Las vallas cercan a los leones del Congreso

Hubo una sorpresa pero ni una m¨¢s. El pasado d¨ªa 11 de julio, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunciaba duros recortes para los funcionarios y una subida sin precedentes del IVA. Dos horas despu¨¦s, cuando el debate continuaba, unos dos centenares de funcionarios se apostaron ante al Congreso. De inmediato se prepar¨® un notable despliegue policial con agentes a caballo incluidos. El d¨ªa siguiente empez¨® la operaci¨®n de blindar el Congreso con el cierre de sus accesos a coches y personas. Todo el que quisiera llegar al palacio de la Carrera de San Jer¨®nimo ten¨ªa que identificarse, incluso los diputados.

Desde el lunes 16, un tupido vallado y mallado proteg¨ªa doblemente todos los accesos del Congreso. El enfado, aunque tambi¨¦n la consternaci¨®n, embarg¨® a los representantes de la soberan¨ªa popular al sentirse aislados respecto a lo que le pasa a la gente com¨²n.

Es verdad que manifestantes de diversos colectivos sintieron desde el primer momento una indomable voluntad de plantarse ante las mismas puertas de la C¨¢mara baja. Y lo intentaron hasta el pasado jueves, en el que los diputados validaron los decretos con los recortes. ¡°Adem¨¢s de las vallas, los somieres¡±, se quejaba un diputado de IU para poner un toque de humor al blindaje policial que incluye unas altas mallas met¨¢licas que recuerda a los viejos soportes de las camas.

Han pasado los d¨ªas y el blindaje no se ha suavizado, por lo que el coordinador de Izquierda Unida, Cayo Lara, y la portavoz del Grupo Socialista, Soraya Rodr¨ªguez, pidieron por carta al presidente del Congreso, Jes¨²s Posada, que ¡°flexibilice¡± el cerco policial. El resto de los portavoces expresaron en alto desde la tribuna la petici¨®n de que no se ¡°bunkerice¡± el Congreso. Tambi¨¦n el portavoz del PP, Alfonso Alonso, reconoci¨® que no se sent¨ªa c¨®modo en ese aislamiento, pero que la ¨²ltima palabra la ten¨ªan los responsables de seguridad.

Fuentes gubernamentales reconocen que el objetivo es impedir a toda costa la imagen de cargas policiales contra manifestantes en la puerta del Congreso o en sus proximidades. Esa imagen dar¨ªa la vuelta al mundo, ya que las protestas est¨¢n siendo grabadas y difundidas con profusi¨®n por todas las televisiones.

¡°No hay que protegerse del pueblo, no hay nada que temer de los ciudadanos; hay que protegerse de los especuladores y de los que nos roban la dignidad y la soberan¨ªa¡±, tron¨® Cayo Lara desde la tribuna. En vano. Las vallas no van a ser retiradas.

¡°Nuestra intenci¨®n es retirar las vallas en los pr¨®ximos d¨ªas¡±, se?ala una fuente gubernamental, ¡°pero ha sido necesario adoptar estas medidas porque los grupos antisistema tienen una fijaci¨®n sintetizada en su lema de ¡®Eso, eso, todos al Congreso¡¯; y no permitiremos que eso suceda¡±. Mientras haya riesgo, se mantendr¨¢ el blindaje.

La pretensi¨®n de irrumpir en la C¨¢mara baja est¨¢ cocin¨¢ndose desde hace un a?o, ¡°pero se ha consolidado en los ¨²ltimos meses porque hay colectivos sociales que cada vez sienten m¨¢s odio hacia los pol¨ªticos por los recortes¡±, se?ala un responsable policial.

En las redes sociales circulan profusamente mensajes alentando el objetivo de irrumpir en el Congreso para dar un campanazo contra la situaci¨®n. La polic¨ªa est¨¢ preocupada tras comprobar que en las ¨²ltimas manifestaciones ¡°han sido personas normales las m¨¢s agresivas y las que curiosamente han arrastrado hacia los disturbios a los antisistema¡±.

Las altas vallas que protegen al Congreso tienen, adem¨¢s, una explicaci¨®n t¨¦cnica: evitan los choques cuerpo a cuerpo entre polic¨ªas y manifestantes. Este s¨®lido enrejado, sujeto al suelo con una especie de cu?as, son m¨¢s eficaces como sistema de contenci¨®n de una embestida humana y a la vez ahorran personal. Seg¨²n un experto policial, para lograr el mismo efecto, ser¨ªa necesario un mayor n¨²mero de agentes.

Las vallas mantendr¨¢n cerrado el per¨ªmetro desde el hotel Palace hasta la calle de Cedaceros, as¨ª como la calle de Zorrilla (la parte trasera del noble edificio). Eso ha supuesto que ¡°a ratos¡± nadie pueda entrar o salir del aparcamiento p¨²blico que hay en la plaza de Las Cortes, lamenta un empleado.

Por el momento, pues, los turistas no podr¨¢n fotografiarse abrazados a los leones de bronce que desde 1872 custodian el palacio, inaugurado por Isabel II, que encarna la soberan¨ªa del pueblo.