¡°Es m¨¢s peligrosa una persona mayor al volante que un joven fumao¡±
Una periodista de EL PA?S cuenta el ¨²ltimo d¨ªa de su curso de reinserci¨®n vial
Es un pinchazo en el est¨®mago. Una especie de ¡°ay¡±. Esa es la sensaci¨®n que da cuando se escucha a Mauri (nombre ficticio), de 22 a?os, el chico m¨¢s joven del curso de reinserci¨®n vial en el que estamos 19 de los 142.000 espa?oles que han perdido todos los puntos del carn¨¦ en los seis a?os que lleva la normativa en vigor. Provoca ese tipo de contracci¨®n abdominal cuando, casi terminado el cursillo, dice cosas como: ¡°Creo que, en mi caso, fue injusto lo que me ocurri¨®, claro. Porque me quitaron el carn¨¦ un tiempo excesivo [dos a?os y dos meses]. Yo iba bien, llevaba toda la tarde yendo as¨ª. Me hab¨ªa fumado un porro y vieron la chusta en el cenicero. No iba a pasar nada porque me pasara toda la tarde conduciendo¡±. Y luego a?ade: ¡°No volver¨ªa a conducir fumao para que no me quiten el carn¨¦ otra vez, pero no por ser un peligro. Es m¨¢s peligrosa una persona mayor al volante que un joven fumao¡±.
La mitad de los j¨®venes que mueren en el mundo lo hacen en accidentes de tr¨¢fico
Para Mauri, no tiene sentido que le hayan quitado el permiso de conducir tanto tiempo (¡°un tiempo menor y una multa ser¨ªan suficientes¡±). Aunque tambi¨¦n piensa que el cursillo deber¨ªa ser obligatorio para todo el mundo cuando se saca el carn¨¦ (y gratuito): ¡°No todo el mundo tiene 500 euros para recuperarlo¡±.
El pinchazo se convierte en estremecimiento al conocer que la mitad de los j¨®venes que mueren en el mundo lo hacen en accidentes de tr¨¢fico (el 65% en motos). Y roza la angustia cuando Antonio, el tutor, habla de ese concepto tan esperanzador como apocal¨ªptico: ¡°Los a?os potenciales de vida¡±, el tiempo que habr¨ªas podido vivir si no¡
Esta clase est¨¢ repleta de sue?os. Est¨¢ el enorme sue?o de Nelson (nombre ficticio), que puede con ¨¦l: se le cierran los ojos cada tarde sentado en la silla despu¨¦s de llevar desde las 5.30 de la ma?ana trabajando. Est¨¢n los sue?os de Dani Ib¨¢?ez (28 a?os), que ha visto su cama ¡°con su coj¨ªn y sus flequillos¡± muchas veces en el medio de la carretera, despu¨¦s de llevar m¨¢s de 16 horas al volante. Est¨¢ el sue?o de Ra¨²l (31 a?os), que desear¨ªa hacer desaparecer esa cruz de su expediente y no tener antecedentes penales por haber conducido bebido. Est¨¢n los sue?os de Jos¨¦ Antonio (73 a?os), que preferir¨ªa no tener que trabajar llevando y trayendo yonquis de Valdeming¨®mez, poder decirle a sus pasajeros que se pusieran el cintur¨®n y que le obedecieran y ganarse la vida ¡°sin delinquir¡±. Est¨¢n los problemas de sue?o de Manuel (48 a?os), que no consigue dormir bien y eso hace que est¨¦ siempre m¨¢s cansado cuando se pone al volante (¡°el sue?o es lo m¨¢s traidor que existe¡±). Est¨¢n los sue?os rotos de Marco (57 a?os), que perdi¨® a su hermano y luego a su sobrino en sendos accidentes de tr¨¢fico. Hay incluso sitio para las pesadillas de Jos¨¦ Manuel (66 a?os), porque le agobia el examen (¡°A mis a?os, ponerme a estudiar¡¡±). Y, por supuesto est¨¢n los sue?os de Jos¨¦ (35 a?os), y los de toda su familia (directa e indirecta), y los de todo su pueblo, que hemos ido conociendo de an¨¦cdota vial en an¨¦cdota vial¡
El profesor nos dice: "Si tienes sue?o, para"
El sue?o, causante de un gran n¨²mero de accidentes, acaba con muchos sue?os. Y despu¨¦s de eso ya no hay lugar para interpretaciones freudianas, ni para psicoan¨¢lisis. Solo cabe una, como dice el profesor Antonio: ¡°Si sientes sue?o, para¡±.
Pero, para sue?o, el que pasamos este jueves los 19 en nuestro ¨²ltimo d¨ªa en el aula de reinserci¨®n vial. Fueron siete horas delante de una pantalla de ordenador, repasando tema por tema (cada uno los cinco suyos) y haciendo simulacros de test, para la prueba te¨®rica que tendremos que pasar en la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico si queremos recuperar el carn¨¦.
Al final del d¨ªa, despu¨¦s de siete horas, todos logramos el certificado de aprovechamiento del curso
Al final del d¨ªa, cuando Jos¨¦ Antonio ya no sab¨ªa si ponerse el pitillo en la oreja o en la boca; cuando Ra¨²l ya escuchaba m¨²sica en sus cascos; cuando Dani se hab¨ªa pasado todas las pantallas del juego que lleva en el m¨®vil¡ Todos logramos el certificado de aprovechamiento de este curso de ¡°sensibilizaci¨®n y reeducaci¨®n vial¡±: estamos listos para reinsertarnos en el mundo de la conducci¨®n. Tal cual. Si superamos el examen, arrancaremos con 8 puntos (como cualquier conductor novel), que se podr¨¢n convertir en 12, si en dos a?os no perdemos ninguno. La diferencia entre antes y ahora, que preguntaba ayer Antonio en su faceta de psic¨®logo (adem¨¢s de profesor), es la clara conciencia general de que preservar esos puntos es poner a buen recaudo nuestros sue?os y los de muchos otros.
O¨ªdo en el curso de reinserci¨®n
¡°No ten¨ªa ni idea de que la distracci¨®n que produce hablar dos minutos por el m¨®vil, con el manos libres, equival¨ªa a llevar una tasa de un gramo de alcohol en sangre¡±.
¡°No sab¨ªa que cualquier objeto suelto en el veh¨ªculo, por efecto de un choque, produce un da?o proporcional a multiplicar su peso por 56¡±.
¡°Desconoc¨ªa que las ruedas caducan y que los ¨²ltimos cuatro d¨ªgitos se?alan su fecha de fabricaci¨®n¡±.
¡°Nunca hab¨ªa o¨ªdo hablar del efecto submarino¡± [consultar post del D¨ªa 2].
¡°No era consciente de lo importante que es que todo el mundo lleve el cintur¨®n puesto en el coche, porque se te pueden venir encima y matarte tus propios pasajeros¡±.
¡°Ahora empiezo a recapacitar m¨¢s¡±.
¡°No creo que ninguno fu¨¦ramos conscientes del peligro que hemos sido durante nuestros a?os como conductores¡±.
¡°Ya he cambiado el chip: los de atr¨¢s con cintur¨®n¡±.
¡°No era consciente de que a partir de 55 km/hora en ciudad la picias seguro¡±.
¡°Me hubiera gustado m¨¢s hacer el curso si no me tuviera que examinar, porque a m¨ª me da miedo el examen¡±.
Los (¨²ltimos) consejos de Antonio
¡°Con una sola vez que hayas evitado un accidente, f¨ªjate si merece la pena¡±.
¡°Olvidaros del examen, lo que est¨¢is oyendo aqu¨ª os puede salvar la vida¡±.
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