Una oficina del Inem de Badalona era una mina para los traficantes de datos
Un intermediario de la organizaci¨®n ten¨ªa a su servicio a cuatro funcionarios
La oficina del Inem de Badalona (Barcelona) no es como las dem¨¢s. All¨ª, algunos funcionarios no solo atend¨ªan a los ciudadanos que buscan trabajo, sino que tambi¨¦n hornean galletas, preparan empanadillas, fabrican camisetas y hacen fotocopias. Con esas palabras en clave se entend¨ªan cuatro funcionarios de esa oficina y Francisco Garc¨ªa P¨¦rez, Paco El Conseguidor, uno de los supuestos intermediarios de la red de tr¨¢fico de datos desarticulada en mayo pasado en la Operaci¨®n Pitiusa. Los bancos eran los consumidores finales de un infinito listado de nombres, tel¨¦fonos e historias laborales que crec¨ªa mes a mes.
Esa oficina del Inem ¡ªhoy Servicio P¨²blico de Empleo Estatal¡ª era una mina de informaci¨®n ¡ªamparada como secreta por la ley¡ª para la trama en la que Francisco ¡ªal que la polic¨ªa intervino 65.000 euros¡ª estaba presuntamente integrado. El juez de Barcelona que lleva el caso tiene imputadas a m¨¢s de 150 personas.
En el sumario del caso consta que una pareja de informadores, Ana Xicola y Eduard Ferrer Torres, pasaban cada mes "hasta 2.500 y 3.000 consultas" a Paco, un funcionario jubilado que hab¨ªa trabajado en esa misma oficina como responsable de ofertas de empleo. El conseguidor distribu¨ªa la faena entre los cuatro trabajadores a los que hab¨ªa captado para sacar informaci¨®n del Sistema Nacional de Empleo. Por cada consulta les pagaba "de uno a tres euros", seg¨²n admiti¨® en su declaraci¨®n ante la polic¨ªa una de las detenidas, Montserrat Furio, de 51 a?os.
Furio era una de las supuestas filtradoras de datos. Siempre acababa el trabajo a tiempo. Y siempre ped¨ªa m¨¢s. "Han salido poquitas galletas y quer¨ªa hacer otra hornadita, ?vale? Aquello que le pones la pincelada con miel y...", bromea con Paco. Ambos hablaban a menudo:
La excu?ada del ministro y Paco el Conseguidor
Francisco Garc¨ªa P¨¦rez, apodado Paco el Conseguidor, era un destacado intermediario de la red de tr¨¢fico de datos. Para conseguirlos, ten¨ªa, entre otras personas, a Mercedes G¨®mez Angelats, de 56 a?os, excu?ada del ministro del Interior, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, (hace a?os que est¨¢ separada de un hermano de este). La polic¨ªa grab¨® una conversaci¨®n en la que Paco le informa a G¨®mez, funcionaria en el Inem de Badalona, de que "hay un cliente que quiere 2.500 [informes] al mes" y le pregunta cu¨¢ntos podr¨ªa pasarle diariamente. Ella responde: "Hombre, si el otro d¨ªa hice 150..."
Otra funcionaria del Inem, Monterrat Furio, fue seguida por la polic¨ªa el 10 de enero pasado. El agente encargado de la vigilancia fue testigo de c¨®mo Furio iba en moto a la rambla de Catalunya, de Barcelona, donde se reuni¨® en un aparcamiento con este hombre, al que entreg¨® ¡°una serie de papeles¡±, seg¨²n el sumario.
¡ªPaco: "Era para hacer cuentas... Para dejarte a ti o no".
¡ªMontse: "Ya tengo la m¨¢quina lista. Y me salen 125 vatios".
¡ªPaco: "Vale. Ya te llamar¨¦".
Vatios y referencias son otros dos t¨¦rminos en clave para referirse al pago por las consultas. En otra conversaci¨®n, en diciembre pasado, Montse se presta a trabajar m¨¢s: "De los que me hab¨ªas dado, localic¨¦ pr¨¢cticamente a todos, menos a cuatro extranjeros (...) No me importa que me deis un listado para hacerle yo una revisi¨®n exhaustiva".
