.

Rajoy sali¨® a toda prisa de Los Cabos para realizar un extra?o viaje a Brasil en busca de inversores, sin mucho contenido pol¨ªtico y que ten¨ªa un objetivo claro: lograr, a cambio de su presencia en la cumbre de desarrollo sostenible Rio+20, que Dilma Rousseff vaya a la cumbre iberoamericana de C¨¢diz a finales de a?o, que corre el riesgo de ser un fracaso si fallan muchos l¨ªderes.

Y despu¨¦s lleg¨® Roma, el momento cumbre, con la prima de riesgo al fin por debajo de los 500 y una foto para la historia con los tres grandes del euro. Acab¨® bien, y eso que todo est¨¢ saliendo al rev¨¦s en sus planes. Rajoy apost¨® desde el primer d¨ªa en La Moncloa por ser el socio m¨¢s aplicado de Angela Merkel y su apuesta por la austeridad. Choc¨® casi desde el primer minuto con el italiano Mario Monti, un tecn¨®crata que representa todo lo que ¨¦l no tiene: contactos internacionales, conocimientos econ¨®micos profundos, perfil internacional propio, y a la vez carece de lo que Rajoy m¨¢s presume: una mayor¨ªa absoluta clara, un mandato de las urnas, el voto democr¨¢tico.

¡°A Monti le quedan unos meses, no cuenta, Rajoy es de largo recorrido¡±, dec¨ªan los suyos con displicencia. En Francia apost¨® por Sarkozy. Ahora el pragm¨¢tico presidente cambia sin inmutarse y se apunta al carro Hollande-Monti. Tanto que en el G-20 lanz¨® un in¨¦dito y tajante desmentido p¨²blico de las palabras de Merkel. Su aliada ya no le vale, y se enfrenta a ella. El resultado de la nueva estrategia se ver¨¢ en la cumbre en Bruselas.