Furio, que trabajaba de interina, admiti¨® ante la polic¨ªa que Paco le facilitaba listas con nombres y n¨²meros de DNI y que su misi¨®n consist¨ªa, b¨¢sicamente, en pasarle domicilios y tel¨¦fonos. La mujer, de 51 a?os, afirm¨® que los datos eran "para entidades financieras" que pretend¨ªan "contactar con morosos". Por ese motivo, pero tambi¨¦n porque "no era consciente" de que estaba cometiendo un delito y por su relaci¨®n de "amistad" con Paco, decidi¨® sumarse al mercadeo de datos. Y, por supuesto, por dinero. En una llamada reprocha al intermediario que le faltan cuatro euros de un encargo. "Te di dos monedas de dos", replica Paco, quien percibe una pensi¨®n de 1.400 euros.
La supuesta ingenuidad de la interina choca con las precauciones que adoptaba a la hora de entregar la informaci¨®n. Los imputados se citaban en aparcamientos, zapater¨ªas e incluso en un hospital para no llamar la atenci¨®n.
Paco llama a David Vitales, de 41 a?os, funcionario del Inem, para verse "donde siempre":
¡ªPaco: "?Tienes las fotocopias?"
¡ªDavid: "S¨ª".
¡ªPaco: "?Cu¨¢ntas hay? Para tener preparada la pasta ?15? ?25?"
¡ªDavid: "S¨ª, entre 30 y 40".
Carmen Huelves, de 56 a?os, y Mercedes G¨®mez, de 55, cierran la lista de funcionarios de Badalona acusados de revelar secretos.
G¨®mez, excu?ada del ministro del Interior, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, tambi¨¦n hace las entregas "de forma r¨¢pida", en apenas "dos o tres d¨ªas", seg¨²n la polic¨ªa. Los funcionarios no tienen tiempo que perder: cada vez hay m¨¢s nombres y n¨²meros encima de la mesa. Ya casi dedican m¨¢s tiempo a extraer datos protegidos que a atender al p¨²blico, lo que provoca las quejas airadas de Furio: "Ayer y hoy ha sido brutal, una salvajada. He tenido que estar casi exclusivamente en atenci¨®n al usuario y he dejado mis cosas".
El alto nivel de vida de algunos de ellos puso en alerta a sus superiores. La polic¨ªa subraya que la "red de informadores" de la oficina del Inem traficaba con datos reservados "con impunidad". "Qu¨¦ f¨¢cil les resulta prestarse a la corruptela y usar los propios medios del trabajo y, sobre todo, qu¨¦ nivel alcanza el mercadeo de ese tipo de datos", a?ade un informe adjuntado al sumario.
La saturaci¨®n es tal que Paco llega a advertirle a Eduard Ferrer Torres del problema a fin de que afloje:
¡ªPaco: "Oye, me ha dicho Ana que has recibido tel¨¦fonos".
¡ªEduard: "S¨ª, 340. Los tengo ya imprimidos y todo".
¡ªPaco: "Vale, pero no voy a llevarte lo otro... [La funcionaria] solo ha hecho dos hojas, no ha podido... Y bueno, claro, antes el trabajo de ah¨ª dentro que otra cosa".
Pero el mercadeo de datos no descansa. Xicola le habla a su colaborador de "un nuevo cliente". Un banco, se deduce por las llamadas. "El a?o empieza bien", dice Paco a los suyos. Ese cliente pide un m¨ªnimo de 150 consultas de tel¨¦fonos al d¨ªa. Paco convence a las trabajadoras con un bocado de 300 euros diarios. A Montserrat Furio llega a proponerle que ampl¨ªe su horario de trabajo:
¡ªPaco: "?T¨² te podr¨ªas quedar uno o dos d¨ªas a la semana por la tarde? Tengo que repartirlas entre todos, me han dicho que s¨ª".
¡ªMontse: "Yo creo que s¨ª podr¨¦ (...) Pero, ?de qu¨¦ cantidad hablas? Es que hoy me has dado una cantidad soberbia, y claro, se acumula (...) Vale, bueno, lo intentar¨¦. ?Durante cu¨¢nto tiempo?"
¡ªPaco: "Indefinidamente. Int¨¦ntalo. Es un past¨®n".
¡ªMontse: "Es que siempre tengo al jefe al lado. ?El cobro es de un d¨ªa para otro?"
¡ªPaco: "S¨ª. No te voy a fallar".
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